Carrió y el juez Moro debatieron sobre corrupción e impunidad
La diputada y el magistrado brasileño compartieron un panel; “tuve que hacer un acuerdo con el hijo de un señor de la patria contratista”, dijo la diputada
Con la presencia del juez brasileño Sergio Moro y la diputada nacional Elisa Carrió en un mismo panel de discusión, el debate por la corrupción en Latinoamérica y la búsqueda de vías para su combate dominaron el segundo día del XVIII Foro Iberoamérica.
Todavía con muestras de euforia por el respaldo que el Gobierno recibió en las urnas, Carrió dijo que “la elección legitimó la República y la seguridad de una gobernabilidad”. Además de Moro, la acompañaba entre los expositores, en el salón de eventos del Hotel Alvear Icon, el fiscal español Pedro Horrach.
El Foro Iberoamérica reúne anualmente a diferentes intelectuales, empresarios, funcionarios, jueces y ex mandatarios para discutir el desarrollo de la región y su papel en la globalización.
“Los sistemas en América latina se construyeron sobre la base de ser parte de un sistema de corrupción, en el que el último garante es el Poder Judicial. La gran cuestión en la Argentina era reconstruir la República”, señaló Carrió.
Luego de criticar duramente la gestión kirchnerista, la referente de la Coalición Cívica dijo que “durante años hubo un pueblo que lo legitimó y no quería saber la verdad ni le importaba la justicia”. Y se refirió a un cambio de ciclo a partir de la llegada de Cambiemos al poder.
“Tuve que hacer un acuerdo con el hijo de un señor integrante de la patria contratista y la obra pública ligada a la corrupción. Fue difícil desde el punto de vista personal, pero había que hacerlo. En Cambiemos acordamos que no puede haber impunidad ni dentro del espacio ni para afuera. Por eso presenté cinco denuncias contra funcionarios de mi gobierno”, aseguró.
Carrió mostró satisfacción por la detención de Amado Boudou, que había sido pocas horas antes. Dijo que “después de tanta lucha va llegando la verdad y la justicia”. Y criticó al juez Ariel Lijo, que entiende en la causa: “Hubo oportunismo judicial, porque ayer [por anteayer] le habían dicho que cajoneaba los expedientes. Las pruebas del enriquecimiento ilícito las tenía hace mucho”.
Por su parte, el juez Moro, quien lleva las riendas de la megacausa Lava Jato en Brasil, aseguró que “la corrupción no sólo disminuye el crimen de la economía, sino que es un crimen que afecta la confianza de un país”. Consideró que las investigaciones judiciales del Mensalão y el Lava Jato comenzaron a quebrar una “tradición de impunidad”.
Si bien marcó que es necesario un Poder Judicial independiente y fuerte para combatir la corrupción, Moro destacó el rol de la sociedad civil. “Es esencial que la opinión pública se exprese, que se movilice y muestre actitud para no tolerar la corrupción. En Brasil, el apoyo de millones de personas en la calle fue muy importante”, agregó.
Más temprano, en otra de las mesas, que tuvo eje en la “crisis de representación”, habló la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. Compartió panel con el ex jefe de Estado español Felipe González; el ex presidente uruguayo José María Sanguinetti, y los polítólogos Natalio Botana y el italiano Gianfranco Pasquino.
Vidal dijo que “Cambiemos es el resultado del fracaso del sistema político tradicional, expresado en 28 años de peronismo en la provincia de Buenos Aires”. Y concluyó: “En la provincia había una resignación consolidada, acordada entre gobernantes y gobernados, que pensaban que se iban a morir sin tener pavimento. Llegamos para desafiar esa posición y marcar que se puede vivir mejor gradualmente”.