El avance de la reforma fiscal deja a Trump más cerca de un gran triunfo legislativo
Los republicanos en la Cámara de Representantes aprobaron el plan del presidente, que ahora debe pasar por el Senado
WASHINGTON.– Los republicanos en la Cámara de Representantes aprobaron ayer una amplia reforma fiscal, lo que los acercó a su primer gran triunfo legislativo bajo el gobierno del presidente norteamericano, Donald Trump.
La aprobación de la propuesta en la Cámara baja despertó esperanzas entre los republicanos de que Trump podrá cantar victoria luego de un año en que fracasaron sus numerosos intentos de eliminar la reforma del sistema de salud aprobada por su antecesor, Barack Obama.
La propuesta aprobada ayer, a un costo de 1,5 billones de dólares, reestructura el esquema de pagos para corporaciones y personas físicas. Fue refrendada por 227 votos a favor y 205 en contra.
Los demócratas informaron poco después que la versión presentada ante el Senado, según cálculos, le aumentará los impuestos a la gente de clase media y baja. Tales proyecciones, a la luz de reservas de algunos republicanos sobre el plan de su propio partido, revelan que la dirigencia aún enfrenta obstáculos para aprobar el plan, ante una sólida oposición demócrata.
Esta sería la primera reforma significativa del sistema de impuestos en Estados Unidos en tres décadas, un objetivo anhelado por muchos políticos republicanos que tildan los cambios como un estímulo a las familias, las empresas y la economía en general.
“Aprobar esta propuesta será lo mejor que podemos hacer para estimular la economía, para restaurar la oportunidad y para ayudar a las familias de medianos ingresos que están ahora en dificultades”, dijo el presidente de la Cámara baja, el republicano Paul Ryan.
En contra
Trece republicanos – entre ellos de California, Nueva York y Nueva Jersey– votaron en contra de la iniciativa, ya que elimina las deducciones para los impuestos locales y estatales, y limita a 10.000 dólares las deducciones por tenencia de propiedad. Entre los disidentes estaban Rodney Frelinghuysen, el presidente de la comisión de asignaciones de la Cámara, que afirmó que la medida “perjudicará a las familias de Nueva Jersey”.
Los demócratas fustigaron la iniciativa como poco más que un regalo para los ricos a expensas de los pobres.
“Los republicanos están apoyando una reforma fiscal que saquea los bolsillos de la clase media para abultar los de los más ricos y para darle generosas exenciones impositivas a las corporaciones que están exportando los empleos al extranjero”, denunció Nancy Pelosi, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes.
Tanto la versión de esa cámara como la del Senado reducirían la tasa de impuestos de las corporaciones ( de 35% a 20%) y los impuestos de algunos individuos, mientras que también recortarían algunas deducciones de contribuyentes individuales. Se estima que la reforma provocaría déficits de 1,5 billones de dólares en la siguiente década.
Antes de la votación, Trump se había reunido con los legisladores republicanos en el Capitolio para exhortarlos a que votaran a favor, aunque para entonces era evidente que los republicanos tenían los votos suficientes.