La Ciudad alargó plazos y mejoró el perfil de su deuda
Rescató 9 bonos a vencer en breve y colocó otro a 10 años
El gobierno porteño completó ayer con la emisión de un bono en pesos a 10 años, por el equivalente a US$ 402 millones, una operación de ingeniería financiera que había iniciado anteayer ( con el rescate de 8 títulos y canje de 9) y que le permitirá no sólo alargar el plazo promedio de su deuda, sino en especial vincular casi la mitad de ella a la moneda en la que recauda.
El Ministerio de Hacienda, a cargo de Martín Mura, había lanzado horas antes una propuesta para la recompra de 9 bonos ( en pesos a tasa variable y en pesos pero ajustables, según la variación del dólar) que esa administración había emitido años antes y vencían en el próximo año y medio, operación que financiaría con la emisión del nuevo bono.
El stock total sujeto a recompra sumaba el equivalente a US$ 643,2 millones, y esa primera etapa de la operación tuvo un nivel de adhesión cercana al 70%. “Se logró rescatar bonos por unos US$ 458 millones”, detalló el subsecretario de Financiamiento, Abel Fernández Semhan. Con ese aval de los inversores, la Ciudad puso en marcha la segunda parte de la operación que le permitió recolectar US$ 402 millones ( en partes casi iguales entre inversores locales y del exterior) con un nuevo título a vencer en febrero de 2028, y por el que pagará a sus tenedores una tasa de interés Badlar+ 375 puntos ( lo que supone un rendimiento del 26,375% a valores de hoy).
Pasos en dos frentes
“La tasa de interés estuvo en línea con la curva de subsoberanos y refleja que los inversores aprecian que la Ciudad haya cambiado el perfil de su deuda, dejando atrás el descalce de monedas y estirando el plazo”, valoró Marcelo Elbaum, analista de Allaria Ledesma & Cía.
“Buscaron reperfilar su deuda en dos sentidos, al alargar la duración de sus pasivos y aumentar la proporción en pesos. Y lo lograron: los títulos que recompraron representaban en total US$ 643 millones en vencimientos de capital hasta 2020 y otros US$ 100 millones en concepto de intereses. Son dos facturas que bajaron. Y si bien el monto del nuevo bono no sobrepasó las expectativas, lo que quedó claro es que buscaron privilegiar costo, algo que también lograron porque estuvo algo por debajo del esperado por el mercado”, destacó por su parte Agustín Álvarez, de GlobalAgro.
“La emisión del bono Badlar a vencer en 2028 no es casual: a partir de ese año, la Ciudad no cuenta con vencimientos de deuda importantes”, destacó en un informe Balanz Capital.
Con el cambio, el total de la deuda porteña, que tenía un 67% de exposición al dólar, la bajó al 53%. “Eso y la extensión de plazos es lo que buscábamos para tener los pasivos más calzados con nuestros ingresos, que son en pesos y un calendario de pagos más desahogado. Y se logró con un título emitido sin ningún tipo de garantía”, destacó Fernández Semhan.