“Esto se trata de una detención arbitraria”
Lijo acusó a Boudou de ser el jefe de una organización que operó entre 2009 y 2015
La autodefensa del ex vicepresidente ante el juez Ariel Lijo.
La causa investigaba el enriquecimiento de Amado Boudou, pero ayer, en el fallo que ordenó su detención, el juez Ariel Lijo la convirtió en una gran causa por “asociación ilícita”.
De acuerdo con Lijo, Boudou fue el “jefe” de una banda “destinada a cometer delitos indeterminados”, para hacerse de dinero actuando “al margen de la ley” y con un “reparto de tareas claramente establecido” entre sus integrantes.
Boudou a la cabeza; su amigo José María Núñez Carmona como “organizador”; Alejandro Vandenbroele y Juan Carlos López como “integrantes” con roles de prestanombres. Así funcionó, según el fallo de Lijo, esta banda que estuvo operativa “por lo menos” desde 2009, cuando Boudou asumió como ministro de Economía, hasta diciembre de 2015, cuando terminó su mandato como vicepresidente. Siempre dedicada a cometer “delitos graves de corrupción”, valiéndose de los cargos que tuvo Boudou en el kirchnerismo.
En el reparto de roles –sostuvo Lijo–, la función principal de Boudou estaba “ceñida al ámbito público” porque su aporte primordial surgía de las posibilidades que le daba ser un funcionario de tan alto rango. Núñez Carmona, en cambio, actuaba en el ámbito privado y hacía todo lo que Boudou, por su exposición, no podía. Por ejemplo, tener cuentas en el exterior. Pero la actuación de Núñez Carmona también tenía un límite. Su amistad con Boudou era pública. Por eso, Vandenbroele y López debían ser “la cara visible del negocio”, afirmó Lijo.
Entre los delitos de esa supuesta banda, el juez incluyó tres hechos que están siendo investigados en otras causas judiciales: la compra de 19 autos de alta gama para el Ministerio de Economía por más de 2 millones de pesos, el inédito contrato de consultoría que The Old Fund hizo con la provincia de Formosa para asesorarla en la negociación de su deuda pública (contrato por el que una firma que nunca había operado antes cobró 7.667.161 pesos) y la adquisición de la empresa Ciccone, también a través de la firma The Old Fund, causa por la que Boudou está enfrentando un juicio oral. Con el blanqueo
Como parte de los delitos que le imputó, Lijo también incluyó tres presuntos casos de lavado de dinero de Boudou. Esas maniobras –dice el juez– surgen del peritaje contable que presentó en la causa en las últimas semanas el Cuerpo de Peritos del Poder Judicial.
De acuerdo con el fallo de Lijo, el primer hecho de lavado lo ejecutó Núñez Carmona acogiéndose a la ley de blanqueo. El 31 de agosto de 2009, el amigo de Boudou “ingresó al circuito legal” por esta vía 4.238.900 pesos y 795.000 dólares. “Núñez Carmona no contaba con la capacidad ni la actividad económica tal que le posibilitara llevar a cabo ese blanqueo, mientras que Amado Boudou por su condición de funcionario público no podía acogerse a dicho régimen”, afirmó Lijo, que acusó a ambos de lavado
Al ex vicepresidente le imputó además “la puesta en circulación en el mercado legal de 80.000 dólares de origen ilícito, a través de su declaración en el impuesto a las ganancias del período fiscal del año 2002”, declaración que Boudou hizo recién en 2009, sin justificar cuál era el origen de ese dinero.
Pero además el juez acusó a Boudou y a su ex novia Agustina Kämpfer de haber introducido en el mercado 120.000 dólares “de origen ilícito”, a través de la compra del departamento de Kämpfer de la calle Bonpland 1246. Según el juez, Kämpfer “no poseía la capacidad económica para realizar la compra” y “en ese entonces poseía una relación con Boudou”. Ésta fue la única acusación de la que él se defendió ayer en la indagatoria. Insistió en que el dinero se lo había prestado su hermano, Sebastián Boudou, a su entonces pareja. Por todas estas operaciones el fiscal Jorge Di Lello había pedido la semana pasada que Boudou diera explicaciones en lo que era, cuando el fiscal hizo aquella presentación, una causa por enriquecimiento ilícito.