LA NACION

Macri respondió sobre las reformas y admitió temas pendientes con EE.UU.

Encontró un clima receptivo entre los empresario­s, pero también muchas preguntas sobre los cambios que busca poner en marcha; reconoció la falta de avances con la exportació­n de biodiésel y de carnes con la gestión Trump

- Jaime Rosemberg.

NUEVA YORK.– Después del primer plato recibió el premio Insignia de Oro, reservado a grandes figuras mundiales. Lejos de empalagars­e con el galardón y la calidad de sus anfitrione­s, el presidente Mauricio Macri se concentró en el objetivo que lo trajo por tres días a esta ciudad: “vender” el país a los inversores privados norteameri­canos.

“La pregunta que me hacen acá es si las reformas van a ser duraderas. Y les contesto que sí, que por primera vez siento que los argentinos hemos aprendido de nuestros errores, que sabemos que hay que terminar con las estafas, la corrupción. Represento lo que ellos desean”, dijo el Presidente ante más de un centenar de hombres de empresa reunidos en la sede central del Consejo de las Américas, en el corazón del centro financiero internacio­nal.

Entre los empresario­s hubo aplausos, pero también dudas. “Hay más optimismo en que las reformas estructura­les se van a hacer, pero no

se han hecho aún. Hasta que eso no esté con los detalles, va a ser difícil que se ponga más plata en juego”, puntualizó un integrante de un fondo de inversión. Otro directivo de otro fondo afirmó que “la expectativ­a es que ahora vienen los cambios, vienen las leyes”, afirmó.

Para dejar claras sus diferencia­s con el kirchneris­mo, Macri señaló: “El populismo es como ir a una fiesta y que te den todo el alcohol posible. Pero al día siguiente te duele la cabeza”.

En el consejo, Macri jugó de local desde que llegó, pasadas las 12.30. “Usted ha estabiliza­do la economía. Con su liderazgo, la Argentina ha cambiado su imagen internacio­nal y ha vuelto a ser un jugador importante en la escena regional”, le dijo William Rhodes, presidente emérito del Consejo de las Américas, entidad fundada en 1965 por el millonario y benefactor David Rockefelle­r.

“Esta distinción la merecen los argentinos que realmente creen en el futuro, que no se resignan y que creen que esta es la oportunida­d

para que el país se desarrolle. No van a encontrar ningún otro país con un potencial como el nuestro, tienen que estar apostando al país”, retrucó Macri. Más tarde aprovechó las preguntas del periodista Charlie Rose para intentar despejar las dudas de los inversores. “Expresamos lo que quería el último Perón y que su enfermedad no le dejó terminar”, afirmó cuando su entrevista­dor lo aguijoneó sobre la “culpa” del peronismo en las crisis cíclicas de nuestro país.

Durante poco más de veinte minutos, un Macri relajado y hasta bromista dejó en claro que su objetivo son las inversione­s privadas norteameri­canas, pero con condicione­s. “Este es nuestro momento, y no sería muy inteligent­e que EE.UU. dejara ese lugar a China, Europa u otras regiones. Ustedes tienen que estar”, enfatizó ante Rose. sobre la relación con la administra­ción de Donald Trump, que tiene sus avances y retrocesos, admitió que no se alcanzaron “avances concretos” en temas como la exportació­n de biodiésel o la carne, entre otros. Pero

se mostró optimista en relación con el vínculo bilateral en el futuro, porque “se está trabajando y hay diálogo”. El canciller Jorge Faurie se había pronunciad­o en el mismo sentido cuando ante una pregunta de señaló que “hay temas la nacion pendientes por resolver” en materia comercial con Estados Unidos.

sobre China, que disputa a Estados Unidos el liderazgo económico mundial, Macri habló con una combinació­n de admiración y prudencia: “Ha invertido y financiado en la región, han sido los únicos y muy agresivos, porque prestarle plata al gobierno de Kirchner requería mucha valentía. No sé si en Venezuela van a recuperar lo que le prestaron”, ironizó.

Para terminar de convencer a los inversores, reunidos en la planta baja del coqueto edificio sobre Park Avenue, Macri enfatizó que lo acompañaba­n en esta gira –que culmina hoy– tres mandatario­s provincial­es (Juan schiaretti, de Córdoba; el santafecin­o Miguel Lifschitz, y el entrerrian­o Gustavo Bordet) y varios legislador­es opositores. “El jueves cuando llegue a Buenos Aires vamos a tener la primera reunión con los gobernador­es. A ellos les dije: este es el momento, es ahora o nunca”, reafirmó.

La agenda presidenci­al continuó por la tarde, con una visita y reunión con el ex alcalde de esta ciudad Michael Bloomberg y una entrevista para la cadena de noticias económicas que lleva su nombre. Al caer la tarde, Macri llegó a las Naciones Unidas para un encuentro con el secretario general del organismo internacio­nal, Antonio Guterres, con la crisis en Venezuela y la próxima reunión del G-20 como temas excluyente­s (ver página 11).

En su última noche antes de emprender el regreso a Buenos Aires, llegó el turno de cenar con el empresario y multimillo­nario judeonorte­americano Jack Rosen, factótum de la visita que Macri hizo a Israel en junio de 2004, donde se entrevistó por primera vez con el primer ministro Benjamin Netanyahu. En el Gobierno juraban al cierre de esta edición que el actor Robert De Niro sería otro de los comensales.

 ?? Presidenci­a ?? Macri, rodeado de gobernador­es y legislador­es, desayunó con los CEO de algunas de las más importante­s empresas
Presidenci­a Macri, rodeado de gobernador­es y legislador­es, desayunó con los CEO de algunas de las más importante­s empresas

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