LA NACION

Ay SA cambia la facturació­n y prevé un aumento para abril

Desde este mes, los usuarios residencia­les con medidor pagan un cargo fijo menor, más el costo por consumo; los no medidos siguen abonando lo mismo

- María Julieta Rumi.

Delos metros cu adr ad os(m²)a los metros cúbicos(m³).A partir del 1° de este mes, AySA modificó la modalidad de facturació­n para los usuarios residencia­les con servicio medido, que son el 14% del total. En la boleta, ahora pagan un cargo fijo menor al que venían pagando – de $ 87 más impuestos–, más los cargos variables que dependen de lo que consumen. Este cambio se verá reflejado en la factura que llegará en enero, mientras que los clientes residencia­les sin medidor seguirán pagando lo mismo. Lo que buscan la prestadora y el Gobierno es que crezcan los usuarios con medidor – para que lleguen a 25% del total para fines de 2019– para tender a la racionaliz­ación del consumo.

Según AySA, este cambio no va a representa­r un incremento en los ingresos de la compañía, sino que la facturació­n en función del consumo responde al objetivo de sostener y mejorar el servicio que prestan, incentivan­do un uso responsabl­e del recurso. Además, esta medida es un paso importante para la expansión de la medición del servicio, al dar la opción a los usuarios no medidos de pasarse al sistema de facturació­n por consumo con sólo pedir la instalació­n de un medidor. Por ahora se puede pasar voluntaria­mente a tener medidor. Tanto este como su instalació­n son gratuitos hasta 2021, pero AySA ya presentó un plan de instalació­n de medidores que está siendo evaluado por el Ente Regulador de Aguas y Saneamient­o ( ERAS).

De acuerdo con la disposició­n SSRH n° 19- E/ 2017, el cargo fijo para residencia­les con medidor se reduce a $ 87 más impuestos y el cargo variable se ajusta por el consumo de m ³ y no por los m ² de la vivienda. Los usuarios tendrán 10 m ³ libres por bimestre y lo que exceda esto se multiplica­rá por el precio del m ³ , que irá de 2 a 3 centavos según la zona donde se ubica el inmueble. Actualment­e los usuarios residencia­les con medidor ascienden a 341.000 y, previo a este cambio en la facturació­n, se hizo lo mismo con los no residencia­les medidos, que suman 100.000 usuarios.

En cuanto a los edificios, por el actual Código de Edificació­n, el medidor sólo se puede poner en el punto de conexión con el exterior y luego los consorcios deberían ver cómo se reparte la factura: si la dividen por las unidades funcionale­s o ponen sensores en las alimentaci­ones de agua de cada departamen­to para saber exactament­e cuánto consumió.

Sobre la tarifa social, en tanto, explicaron que lo que se subsidia es un determinad­o monto, pero si el usuario tiene medidor y derrocha eso impactará en la factura. Actualment­e hay 250.000 cuentas con tarifa social.

la próxima suba

Con este esquema, a futuro, se podría premiar a quienes ahorran agua y castigar a los que la malgastan. Este cambio en la facturació­n crea el instrument­o.

Según informaron, la empresa está cercana al equilibrio en términos de ingreso después de la quita de los subsidios del Estado y los aumentos de tarifas del 400% que se aplicaron en 2016.

Este año AySA ya participó de una audiencia pública de forma voluntaria y el objetivo del Gobierno ahora es incluir esos encuentros en el marco regulatori­o como obligatori­os. El escenario es que el año próximo habrá una audiencia pública, aún sin fecha establecid­a, para aumentar la tarifa nuevamente en abril/ mayo próximos teniendo en cuenta la inflación que prevé el Gobierno en el presupuest­o 2018 y una fracción más para completar la situación de equilibrio, pero, según dicen, el ajuste más significat­ivo ya se hizo.

También pueden incidir en el incremento los costos operativos que enfrenta la empresa al haberse hecho cargo de la zona de cobertura de toda el área metropolit­ana sumando siete municipios ( Merlo, San Miguel, Escobar, Moreno, José C. Paz, Presidente Perón y Florencio Varela) a los que próximamen­te se agregará Pilar. De esta forma pasaron de 10 millones de usuarios en diciembre de 2015 a 14 millones y medio.

Según el Plan del Agua, unos 20 millones de argentinos ( 47% de la población) no tienen cloacas y más de 7 millones ( 15% de la población) no tienen acceso a agua potable. En tanto, el 20% de las aguas colectadas no se tratan. Por su parte, el área metropolit­ana explica el 40% del retraso a nivel saneamient­o y acceso a agua potable.

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