Para el Gobierno, un ex vice preso es una “vergüenza”
Desde la Casa Rosada buscaron despegarse de la decisión de Lijo; críticas por la demora
No hubo festejos ni euforia, más bien incomodidad y algo de preocupación. El Gobierno calificó como una “vergüenza” que un ex vicepresidente esté detenido por enriquecimiento ilícito y criticó la lentitud de la justicia “pendular”.
Desde muy temprano, el presidente Mauricio Macri siguió con atención todos los pasos que dio el juez federal Ariel Lijo en la detención de Amado Boudou, acusado de liderar una asociación ilícita y de lavado de dinero. “Está al tanto de todo lo que pasó y todo lo que se dijo”, confió uno de sus hombres de confianza.
“Nuestra única convicción es que la Justicia es otro poder”, dijo a la nacion uno de los principales colaboradores del Presidente. Pero pese a la distancia que intentó poner el Gobierno a la detención del ex vicepresidente, lo cierto es que la decisión del magistrado repercutió en la agenda de trabajo que tenía el Presidente, que hoy recibió a su par peruano, Pedro Pablo Kuczynski, con quien firmó ocho acuerdos (ver página 30). “Es una vergüenza que tengamos un ex vicepresidente que hoy está detenido por enriquecimiento ilícito. La Justicia está haciendo lo que tendría que haber hecho hace ya mucho tiempo”, dijo un hombre con acceso diario al despacho presidencial.
Desde la Casa Rosada también se mostraron “tristes” por la fotografía del ex número dos de la ex presidenta Cristina Kirchner esposado. “Es una imagen que dará la vuelta al mundo. No sirve”, confiaron fuentes oficiales. Aunque en todo momento aclararon que la prisión de Boudou no es un hecho “injusto”.
“Institucionalmente es muy malo para la Argentina que un ex vicepresidente esté preso”, reflexionó uno de los principales asesores del Presidente. Más allá del impacto institucional, desde la Casa Rosada también le apuntaron a los magistrados que habitan en Comodoro Py.
“Si los jueces hubiesen actuado en tiempo real nos habríamos evitado el 90% de las cosas que pasaron”, aseguraron fuentes oficiales.
Macri recibió la noticia anteayer por la noche. Es que el juez le pidió asistencia al Ministerio de Seguridad, que lidera Patricia Bullrich, para realizar la detención. Diferencias en el oficialismo
Pero no todos piensan lo mismo en el oficialismo. Altas fuentes de la oficina Anticorrupción se mostraron molestas por la reacción de algunos de los habitantes de la Casa de Gobierno. “Es una mentalidad retrógrada. Puede ser que en un primer momento tenga un impacto negativo, pero en el mediano y largo plazo es algo muy positivo”, dijeron fuentes cercanas a la titular del organismo, Laura Alonso.
“En la Argentina no hay privilegios ni impunidad para nadie, llámese como se llame, sea funcionario o empresario. Hace tres años pedíamos el juicio político del entonces vicepresidente Boudou. No estábamos equivocados”, recordó Alonso.
otro de los que habló sobre la caída en desgracia de Boudou fue el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo: “El mensaje es que la ley se aplica para todos por igual”. El senador también descartó que la aceleración de las causas judiciales contra integrantes de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se deba a un pedido de Macri.
“Lo único que pasó fue que el Presidente le dijo a los jueces: «Cumplan con su deber de acuerdo con la ley, y el Gobierno va a colaborar con las investigaciones en lo que ustedes pidan». Nada más”, resaltó Pinedo.
La diputada nacional electa por Cambiemos Graciela ocaña fue una de las pocos integrantes de Cambiemos en celebrar la noticia sobre la prisión de Boudou. La ex titular del PAMI advirtió que esto marca “la caída de otro de los hombres importantes del gobierno de [la ex presidenta] Cristina Kirchner”. Y añadió: “No hay que olvidarse que Cristina dijo qué lindo era tener ese vicepresidente. Ese vicepresidente lindo es el que cometió todo tipo de ilícitos con la plata de los argentinos”.
El Presidente evitará hablar del tema, pero en la Casa de Gobierno ya se anticipan a lo que será una “pregunta obligada” en la gira que comenzará el lunes en Estados Unidos. Igualmente, aseguraron desde su entorno, no habrá sorpresas.