Una banda lavaba hasta US$ 70 millones del cartel de Sinaloa cada semana
Es la estimación del flujo de fondos que manejaba un empresario que vive en Nordelta y está prófugo
La banda de narcolavadores que, según se investiga, compró propiedades en Nordelta habría canalizado entre 60 y 70 millones de dólares del cartel de Sinaloa por semana. Parte de ese dinero, según se sospecha, se trasladaba de forma ilegal a Uruguay, eludiendo los controles del Banco Central argentino.
Según la denuncia que dio origen a la investigación que derivó en los allanamientos realizados anteayer en cuatro barrios de la “ciudad- pueblo” de Tigre, “como medio de colocación de las divisas se usaban tres financieras que operaban en la city porteña. Esas divisas eran provistas por colombianos vinculados con el contador de Joaquín « Chapo » Guzmán, líder del cartel mexicano de Sinaloa. Con esta maniobra, las financieras movían de 60 a 70 millones provistos por los colombianos”.
Fuentes de la investigación indicaron que el empresario Hernán Westman sería uno de los acusados de ser el nexo entre los colom- bianos y dos narcos mexicanos, integrantes del cartel de Sinaloa y actualmente presos en los Estados Unidos. Su casa fue una de las propiedades allanadas en Nordelta.
Hasta anoche, Westman, que aparece como proveedor de servicios a distintas sociedades ficticias, estaba prófugo de la Justicia. El juez federal de Zárate- Campana, Adrián González Charvay, ya solicitó su captura y le dictó la prohibición de salida del país.
Aunque en la denuncia, realizada a partir de la declaración de un testigo de identidad reservada que vive en Nordelta, se hizo referencia a que la banda de narcolavadores movía entre 60 y 70 millones de dólares por semana, hasta ahora los investigadores judiciales tendrían acreditado que el grupo habría comprado bienes y propiedades por casi 10 millones de la misma moneda. Esa cifra es sólo un estimativo surgido de la valuación inicial de cuatro propiedades que fueron adquiridas en el exclusivo complejo de Tigre y de la compra de una avioneta, un yate, una moto y seis vehículos de lujo.
No obstante, los responsables de la pesquisa comenzarán a analizar la documentación secuestrada durante los 12 allanamientos realizados anteayer en Nordelta, el aeropuerto de San Fernando y la Capital.
Además de Westman, que se presenta como proveedor de servicios informáticos y piloto de avión, fueron acusados dos operadores inmobiliarios de la zona norte del conurbano y dos integrantes del entorno del ahora prófugo de la Justicia.
De Westman se sabía, anoche, que no había quedado oficialmente registrada su salida del país, aunque no se descartaba la posibilidad de que hubiera cruzado la frontera por algún paso clandestino. En el último año, su figura se hizo popular como un jugador de póquer; competía en torneos con premios millonarios, certámenes donde no se pregunta el origen de los fondos que se vuelcan en las apuestas.
“Westman aparecería como el supuesto cabecilla de una organización de empresas fantasma dedicadas al blanqueo de dinero vinculado al tráfico de cocaína líquida”, afirmó ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, en una conferencia de prensa.
Bullrich agregó que la banda en cuestión aplicó “un sistema de blanqueo de activos que se hizo [ efectivo] al llevar dinero a empresas de Uruguay; con el cambio oficial, unos 60 o 70 millones de dólares por semana”.
La investigación que derivó en la denominada operación Lago Tropical estuvo a cargo del personal de la División Lavado de Activos del Narcotráfico de la Policía Federal. Comenzó hace más de dos años con el secuestro de un cargamento de más de dos toneladas de cocaína líquida encontrado en el puerto mexicano de Progreso.