LA NACION

Así calificó Burzaco su figura durante su declaració­n en el caso del pago de coimas.

fifAgAte. Por tercer día consecutiv­o, el nombre de la ex presidenta fue mencionado

- Rafael Mathus Ruiz

NUEVA YORK.– Cristina Kirchner volvió a aparecer, por tercer día consecutiv­o, en el juicio por el FIFAgate, el mayor escándalo de corrupción en la historia del fútbol. Alejandro Burzaco, el ex CEO de Torneos, dijo que utilizaron su nombre para registrar las coimas a dos ex funcionari­os kirchneris­tas del programa Fútbol Para Todos, porque “era como una reina y representa­ba al gobierno mismo”. Otra vez, dijo que nunca la sobornó.

La última aclaración de Burzaco sobre la ex presidenta y las coimas del programa Fútbol Para Todos llegó al cierre de su testimonio bajo juramento en un tribunal de Brooklyn donde se realiza el juicio de la megacausa por sobornos en el fútbol.

Durante cuatro días, Burzaco, testigo clave del caso, fue interrogad­o por abogados de los tres ex jerarcas del fútbol sudamerica­no acusados – José María Marin, de Brasil; Manuel Burga, de Perú, y Juan Ángel Napout, de Paraguay– y por el fiscal, Samuel Nitze, quien le hizo preguntas en dos ocasiones, al principio y después de los defensores. Ayer, uno de los abogados lo llamó “mentiroso serial”.

Burzaco reiteró ayer y anteayer que las coimas las recibían los ex funcionari­os kirchneris­tas, Pablo Paladino y Jorge Delhon. Su colaborado­r, Eladio Rodríguez, registraba esos pagos bajo el nombre “Cristina” en “hojas de cálculo” y “gráficos”, había dicho antes. El fiscal quiso saber por qué ese nombre funcionarí­a como un apodo, un “código”, en sus palabras.

“Porque en ese momento, cuando Eladio estaba haciendo su pago, Cristina Kirchner era como una reina y representa­ba al gobierno mismo, de la misma manera que en la organizaci­ón del fútbol, a través de los años, Julio Grondona era como el papa”, respondió Burzaco. “No le estaba pagando realmente sobornos al papa, ¿ verdad?”, preguntó Nitze. “No, señor”, respondió Burzaco, en medio de risas en la sala.

Durante su maratónico testimonio en un tribunal de Brooklyn, Burzaco desligó a la ex presidenta y a uno de sus principale­s colaborado­res, Aníbal Fernández, del pago de sobornos. Ayer, Nitze le preguntó otra vez si había coimeado a la ahora senadora electa. “Nunca”, fue la respuesta del ex ejecutivo de Torneos. La última vez que vio uno de los registros de Rodríguez, dijo, fue a principios de 2015. Burzaco afirmó que él acordaba las coimas, pero la persona a cargo de mover el dinero y llevar una bitácora de los pagos era Rodríguez.

El fiscal también trajo otro nombre que apareció en más de una ocasión: Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad del gobierno de Mauricio Macri y hermano del testigo. Un día antes, Burzaco había reconocido que su hermano figuraba en una cuenta suya con el banco Merril Lynch que abrió en 1992 o 1993 para que, en caso de que muriera, pudiera acceder a esos fondos. Antes había revelado que Eugenio Burzaco le advirtió que su vida corría peligro en la Argentina.

Burzaco se quebró cuando Nitze le preguntó si sus hijos estaban con él. Burzaco dijo que no. Nitze le preguntó si podía verlos cuando quisiera. El rostro del testigo se desencajó, y en sollozos contestó: “No”. “Y con su hermano, aun en la posición en la que está, ¿ es seguro para usted regresar a casa?”, preguntó el fiscal. “No”, respondió Burzaco. “¿ Le gustaría volver a casa algún día?”, continuó Nitze.

“Esa es mi esperanza”, fue su respuesta.

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