ante la perspectiva de un crecimiento moderado.
En el encuentro anual de FIEL, exponentes del mercado local analizaron las inversiones, los costos y la competitividad de la actividad
“Entre 2017 y 2018, la Argentina verá flujos logísticos con crecimiento moderado pero sostenido; con transporte y almacenamiento de 21 millones de toneladas de producción nacional adicionales, más otros 10 millones de la importación.” El pronóstico es de Jorge Jares, de la consultora Diagnóstico y Coaching, y lo realizó durante el encuentro que organizó la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) sobre Proyecciones Económicas para Operaciones Logísticas.
Con el objetivo de evaluar el entorno económico, financiero, político, sindical y social para la toma de decisiones estratégicas y coyunturales en los negocios y, en particular, en la actividad logística, FIEL convocó a referentes del mercado local para ofrecer su visión a los casi 400 asistentes al evento.
Lucio Zemborain, representante legal de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), inició la jornada con un repaso del comportamiento sindical argentino, especialmente del transporte, en los últimos 25 años y explicó que “con la última movilización el gobierno nacional entendió que era necesario avanzar sobre los sindicatos, lo que derivó en dos despidos muy significativos de funcionarios y otras medidas que estarían por llegar, entre ellas una intimación a la cúpula tripartita de la CGT por no ser estatutaria. El futuro de la CGT con esta dirigencia parece muy complicado”.
Respecto de la reforma laboral de Brasil, Zemborain estimó: “Estamos lejos de que nuestro Congreso sancione una medida similar sin un gran conflicto social. Pero debemos ir hacia esto porque con lo de Brasil, sumado a la reforma de Chile, la Argentina queda muy mal competitivamente en la región. Pero el resultado de las próximas elecciones puede permitirle al Gobierno avanzar en reformas menores en esa dirección”.
El tema de los costos logísticos fue otro de los que acapararon la atención. Zemborain fue tajante: “El presidente Macri habla mucho sobre reducir los costos logísticos, pero casi el 50% de esos costos corresponden a impuestos”. Tampoco estuvo ausente la mención del líder de Camioneros, Hugo Moyano, y su rol a corto plazo en el escenario sindical: “Va cediendo conducción poco a poco a manos de su hijo Pablo. Tendremos que esperar para saber si las bases le responden en igual medida que al padre”, concluyó Zemborain.
Por otra parte, Juan Luis Bour, de FIEL, aseguró que “la actividad económica se está recuperando y se observa una gradual convergencia del déficit fiscal a la meta 2017, con ayuda del blanqueo, por lo que a corto plazo se mantienen las condiciones para una fuerte recuperación que ya vemos en algunas industrias”.
Sin embargo, alertó: “Las importaciones crecen más fuerte que las exportaciones, por lo que pasamos a US$ 5000 millones de déficit comercial que se financia con la entrada de capitales de corto plazo”. En resu- men, el economista explicó que “la Argentina entró en un sendero de expansión cercano al 3% anual, con algunas dudas por el déficit fiscal primario y otros riesgos de diferente índole, por lo que esperamos una perspectiva de crecimiento económico del 2,7% con mayor impulso de inversión que consumo y debilidad de exportaciones”.
Buscando productividad
El cierre de la jornada reunió a un panel integrado por empresarios del sector logístico y portuario, quienes repasaron diferentes cuestiones, como inversiones, costos y competitividad de la actividad. “Vemos una proyección de negocios basada en el desarrollo comercial, pero ganando en eficiencia –sostuvo David Bottaro, director de ID Logistics–. Es difícil, pero hay que generar ideas y colaboración con los clientes porque se aprecia una recuperación y queremos acompañar al mercado”, dijo.
Por su parte, Eduardo Bastitta, CEO de Plaza Logística, indicó: “En la Argentina no hay dónde invertir porque tenemos grandes oligopolios que no requieren inversiones y en el otro extremo hay empresas chicas, informales, que no califican para recibirlas. En el medio no sobrevive nadie”.
Al respecto, Hernán Sánchez, director comercial de Celsur y presidente de Arlog, reconoció que “las empresas del sector que más crecieron en los últimos 10 años son nacionales. Los grandes players mundiales, por diferentes motivos, no invierten en el país”.
Sobre costos logísticos, Carlos Musante, director técnico de la Cá- mara Empresaria de Operadores Logísticos, reveló que este año cerrarán “en torno a los 19 puntos”, por lo que se podría esperar que mejoren la productividad y la relación con los clientes: “Discutir sobre costos o actualizar tarifas cada tres meses ensucia la relación con los clientes”, añadió Sánchez, para quien “la competitividad se apalanca en la inversión y hoy la tecnología es pilar para lograr eficiencia”.
En el mismo sentido, retomó Jorge Jares: “Por primera vez desde 2011 el ferrocarril revirtió su tendencia decreciente y movió 19 millones de toneladas. No obstante todavía tenemos una pésima productividad, aunque desde algunos sectores se trabaja fuerte para modificarlo, y los números así lo demuestran”.
Con el puerto en la mira
Otro tema de interés fue la situación del puerto de Buenos Aires. En ese sentido, Gustavo Figuerola, presidente de TRP, sintetizó: “No sabemos aún cuál será el diseño definitivo del puerto y por eso cualquier inversión o mejora deberá esperar una definición clara respecto de las concesiones. No podemos hablar de competitividad portuaria sin conocer cómo seguirá el puerto y estamos a la espera de una señal de definición por parte del Gobierno”.
Sobre los dichos de que el puerto es caro, Figuerola aseguró: “Si fuera caro como dicen, el puerto de La Plata no estaría vacío. El tema es que un puerto es más que la tarifa portuaria, es la conectividad que tiene con todo un mercado. Lo importante es saber cuál será la matriz de transporte para el futuro”.