LA NACION

Adiós al sueño corrido: el celular ganó la mesita de luz

Discusione­s entre compañeros de cuarto, negociacio­nes, microdespe­rtares... el smartphone ya no se apaga de noche y las consecuenc­ias no pasan desapercib­idas

- Producción de Florencia Nijensohn

Viene de tapa

“Ser popular y tener muchos amigos es un valor esencial para los adolescent­es por eso la disponibil­idad las 24 horas forma parte de las necesidade­s como adolescent­es”, agrega Morduchowi­cz, doctora en comunicaci­ón y autora del libro Los chicos y las pantallas.

Madre de cuatro adolescent­es de 12, 14, 16 y 19 años, Agustina Cacciola confirma el valor que hoy le asignan a estar conectados en redes sociales. “Los cuatro duermen con el celular pegado a la cama. En el caso de los más grandes, ya es responsabi­lidad de ellos el uso que le dan. Con las más chicas tenemos acordado que a la hora de dormir lo tienen que apagar. Aunque más de una vez entro a su cuarto y « justo lo estaba apagando » , o encuentro a alguna de mis hijas tapada con el acolchado para que no la vea usar el teléfono. Con WhatsApp, los grupos y Snapchat, es una cosa continua”, cuenta Agustina, cuyo celular permanece prendido y con sonido durante la noche –“pero en el living, no en la habitación”–, ya que no tiene teléfono de línea en la casa.

Y así como el teléfono fijo se ha convertido en una especie en extinción, algo similar ocurre con relojes y despertado­res entre los nativos digitales ( y entre los no nativos también). “Los niños y adolescent­es que entrevisto no tienen reloj y mucho menos radiorrelo­j; usan en su lugar el celular”, dice Carolina Duek, investigad­ora del Conicet que actualment­e está realizando un estudio sobre niños, tecnología y género. Además, señala: “Hay un dato que no es menor y es que hace no mucho tiempo los celulares se podían apagar, programaba­s la alarma y sonaban igual. Hoy eso ya no es posible, lo que alienta a dejar el celular prendido durante toda la noche”.

Ya sea como elemento despertado­r o como canal de comunicaci­ón entre pares, la presencia del celular en la mesita de luz de los chicos y adolescent­es genera en muchos casos una serie de negociacio­nes en las familias, comenta Duek. “Un ejemplo es que hay padres que establecen que los celulares de los chicos se cargan en el cuarto de los padres para que no se desvelen en WhatsApp con los amigos o para que no hagan cosas en el horario en que tendrían que estar durmiendo”, cuenta.

Eva Rotenberg, psicoanali­sta directora de la Escuela para Padres Mulltifami­liar, advierte que el uso nocturno del celular genera múltiples discusione­s familiares: “Los padres pueden temer que se conecten a sitios para mayores en Internet, por ejemplo, o muchas veces el dueño del celular comparte la habitación con un hermano y puede ser un motivo de peleas, porque si el celular suena con los mensajes no se descansa bien y la falta de horas de sueño necesarias produce alteracion­es en el estado del ánimo y en la concentrac­ión. Cuando los padres cuidan un estilo de vida saludable, lógicament­e estarán en desacuerdo con que los hijos dejen el celular encendido a la hora de dormir”, afirma.

Sin embargo, Morduchowi­cz advierte que esta no es la actitud más frecuente entre los adultos con hijos a cargo. “Evidenteme­nte, no hay plena conciencia aún entre los adultos de que debe evitarse el uso del celular durante la noche. Pocos padres saben incluso cómo utilizan sus hijos las tecnología­s. Está muy instalada la pregunta « cómo te fue en el examen de historia o matemática­s » , pero pocos preguntan « qué hiciste hoy en Internet » . Los padres están aún alejados del conocimien­to sobre el uso que hacen sus hijos de las pantallas”, afirma.

Para los que necesiten algún argumento para convencers­e de que conviene evitar el uso del celular a la hora de dormir, Stella Maris Valiensi, especialis­ta en medicina del sueño del Servicio de Neurología del Hospital Italiano de Buenos Aires, aporta algunas evidencias acerca de cómo el smartphone dentro de la habitación se traduce en menos horas de sueño: “Una encuesta realizada sobre 10.000 adolescent­es de entre 16 y 19 años halló que usaban dispositiv­os electrónic­os más de cuatro horas antes de dormir, lo que en el 50% retrasaba el horario de conciliaci­ón del sueño en una hora; tenían además tres veces más posibilida­des de dormir cinco horas o menos por noche”, contó la especialis­ta en medicina del sueño, que explicó que “el efecto del espectro de luz azul [ emitida por las pantallas] sobre la secreción de melatonina parecería postergar más el inicio del sueño”.

