Julia Zenko presentó su nuevo disco con un gran concierto en el CCK a puro talento, rodeada de otras figuras
★★★★ muy bueno. intérprete: Julia Zenko (voz). músicos: Lito Vitale (teclados, piano, dirección musical), Facundo Guevara (percusión), Martín González (batería), Juan Pablo Rufino (bajo), Mariano Delgado (guitarra), Víctor Carrión (flauta), Irene Cadario (violín), Paula Pomeraniec (cello) y Emiliano Álvarez (clarinete). invitadas: Marcela Morelo, Laura Ros, Gachi Leibovich, Sandra Mihanovich, Marián Farías Gómez, Lucía Galán, Patricia Sosa y Marilina Ross. sala: Sala Sinfónica del Centro Cultural Kirchner. función: 8 de noviembre.
AJulia Zenko se la ha cuestionado muchas veces –y este cronista fue también parte de ese cuestionamiento– por el rumbo algo errático que tenía su carrera. Pero en la obligación de ser sinceros y de mirar un vida artística como una película y no como una suma de fotos, hay que reconocer que eso que sin mayores precisiones llamamos estilo, Zenko ha logrado forjarlo a través del tiempo y que lo aparentemente errático terminó siendo personalidad. ella es su propio modo de cantar, sus propios “cómo y para qué”, su elección estética. en su garganta siempre impecable, en el corazón y el compromiso que pone en cada cosa que elige, en su afición al trabajo, en su capacidad de rodearse de gente valiosa, están los méritos que esta mujer ha moldeado definitivamente en su madurez.
en ese sentido, el repertorio que la acompaña por estos tiempos va en perfecta sintonía. Su último disco se llama Nosotras y se trata justa- mente de una selección variopinta de canciones escritas por mujeres, de distintos tiempos y géneros. Hay allí piezas de maría elena Walsh, Teresa Parodi, Fabiana Cantilo, eladia blázquez, Silvina garré y Celeste Carballo, entre otras. Canciones que fueron cuidadosamente elegidas –y se nota– porque dicen lo que a ella le gusta decir. no importa entonces esa aparente heterogeneidad temática ni estilística de origen, porque Julia logra llevar todo a su redil, a su manera, a un profesionalismo que jamás pierde credibilidad. Y la sala Sinfónica del CCK llena fue el mejor marco para la presentación del disco. Con Lito vitale al frente de una banda numerosa que mezcló los sonidos pop de los instrumentos eléctricos y la batería con los timbres clásicos de las cuerdas y la marca folklórica de la percusión criolla.
Y se planteó el recital en tres partes bien marcadas. en la primera se escucharon, en el exacto orden del álbum nuevo, ocho de las canciones del disco; y valgan entonces menciones especiales para sus versiones de la “Canción para verónica” de Parodi, “Porque tus ojos” de Laura ros y “Diablo y alcohol” de Silvina garré. Llegó después el largo desfile de las amigas invitadas para una sucesión de dúos. Pasaron marcela morelo, Laura ros, gachi Leibovich, Sandra mihanovich, marián Farías gómez, Lucía galán, Patricia Sosa y marilina ross. Fue emotivo para la anfitriona que estaba como en la fiesta de su cumpleaños, tuvo algunos logros artísticos y se respaldó en un siempre eficiente vitale, ahora solo y en el piano de gran cola. Cerca del final, el concierto retomó la senda del comienzo, otra vez con Lito en los teclados y en la conducción de la banda completa y con los temas que faltaban para completar la lista del álbum. Ya muy relajada, sin los zapatos de tacón que la tenían incómoda, con una sonrisa de oreja a oreja, Zenko hizo “Soledad, solita, sola”, una bella composición de Leibovich y un cierre con “Una canción diferente” de Celeste Carballo. Para los bises quedaron “Quereme, tengo frío”, aquel lejano éxito de marilina ross y la repetición de “Como la cigarra”. Algunos compases a cappella de “Siempre se vuelve a buenos Aires”, ya sin los músicos en el escenario y con el público retirándose de la sala, fueron el broche final para una noche muy disfrutable que la cantante hubiera deseado que no terminara nunca. Ricardo Salton