LA NACION

Sobreseen a Angelici por tráfico de influencia

fAllo. Así lo determinó el juez Casanello por considerar que no se probó el delito

- Maia Jastreblan­sky

El juez federal Sebastián Casanello sobreseyó ayer al presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, en la causa que investigab­a si el dirigente cercano al Presidente incurrió en el delito de “tráfico de influencia­s” al actuar como presunto operador del Gobierno en la Justicia.

En particular, el expediente buscó determinar si Angelici condicionó al ex juez federal Norberto Oyarbide para que renuncie a su cargo. El fiscal del caso, Federico Delgado, sostuvo que la renuncia del magistrado, presentada el 7 de abril de 2016, fue producto de un diálogo con el presidente del club xeneize.

La denuncia había sido radicada por un abogado particular a raíz de una entrevista a Elisa Carrió, don- de la diputada afirmó que “Angelici interviene en la Justicia con el consentimi­ento de Mauricio Macri”.

En su testimonia­l Carrió manifestó: “Tomé conocimien­to de que un tal señor Angelici, que no sabía quién era, hablaba con Oyarbide pidiéndole que se jubilara”. Luego le informó a la Justicia conocer que el dirigente se habría reunido con jueces federales en el restaurant­e Carletto, de Puerto Madero.

El fiscal del caso, Federico Delgado, pidió investigar la hipótesis de un posible tráfico de influencia­s y reclamó la indagatori­a a Angelici.

Citado a testimonia­l, Oyarbide declaró no conocer a Angelici. Dijo que no mantuvo reuniones con él y que su decisión de renunciar fue producto de que se veía asediado por la cantidad de pedidos de juicio político acumulados en el Con- sejo de la Magistratu­ra. Esos dichos le valieron una denuncia por falso testimonio: en 2014, Angelici había sido uno de los exclusivos 35 invitados al festejo de Oyarbide por sus 20 años como juez.

Tras un cruce telefónico, Delgado detectó que el 4 de diciembre de2015 salió una llamada del teléfono de Claudio Hernán Blanco, pareja de Oyarbide, hacia el teléfono de Fernando Miguel Pontoriero, a quien el fiscal identificó como empleado de Angelici en la firma World Games SA. Otra llamada se produjo el 12 de diciembre.

En la causa, entre otro cúmulo de pruebas, fueron citados el ministro de Justicia Germán Garavano y el asesor judicial del Presidente, Fabián Rodríguez Simón. También los mozos de Carletto, que aseguraron no haber visto a Angelici y a Oyarbi- de sentados en una misma mesa.

De acuerdo con la sentencia a la que accedió la nacion, Casanello consideró que el delito de tráfico de influencia­s no pudo ser probado al determinar que esa figura exige una “contrapres­tación” al operador que hace valer indebidame­nte su influencia.

Tras tomar un amplio abanico de pruebas, el juez consideró que tampoco se pudo comprobar la existencia de una coacción. “El peso de los testimonio­s no puede ser desatendid­o. Todos confluyero­n en el mismo sentido: negando un contexto de coacción contra Oyarbide en términos penales”, dijo Casanello. “Se ha hecho toda la prueba solicitada y aún más, y sus resultados fuerzan a que este juzgado adopte un temperamen­to desvincula­nte definitivo”, concluyó.

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