Rumores de golpe en Zimbabwe
Los militares sacaron tanques a la calle tras la caída del vicepresidente
HARARE.– Los militares de Zimbabwe mostraron ayer los dientes y sembraron rumores de golpe, al sacar a la calle un puñado de tanques cerca de la capital del país, en una protesta contra las purgas que estaría practicando el régimen del longevo presidente Robert Mugabe.
Al menos seis tanques fueron vistos en los alrededores de Harare, la capital de esta ex colonia británica, un día después de que el jefe de las fuerzas armadas, Constantino Chiwenga, en una situación sin precedente, amenazara abiertamente con una intervención. El partido de Mugabe acusó ayer a Chiwenga de “conducta traidora”.
“Tanques rumbo a Harare entre rumores de golpe de Estado en marcha”, tituló el sitio de información The Zimbabwe Mail, tras conocerse declaraciones de testigos que afirmaron haber visto cuatro tanques desplazándose hacia la capital. Otros testigos vieron dos blindados más apostados a 20 kilómetros de la ciudad.
Flanqueado por los jefes de las distintas fuerzas, Chiwenga advirtió contra la purga que se estaría practicando contra los miembros más veteranos del gobierno, tras la destitución del vicepresidente, Emmerson Mnangagwa, que sonaba como sucesor del gobernante de 93 años.
Mnangagwa, un veterano de las guerras de liberación de Zimbabwe de la década del setenta contra los colonos racistas británicos, gozaba de una muy alta estima entre los militares. Su caída en desgracia despejó el camino para que la mujer del presidente, Grace Mugabe, de 52 años, con quien tuvo una discusión la semana pasada, quede primera en la línea de sucesión. Se trata de una jugada inaceptable para los uniformados, en particular para los que siguen en actividad desde la independencia y temen ser desplazados.
“Debemos recordarle a quienes están detrás de estos chanchullos desleales que cuando se trata de proteger nuestra revolución, los militares no dudaremos en intervenir”, dijo Chiwenga.
“La actual purga apunta claramente a miembros del partido con un pasado de lucha por la liberación y debe parar inmediatamente”, añadió el militar en referencia al ZANU-PF (Unión Nacional Africana de Zimbabwe Frente Patriótico).
Esa agrupación gobierna el país ininterrumpidamente, siempre con Mugabe al frente, desde la liberación de la antigua colonia ultrarracista blanca de Rhodesia del Sur (hoy Zimbabwe), después de haber vencido la dura resistencia de la minoría blanca.
Sus declaraciones fueron un ataque directo a la fracción del partido gobernante alineada con la primera dama, que desempeñó un papel determinante en la salida del vicepresidente luego de meses de ataques verbales.
Chiwenga agregó que debían ser expuestos los “elementos contrarrevolucionarios” que fomentan la inestabilidad, y que debía convocarse a un congreso extraordinario del ZANUPF para que sus integrantes puedan expresarse.
Desde Sudáfrica, el ex vicepresidente Mnangagwa dijo haber recibido amenazas que lo llevaron a salir del país. Una semana antes había advertido que “pronto controlaremos los resortes del poder en nuestro bello partido y país”.