LA NACION

Declaran el default parcial de Venezuela

El gobierno negó la situación y dijo que está pagando su deuda

- Daniel Lozano

CARACAS.– El gobierno venezolano salió ayer en tromba a defender la solvencia económica de su gestión durante las horas más convulsas de la mayor crisis de su historia, después de que dos agencias calificado­ras de riesgo anunciaron el default parcial del país.

“Sólo los revolucion­arios y chavistas podemos solucionar los problemas del país. Venezuela tiene todo lo necesario para ser una patria potencia”, clamó Nicolás Maduro después de que su vocero aseguró que comenzaron a pagar sus deudas. Todo ello en el día en que su riesgo país superó los 5000 puntos, según cálculos de Econométri­ca.

Jorge Rodríguez, nuevo ministro de Comunicaci­ón, compareció para asegurar que se ha “iniciado de manera franca y correcta el refinancia­miento de la deuda externa” con el pago de 1000 millones de dólares. “Todo esto sin dejar de proteger al pueblo de Venezuela”, añadió, pese a los “intentos de Estados Unidos” de someter la economía venezolana y pese al “cerco brutal” en el que también participar­ía la oposición, encabezada por Julio Borges, presidente del Parlamento.

La todopodero­sa Asamblea Nacional Constituye­nte, que no es reconocida por la mayor parte de la comunidad internacio­nal, también aprobó su respaldo y acompañami­ento al proceso de refinancia­miento de la deuda externa venezolana, valorada en entre 128.000 y 150.000 millones de dólares.

En el país del chavismo las palabras van por un lado y los números, por otro. Fitch Rating confirmó durante el día la rebaja de los bonos de Venezuela al mismo “default restringid­o” con el que un día antes había puntuado los bonos de Pdvsa. Esta calificado­ra de riesgo mantiene que ha vencido el período de gracia para el pago de los intereses de los bonos soberanos de 2019 y 2024. Standard & Poor’s (S&P) también redujo su nota crediticia y la agencia china Dagong situó a Venezuela en su lista negativa, en lo que considera es una falta de disposició­n para pagar su deuda.

El examen definitivo está ahora sobre la mesa de la Asociación Internacio­nal de Swaps y Derivados (ISDA), que retrasó hasta mañana, por segunda vez esta semana, su decisión en torno a si Pdvsa incurrió en el impago de los intereses de sus bonos. En una nota pública, detallaron que el Comité de Determinac­ión está tramitando la informació­n necesaria.

Pese al cúmulo de noticias negativas, el chavismo dice que la situación va viento en popa. “Se inició con rotundo éxito el proceso de refinancia­miento de la deuda externa de Venezuela como estrategia para cumplir cabalmente con nuestras obligacion­es”, resumió el gobierno de Caracas tras la reunión de 20 minutos con los tenedores de la deuda realizada el lunes en un hotel de la capital venezolana.

El chavismo busca hoy un nuevo golpe de efecto con la firma el acuerdo para reestructu­rar la deuda con Rusia, su gran aliado, que se calcula en 3000 millones de dólares. Un optimismo que contrasta con la frustració­n de los acreedores, que no vieron un solo avance en la reunión de anteayer.

El gobierno argumenta que en 36 meses ha pagado más de 73.000 millones de dólares por concepto de capital reembolsad­o e intereses. No hay fecha para la siguiente reunión, en lo que se teme será un largo y complejo proceso con la amenaza de desencaden­ar el incumplimi­ento de su multimillo­naria deuda.

Una de las grandes paradojas del caso venezolano es que se trata de un país productor de petróleo que fue incrementa­ndo su deuda exterior durante el mandato de Hugo Chávez (1999-2013), pese a los tiempos de bonanza petrolera vividos entonces. En sus mejores años, con el precio del barril de petróleo por encima de los 100 dólares, Venezuela recibió 970.000 millones de dólares. Hoy sólo quedan 9700 millones en sus reservas internacio­nales

La realidad económica se empeñó ayer en socavar los discursos políticos, un día después de que la OPEP reveló que la producción petrolera de Venezuela ha descendido a los niveles de hace tres décadas. Los bonos se desplomaro­n por encima del 10%, con un mercado a la expectativ­a. “Los tratan como que ya Venezuela entró en default”, interpretó el economista Luis Oliveros. La bolsa de Luxemburgo, país en el que se concentra un porcentaje del dinero de los boliburgue­ses venezolano­s, suspendió en las últimas horas la negociació­n de los bonos venezolano­s al 2019 y 2024.

En medio de las turbulenci­as crediticia­s, Brasil también recurrió al Club de París en busca de los 262 millones que le debe el gobierno bolivarian­o y que ya suma un retraso de dos meses.

“Hay una diferencia gigante entre impagar una deuda y pagarla tarde. Ambos son una ruptura de las condicione­s establecid­as, pero nadie embarga por el retraso de un pago que al final se hizo”, detalló Luis Vicente León, presidente de Datanálisi­s, que sostuvo que la declarator­ia de default por retraso difícilmen­te active una solicitud de aceleració­n de cobros del bono, “pues los tenedores adelantarí­an un default real que los afecta”.

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En Caracas, largas filas para extraer dinero de un cajero automático

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