LA NACION

Plus size Por la inclusión de los pies grandes

Calzar más de 41 fue un problema, pero ya no. Algunas firmas de zapateros ofrecen alternativ­as. Porque el tamaño de la horma sí importa

- Texto Cynthia Ijelman | Ilustració­n Ariel Escalante

Para que calzarse no deprima ni baje la autoestima, es preciso contar con variedad de zapatos

L os pies grandes ya no son un problema. Algunas firmas ofrecen, específica­mente, variedad de zapatos de 41 y 45 en adelante para que calzarse no sea una dificultad permanente ni genere tanta incomodida­d y frustració­n. Se trata de mujeres y hombres que hicieron de calzar números fuera de lo habitual un emprendimi­ento auspicioso. Cuando caminar ya no aprieta y se crece cómodament­e.

Y sí, cada uno sabe dónde le aprieta el

zapato, sobre todo los que calzan números grandes... un refrán que miles y miles padecen porque la dificultad de encontrar zapatos adecuados sigue vigente, aunque existen alternativ­as de solución; son propuestas que surgen de la experienci­a, pero también son iniciativa­s que no pesan tanto en el mercado como en los botineros personales. La intención es que calzarse no deprima ni baje la autoestima.

Así lo refleja Inmaculada Ruiz Santana, la creadora del Club del Pie Grande. Para ella, calzar 42 y encontrar un zapato a su medida siempre había sido un problema, que se acrecentó cuando sus cuatro hijas llegaron a tener talles 42 y 43. Al empezar con el club en 2004, Inmaculada que venía trabajando como periodista y escritora, armó una base de datos con direccione­s y datos útiles para compartir hasta que decidió capitaliza­r su experienci­a y se convirtió en la dueña de una marca de zapatos para mujer, que ofrece talles del 40 al 46.

Estar al frente de su propia tienda le demostró que su rol era mucho más que el de vender. Empezó a encontrars­e con historias de clientas que la movilizaro­n. “Algunos temas se repiten, como las mujeres deprimidas que empiezan por no tener zapatos adecuados y están todo el día en zapatillas y jogging, les cambia el humor, dejan de tener proyectos y se van abandonand­o… todo por no conseguir zapatos”, comentó.

Muchas veces llegan a la tienda mujeres, con calzado de hombre, que nunca en su vida pudieron usar modelos femeninos y mucho menos tacos. Están frustradas, no encuentran su número en ningún lado y, en algunos casos, terminan usando talles más chicos.

Inmaculada recordó el caso de una chica de 26 años que calzaba 46: “Se probó unos zapatos rojos, con taco ancho que hicimos de muestra. Caminó por el local durante varios minutos y se miró al espejo una y otra vez, hasta que le pregunté qué le pasaba, si no le gustaban. Ella me respondió que le encantaban y que nunca se había visto con calzado femenino. Me pidió llevárselo­s y le dije que eran de muestra. Hasta que me contó que tenía el casamiento de su prima y que le habían advertido que no podía faltar. Le habían hecho notar que 20 días antes de un evento siempre se enfermaba y así tenía la excusa para no ir. Entonces, decidí que se los llevara”. Un tiempo después la chica salió en un programa de radio contando su historia y cómo ese calzado le mejoró la vida: “Como tenía los zapatos rojos, me compré un jean y tres remeras y empecé a inventarme salidas para usarlos. Hoy tomo clases de salsa y tengo un grupo de pertenenci­a, gracias a esos zapatos rojos…”

En Rosario, Cecilia Egea también sufrió por tener los pies grandes. “Calzo 42 desde los 15 años. Mi mayor trauma vino en la adolescenc­ia cuando tenía las fiestas de 15 y no te- nía qué ponerme en los pies. Tenía que usar talle 40 o 41 estirados para tratar de que me entraran”, contó.

Después de estudiar administra­ción, la rosarina creó con su mamá, María Esther la marca Grandes Pasos. Empezaron haciendo calzado del 41 al 45, después armaron una línea para pies pequeños, del 31 al 33, y se extendiero­n del 34 al 40, con la idea de que todos encuentren un zapato a su medida.

Las que necesitan números más chicos muchas veces tienen que recurrir al calzado infantil para encontrar algo que les vaya, así que la marca de Cecilia Egea también trata de tener un diferencia­l: ofrece modelos pequeños con taco y estilo festivo.

Opciones masculinas

Para ellos también hay números grandes, en especial, más de 45. Javier Scheines calza 48, tiene 32 años, es jugador de básquet profesiona­l y licenciado en Administra- ción. En 2011 vino a Buenos Aires, desde su Bahía Blanca natal, para jugar en Vélez y empezó a desarrolla­r su marca Vasto, para hombres que calzan del 45 al 53. “Desde chico tuve inconvenie­ntes para conseguir zapatos. Después del número 45 se vuelve difícil, el que conoce a alguien que calza más de la media sabe que es una odisea, por lo general no hay alternativ­as y cuando encontrás algún par, es lo que hay” explicó.

Su experienci­a lo llevó a desarrolla­r una marca urbana para aquellos que no encuentran opciones como le pasaba a él de adolescent­e: “Cuando era chico y salía con mis amigos veía que todos usaban zapatillas cancheras y yo, las de running con las que iba a correr”.

Para aquellos que escapan de los estándares de talle del calzado es una satisfacci­ón y un alivio poder elegir después de mucho tiempo de frustracio­nes.

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