Gucci escucha a los millennials y decide abandonar las pieles
Recientes estudios señalan que los jóvenes compran con conciencia
MADRID.– Gucci hizo un anuncio importante: no usará más pieles de animales en sus próximas colecciones. La declaración ocurrió en el London College of Londres, durante una charla de Marco Bizzarri, CEO de la empresa. “Gucci ya no usará, promocionará o anunciará piel animal empezando por su colección primavera-verano 2018”, declaró tras explicar que gestionará esta nueva etapa junto a la asociación Fur Free Alliance. Este cambio de rumbo forma parte de una hoja de ruta de 10 años que la compañía ha bautizado con el nombre de “La cultura del propósito”. Un plan que se sustenta en tres pilares: entorno, humanidad y nuevos modelos para hacer de la sostenibilidad “una parte intrínseca del negocio”.
Resulta interesante y curiosamente insólito este movimiento en una firma en la que los complementos de piel han formado parte de su ADN durante años. La nueva dirección de la empresa de moda quedó clara cuando Marco Bizzarri contestó tajante a una pregunta realizada por la periodista del medio especializado The Business of Fashion: “¿Usted cree que usar pieles es hoy en día moderno?”, le preguntaron. “No creo que lo sea y es por esto que hemos decidido no hacerlo. Está un poco pasado de moda”, sentenció Bizarri. “La creatividad puede ir en muchas otras direcciones”.
No es la primera gran marca de lujo que se declara libre de pieles –también lo hizo Calvin klein en 1994; Ralph Lauren, en 2006; Tommy Hilfiger, en 2007, y Armani, en 2016–, pero su ejemplo puede animar a otras firmas a seguir la misma senda.
Aunque el titular es esperanzador para todos los animalistas, al final, lo que ha pesado han sido los números: las pieles auténticas podrán ser reemplazadas por pieles falsas conseguidas con nuevos materiales sin que esto suponga un impacto en los resultados. A eso hay que añadir que los estudios de consumo y tendencias señalan que los clientes del futuro de las marcas, los
millennials, comprarán con mucha más conciencia que sus generaciones precedentes y las pieles obtenidas de animales no están entre sus preferencias. Gucci tiene, además, otras marcas hacia las que mirar. McCartney, otra firma del grupo kering, está demostrando con sus resultados que la ética y la sostenibilidad son valores que aprecian de forma positiva los clientes y, lo que es más importante, el mercado.
McCartney, que creció en una granja y es vegetariana, no usa ningún tipo de piel en sus colecciones y tampoco fabrica con cuero animal. En su lugar, su equipo está centrado en trabajar con nuevos tejidos y materiales que huyen de procesos sospechosos de crueldad animal y buscan no dañar el planeta. Stella McCartney fue una de las protagonistas de la presentación en París el pasado 2 de octubre de Fashion Tech Lab, una nueva iniciativa impulsada por la emprendedora rusa Miroslava Duma, que busca soluciones en la tecnología para hacer de la moda una industria lo más sostenible posible. “Estamos matando a miles de millones de animales y dejando una huella muy negativa en el planeta –dijo Duma–. Es cruel, bárbaro e innecesario. Pero ahora podemos aprovechar la tecnología y la innovación para cambiar. No puedo entender que haya diseñadores que no estén entusiasmados con la sostenibilidad”.