Foden: víctima o ejemplo de un sistema campeón
No todo el oro reluce. El título del poema escrito por J.R.R.Tolkien para el Señor de los Anillos puede ajustarse a otra novela de fantasía, la que está viviendo el fútbol inglés con la obtención de los Mundiales Sub 17 y Sub 20, más el Europeo Sub 19 y el tradicional Esperanzas de Toulon, conquistas que componen la campaña anual más exitosa en la historia de las categorías juveniles. Una sorpresa absoluta considerando que los distintos seleccionados de los Tres Leones sólo cosecharon un bronce en el Sub 20 de Australia 93.
Antes de que Phil Foden, elegido el mejor del reciente campeonato sub 17, deslumbrara con la zurda, atrapara la atención mediática con dos goles en la final contra España y recibiera elogios de Pep Guardiola, que lo define como “un regalo” para el cotizado equipo de Manchester City, en Inglaterra se levantaban voces preocupadas por la incapacidad del sistema para aumentar el bajísimo porcentaje de promesas locales instaladas en la Premier League.
Howard Wilkinson fue el último entrenador inglés en ganar un torneo de primera división (Leeds 1992) y, además, el arquitecto de la actual estructura de inferiores que ha empezado a dar notables beneficios. En 1997, siendo Director de la FA, reemplazó el Youth Training Scheme (YTS), basado en 150 “Centros de Excelencia” federativos, por las Academias de los clubes, diseñadas para contener unos doce mil chicos. El plan, que les garantiza educación y asistencia social, se apoya en el pensamiento innegociable de que “no se puede desarrollar al jugador sin desarrollar a la persona”.
Las correcciones al proyecto original en 2012 no impidieron que, a comienzos de octubre, publicara un informe acerca de los problemas psicológicos, tales como la depresión, que sufrían, en alto número, aquellos que no concretaban el sueño de la elite. El diagnóstico de Wilkinson, al borde de los 74 años, resultó quirúrgico: “Los clubes están fallando en su responsabilidad moral. Tenemos instalaciones insuperables, idóneos maestros y muy buenas herramientas, pero ¡faltan oportunidades!”
Basta con decir que la Premier –líder en inversiones durante los mercados de pases– fue la Liga 16/17 con menor cantidad de nacionales (33%) en Europa. No obstante, la fijación de pautas claras y el consenso entre los entrenadores para definir una línea de juego y de trabajo conjunto, en el marco del programa “El ADN de Inglaterra”, posibilitaron la irrupción de muchos jóvenes talentosos, con el Tottenham y Southampton como las organizaciones más valientes para ofrecerles pista.
El tiempo dirá si Foden será una nueva víctima de los puntos débiles mencionados o los trascenderá como un valioso ejemplo. Aunque la falta de referentes surgidos de la casa, la compulsiva chequera compradora y la conformación del actual plantel indiquen lo contrario, Manchester City apuesta por la cantera. Al menos posee la más impactante ciudad deportiva del continente, cuyo costo superó los 171 millones de euros. Allí, 500 jugadores disfrutan de un mini estadio para 7000 personas, 16 campos de juego (uno cubierto), una media cancha destinada a la preparación de arqueros e instalaciones de estupendo nivel.
Por ahora el diminuto Phil (1,71mts), que en la pretemporada mostró su desenfado ante Manchester United y Real Madrid, sólo piensa en jugar. Ni siquiera tiene representante. Amigo del argentino Benjamín Garré, que le hizo conocer el mate, desde julio comparte diariamente el vestuario con las estrellas del primer equipo. Muchos le dicen el “Iniesta de Stockport”, localidad donde nació Fred Perry, ganador de ocho Grand Slams. La clave del éxito pasará entonces por no dormirse en los laureles logrados en el Mundial de India.