Bill Orcutt, el mago sónico de la guitarra
ciclo ruido. El músico norteamericano se presenta hoy en el Cultural San Martín
sorprende la lista de guitarristas que enumera bill orcutt a la hora de pensar en influencias que considera decisivas. Por lo larga y, sobre todo, por lo heterogénea. empieza con Jimi Hendrix, uno de sus héroes principales: “Los primeros temas que quise aprender fueron los de él. me encanta la amplitud de su sonido, la fluidez de su fraseo y su concepto del tiempo en los solos. También su apertura al ruido y el feedback, la forma en que puede sonar completamente espacial y terrenal al mismo tiempo”. Y sigue con James blood Ulmer, derek bailey, Fred mcdowell, bo diddley, Captain beefheart, Johnny ramone, robert Quine, Lou reed y Joe strummer. “Johhny ramone es otro que apareció muy rápido como influencia – agrega el guitarrista nacido en miami–. Una de mis primeras guitarras eléctricas fue una copia de la mosrite que usaba él. Pasé muchas horas de mi adolescencia tocando temas de los ramones. Como tantos otros músicos, Johnny creó el mundo en el que yo quería vivir”.
orcutt se presentará por primera vez en la Argentina esta noche, a partir de las 21, en el marco de ruido, ciclo dedicado a la música experimental. el influjo del punk sobre su estilo no se agota en Johnny ramone. También cita a Joe strummer ( The Clash) y d. boon ( minutemen) como modelos: “después de aquella copia de la mosrite usé durante un tiempo una Fender stratocaster como la de Hendrix. Pero cuando vi a strummer con una Telecaster en la película durante mi primer año en la universidad me conseguí una muy rápido. Luego vi a d. boon con una igual y me di cuenta de que había tomado la decisión correcta”, dice.
el repertorio que orcutt trae a buenos Aires está basado en su último disco, el primero en el que usa solamente guitarra eléctrica para elaborar una música abstracta y climática que está bien lejos del noise salvaje de Harry Pussy, el proyecto que creó con su pareja, la baterista Adris Hoyos a mediados de los 90 y que fue calurosamente celebrado por figuras de la música alternativa como Thurston moore ( sonic Youth) y Lou barlow ( sebadoh, dinosaur Jr.). También habrá, adelanta él, “algunos standards más y menos conocidos”.
A pesar de centrar su interés en las exploraciones sonoras menos convencionales, orcutt dice que la melodía es importante: “Para un músico es parte de la narrativa. Como bien ha enseñado Aristóteles, nuestras historias deben tener un comienzo, un nudo y un desenlace, aunque no estén necesariamente en ese orden. Personalmente me encantan las melodías de varias capas, el palimpsesto. Para el caso, si uno es bueno, diez es mejor”.
La primera vez que orcutt tuvo una guitarra en mano fue cuando tenía apenas 12 años: “mis padres me compraron una acústica Yamaha porque estaban convencidos de que era bueno que tuviera una instrucción musical, pero no querían pagar por un piano. Fui a estudiar, pero era terrible para mí, no tenía ningún interés real. Unos años más tarde apareció mi interés por la música. Y la guitarra y yo nos convertimos en amigos inseparables”.
Artista dedicado a la experimentación y la investigación sonora, orcutt sostiene que desconoce casi por completo las expectativas de la audiencia: “en principio no existe una audiencia monolítica. ¿ Quién sabe lo que todas esas personas diferentes están esperando y si son necesariamente más felices cuando se cumplen sus expectativas? Tal vez prefieren que esas expectativas sean destruidas... Lo importante en un concierto es que todos sepan cómo estar felices. Que el artista esté feliz en el escenario haciendo lo suyo y que el público esté feliz escuchando, mirando sus teléfonos celulares o durmiendo una siesta. ¿ A quién le importa? es sólo música”.