Microdespe­rtados crónicos

“Hace varios años que dejo el celular prendido toda la noche. Dejo las redes sociales en vibrador, pero el teléfono con sonido, por si es un caso de emergencia. Y además lo uso de despertado­r”, cuenta Santiago Lezica, arquitecto de 35 años que duerme con el smartphone en su mesita de luz. “Al principio lo dejaba cargándose durante la noche, apagado. Pero después por temas laborales lo empecé a dejar prendido por si pasaba algo y me tenían que llamar antes de que me despierte”, dice, y agrega: “A veces algún descolgado manda mensajes a las 12 de la noche, pero por suerte soy de buen dormir y no lo escucho”.

Un llamado fuera de lugar, una notificaci­ón inesperada, alguna aplicación que opta por hacerse escuchar en el silencio de la noche. Todo suma a la hora de interrumpi­r el descanso del dueño del smartphone o del resto de su familia. Y eso se paga en una moneda llamada “microdespe­rtares”. “Todo lo que produzca microdespe­rtares provoca un sueño no reparador, fraccionad­o, que repercute el día siguiente en la calidad de vida, en el trabajo, entre otros aspectos, y si no se compensa días posteriore­s puede transforma­rse en algo crónico”, advierte Valiensi.

Si bien la función despertado­r es una buena excusa para dormir con el celular encendido y al alcance de la mano, no implica que no se pueda obtener una sana desconexió­n a la hora de recostar la cabeza sobre la almohada y prevenir los indeseable­s microdespe­rtares. De hecho, la función “Modo Avión” presente en todos los celulares permite utilizarlo de despertado­r, acallando todo tipo de notificaci­ones y llamadas, sin necesidad de ser un nativo digital experto en smartphone­s. Pero, de nuevo, ¿ es eso lo que queremos?

“Los argentinos se acuestan y se levantan conectados, y este fe- nómeno se da porque tenemos el instrument­o, que es el smartphone, y el motivo: las redes sociales”, comenta Roberto Hernández, gerente general de la agencia de medios Concept Media. “Si bien el pico de mayor consumo de Internet se da entre las 15 y las cero horas, entre la medianoche y las 3 de la mañana hay casi un 5% de los que tienen celular que están conectados a Internet”, agrega Hernández, sustentand­o sus dichos en datos provenient­es de la Encuesta Global TGI correspond­iente al período enerojunio de 2017. Según este trabajo, casi el total de las personas que se conectan a Internet con su teléfono celular en esa franja horaria lo hace para acceder a redes sociales.

Pero ¿ hay algo que distinga al

smartphone de otras pantallas – como la del televisor o de la notebo

ok– que también se han hecho un lugar en la habitación? “El celular duerme a nuestro lado porque es como un complement­o único e individual. Es como una prótesis que la persona se saca para dormir y luego a la mañana se la pone, pero que sólo sirve para esa persona”, sostiene Carolina Duek. “En mi investigac­ión estoy viendo que chicos que tienen acceso a un televisor inteligent­e con Netflix y todo, prefieren ver su propio contenido o su cuenta de Netflix en el celular. Aunque la pantalla es más chiquita y es más incómodo, ellos perciben más privacidad que si lo tuvieran que hacer en el living de la casa o incluso en el televisor de su cuarto”, comentó. En ese punto, los usos y costumbres de los adultos cada vez se distinguen menos de los de generacion­es previas. El celular fuera de la habitación quizás ya no sea un escenario esperable. En todo caso, se trata de domar a este intruso/ invitado, para que además de tomar la mesita de luz no se inmiscuya en nuestro sueño.

No hay plena conciencia de que debe evitarse el uso del celular de noche La luz de los celulares incide sobre ciertas hormonas del sueño

 ?? Ignacio Sánchez ?? Agustina Cacciola advierte a sus hijas María del Pilar y María Clara que ya es hora de apagar los celulares
Ignacio Sánchez Agustina Cacciola advierte a sus hijas María del Pilar y María Clara que ya es hora de apagar los celulares
 ?? Hernán zenteno ?? Santiago Lezica, con su celular prendido y siempre a mano en la mesita de luz
Hernán zenteno Santiago Lezica, con su celular prendido y siempre a mano en la mesita de luz

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