Comiendo sapos
“Si fuera así, me trago este teléfono”.
(De Luis Caputo sobre la posibilidad de que algún fondo que administró antes de ser funcionario hubiera litigado contra el país.)
No deberíamos empezar una columna con una fase trillada. Menos, con dos. Pero es tan grave el asunto que lo vamos a hacer: “No prometas lo que no vas a cumplir” y “no escupas al cielo...”.
¿El destinatario? Hoy es el ministro de Finanzas, Luis Caputo, pero son dos advertencias que bien les caben a muchísimos ex y actuales funcionarios. Caputo apareció vinculado a sociedades y fondos en Caimán y Delaware, en la investigación Paradise Papers, que llevó adelante el consorcio internacional de periodistas que viene de sopapear a buena parte del mundo político y empresario con los Panama Papers.
Caputo fue administrador de Noctua Partners LLC y jura que ningún fondo que haya litigado contra la Argentina estuvo vinculado a esa gerenciadora. “Si fuera así, me trago este teléfono”, dijo señalando uno que tenía sobre el escritorio.
He allí el riesgo, llegado el caso de tener que digerirlo. Pensemos en que podrá evitar ese mal momento que, en otros contextos y oportuni- dades, vivieron personajes célebres y no tan célebres.
Un caso que tuvo mucha difusión ocurrió con el empleado estatal paraguayo Juan José Crossa. Fue sorprendido cobrando un cheque en nombre de la municipalidad. Una coima, bah. ¿Qué hizo cuando lo sorprendieron? Se lo tragó.
Está también el recuerdo del propio Macri, de quien sabemos que tiene debilidad por imitar a Freddie Mercury. En la fiesta de casamiento con Juliana Awada, inspiró para tomar aire y seguir cantando –o como quiera que se llame eso que hace– y se tragó el bigotito de plástico. Casi se asfixia. Lo salvó Jorge Lemus, el ministro de Salud al que acaba de echar del gabinete. Un desagradecido.
Existe el curiosísimo caso de una mujer colombiana que, tras discutir con su marido, se comió uno a uno los 7000 dólares que habían ahorrado. Y el del presidente de Costa Rica, Luis Solís, tragándose una avispa en medio de una conferencia de prensa. “Proteína pura”, sentenció.
Y después estamos los argentinos en general, expertos tragadores de sapos, como los planes quinquenales de Perón, el “hay que pasar el invierno” de Alsogaray, el Rodrigazo, la “tablita” de Martínez de Hoz, los planes Austral y Primavera, el “corralito”, la convertibilidad y “el modelo de acumulación de matriz diversificada con inclusión social”. Indigestión brutal.