“El clutch es un producto de vanguardia”
Fernanda Giménez y romina Parra. Hace un año crearon la firma Cavanha; diseñan minicarteras de acrílico y las venden online
– ¿ Cómo surgió este emprendimiento?
– Somos amigas desde los 6 años y en una fiesta surgieron las ganas de hacer algo juntas. Nuestra idea original fue diseñar vestidos a medida y a pedido, pero al poco tiempo nos dimos cuenta de que iba a ser muy difícil llevarlo a cabo porque técnicamente era más complejo, costoso e íbamos a necesitar una modista, que implicaba trabajar en conjunto con alguien más además de nosotras. Nos dimos cuenta de que no iban los vestidos y al otro día estábamos haciendo clutches, accesorio que nos daba infinitas posibilidades a nuestro alcance.
– Inicialmente, ¿ cómo dieron a conocer sus productos?
– Trabajamos 100% en Instagram. Es nuestro principal canal de difusión y nos jugó a favor desde un principio sin invertir en publicidad porque no teníamos la capacidad financiera para hacerlo. La aceptación fue al instante y se dio todo muy rápido. El producto impactó solo. Automáticamente recibimos muchas consultas sobre precios y al mismo tiempo nos escribieron estilistas, influencers y celebrities para utilizar nuestros clutches y eso nos ayudó muchísimo.
– ¿ Con qué inversión empezaron?
– Trabajamos paralelamente de manera freelance y, durante el primer semestre, producir implicaba sacar plata de nuestro sueldo. Además, todo lo que se vendió lo reinvertimos para armar una buena producción de fotos, realizar más muestras, mejorar la logística de envíos a todo el país y también seguir desarrollando y mejorando el producto. Luego de un año de trabajo, podemos decir que la marca logró sustentarse por su cuenta: la plata que ingresa por la venta online, se vuelve a reinvertir en Cavahna y así crece día a día.
– ¿ Cómo se imaginan en el futuro?
– Nos encantaría lograr y llevar a cabo todas las etapas implicadas en la creación del producto, desde el diseño, pero también el ensamble de las piezas. Soñamos con tener un espacio propio que sea taller de producción y a la vez showroom.
– ¿ Qué hace únicos a sus productos?
– Además del diseño, que son realizados y ensamblados artesanalmente. Cada modelo se completa con piezas únicas e irrepetibles: piedras pinita, amatista, cuarzo bipolar en tonalidades. Los engarces están realizados en alpaca por un joyero y llevan cierre imantado. Probamos mucho hasta llegar al producto que queríamos. Los precios rondan entre $ 3200 y $ 3800.
– ¿ Cómo organizan el trabajo?
– Juntas o desde nuestras casas, estamos siempre conectadas. Vemos qué diseño se puede traducir en un clutch y proponemos ideas. Una vez que definimos el diseño, lo mandamos al taller para que se termine de gestar. Nos organizamos para estar en todo: desde seleccionar y comprar materiales, llevarlos a nuestro proveedor, hasta enviar los productos que se compran online.
– ¿ Cuánto les aportó, o no, la formación profesional que tenían?
– Tenemos una formación y experiencia en común: las dos estudiamos diseño gráfico y durante muchos años trabajamos en branding y comunicación. Sabíamos que teníamos el potencial para generar un producto visualmente muy atractivo y, a la vez, para comunicarlo de la mejor manera. También, a las dos nos gusta mucho el arte y la moda, creemos que la fusión de las tres patas – el diseño gráfico, el gusto por la moda y el arte– nos aporta mucho para crear nuestros propios diseños.
– ¿ Su próximo paso?
– Pronto vamos a lanzar una línea mucho más trabajada en cuanto a terminaciones, funcionalidad y practicidad. Queremos que el clutch se adapte a todo momento y que no sea sólo para ir a un fiesta o casamiento. Estamos trabajando en lograrlo innovando en la forrería e incorporando el uso de la correa sin que pierda la esencia de ser un clutch.