Influencers por la autoestima
En el planeta instagrameado, donde predominan las vidas perfectas y los cuerpos ideales, acumulan seguidores las blogueras que eligen la bandera de la imperfección y, en lugar de dictar estilo, dan herramientas para encontrar el propio
Mujeres influencers hubo siempre, mucho antes de que existieran las redes sociales, y que las vidas fueran transmitidas en vivo por Instagram. Desde hace décadas, hay chicas que se convierten en íconos, y son codiciadas por los mejores diseñadores por su poder de hechizar a medio planeta con lo que llevan puesto. Las hubo con un estilo innato como el de Jane Birkin y dueñas de una elegancia inalcanzable como la de Audrey Hepburn, o quizás porque formaron parte de un jet set rockero como Anita Pallenberg. Los motivos del encantamiento hoy siguen siendo variados, surgen nuevos pero lo que no cambia es que, sin dudas, las influencers marcan tendencia. La era 2.0 no hace más que exacerbar la presencia de mujeres influyentes, con sus infinitas posibilidades para presentar la fracción brillante de la vida real. Cada vez más momentos, comidas, looks, vacaciones, y hasta perros y gatos, son retratados y compartidos desde teléfonos, y las más hábiles instagramers, los muestran impolutos. Es parte de un juego, ya a esta altura cualquiera está alertado de que se trata en definitiva de representaciones sesgadas: nada de lo que uno ve es exactamente lo que ha sucedido. Ni lo único. Las mujeres que #AmanSuTrabajo, que siempre tienen energía para sus #RutinasFIT y que en cinco minutos preparan una #CenitaSaludable también tienen su lado B. Pero hay otras blogueras que integran su lado B, yC también, como parte de la estrategia. Sus posts transmiten mensajes diferentes a la voz hegemónica, ellas promueven –deliberadamente o no– la aceptación de una misma, con sus defectos y virtudes, y que alientan a perseguir el estilo propio, el que proviene de la verdadera esencia. La imperfección es natural y cuánto más se la abrace, más cerca de la belleza estará cada una. Es otro tipo de representación, claro. Estas influencers deciden qué mostrar y cómo, aunque se jacten de exponer la vida #sinfiltro y parezcan sorprendidas in fragantti. La diferencia está en el mensaje, en lo que vienen a decir. Está en cada uno elegir a consciencia qué tipo de influencia quiere seguir.