Dujovne descartó que la inflación sea una preocupación para los inversores
Ratificó que el país está en un largo “sendero” de desinflación; las prioridades para plantear en el G-20
WASHINGTON.– Confiado en el rumbo del programa económico, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, relativizó ayer el repunte que mostró la inflación en septiembre, al afirmar que el país está asentado en un “sendero de desinflación” que terminará por reducir la suba de precios a un dígito anual.
“Irremediablemente la inflación va a seguir bajando, más allá de que algún mes pueda ser más alta que otro. Con la inflación a veces perdemos el foco. Nos enfocamos en temas demasiado coyunturales, cuando está muy claro que la Argentina está en un sendero de desinflación”, dijo Dujovne. “Creemos que vamos a ser exitosos, pero es un camino largo”, insistió.
Dujovne dijo además que la inflación –la más alta en la región sin contar Venezuela– ni siquiera fue un tema en la mesa con inversores que le organizó el Consejo de las Américas anteayer, en Washing- ton. Más aún, el ministro dijo que ahora “es más fácil mostrar a la Argentina” porque han comenzado a verse “los frutos de todo lo que se sembró al inicio de la gestión”.
“Las dudas en la visión de los inversores son muchos menores y empiezan a ver con mucho optimismo los años que tiene la Argentina por delante”, señaló.
Ayer, Dujovne comenzó su agenda formal en la reunión anual del Fondo Monetario y el Banco Mundial con un encuentro de ministros del G-24, el grupo que integran países en desarrollo. Hoy, comenzará a darle forma al traspaso de la presidencia del G-20 de Alemania a la Argentina, en una conferencia de prensa junto al presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; el ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schäubl, y el presidente del Bundesbank, Jens Weidman.
El jefe del Palacio de Hacienda presentará en un encuentro con sus pares del grupo las prioridades que la Argentina busca para las discusiones durante el año próxi- mo, como educación, el futuro del trabajo en la era de la “nueva economía” y la inversión en infraestructura, entre otros temas. “Por primera vez vamos a hacer el esbozo de lo que va a ser nuestro trabajo para adelante”, indicó el ministro.
Tanto Dujovne como el ministro de Finanzas, Luis Caputo, remarcaron la importancia de la presidencia del G-20. Para Caputo, es “una oportunidad de mostrarse en el mundo” (ver aparte), mientras que Dujovne reiteró que es “la culminación de una agenda de reformas domésticas muy, muy ambiciosas”, que tiene espalda en los foros internacionales.
La presidencia argentina llega en un momento propicio para la economía global. “El crecimiento está agarrando raíces más sólidas, pero también existen riesgos de caer en la complacencia, y entonces hay que seguir vigilantes de que no emerjan nuevos riesgos para el sistema financiero internacional”, indicó Dujovne. “Además, hay temas muy interesantes para discutir porque el crecimiento de la productividad se mantiene bajo y hay cambios tecnológicos muy importantes que exigen respuestas de los hacedores de políticas económicas”, agregó.
La presidencia del G-20 presenta también un desafío para el Gobierno: la búsqueda de consensos justo cuando el miembro más poderoso del grupo, Estados unidos, se muestra propenso a destruir acuerdos bajo el liderazgo de Donald Trump.
“uno de los principales roles que tenemos que cumplir es ayudar a construir consensos”, dijo Dujovne. “Eso está en el centro de nuestra visión acerca de uno de nuestros principales roles para la presidencia. Es un desafío”, agregó el ministro de Hacienda.