El ex vicepresidente sumó otros dos reveses judiciales
El juez federal Ariel Lijo rechazó la recusación planteada por la defensa del ex vicepresidente Amado Boudou, que lo acusó por “pérdida de imparcialidad” en la causa sobre enriquecimiento ilícito por la que está detenido. Al mismo tiempo, el fiscal Jorge Di Lello se opuso a que se declare nula la detención del ex vicepresidente, que está preso en la cárcel de Ezeiza.
Durante su indagatoria, al quedar detenido el viernes pasado, Boudou había denunciado que Lijo ordenó su arresto como respuesta a las acusaciones que le habían hecho ante el Consejo de la Magistratura por “cajonear” causas de corrupción.
El abogado Eduardo Durañona apelará la decisión de Lijo ante la Cámara Federal que tiene para resolver el pedido de excarcelación de Boudou.
Al rechazar su recusación, Lijo sostuvo que la decisión de llamar a declaración indagatoria a Boudou y detenerlo se tomó a partir de elementos objetivos que surgieron de la investigación. Además, Lijo consideró que la orden de detención tomó en cuenta la prueba acumulada, el peritaje contable entregado por peritos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y un pedido de justificación parcial de inconsistencias hecho por el fiscal Di Lello.
Sobre otro de los argumentos para recusar al juez –la filtración de imágenes del momento de la detención de Boudou–, se ordenó extraer testimonios para iniciar una causa penal que estará a cargo de otro magistrado y se sostuvo que del juzgado de Lijo partió sólo una orden: detener al ex vicepresidente y a su socio José María Núñez Carmona.
Di Lello, en ocho páginas, se manifestó en contra de anular la detención. El juez “tiene facultades directas para evaluar los riesgos procesales a los que aluden las normas y la interpretación que realiza la jurisprudencia”, sostuvo Di Lello.