LA NACION

las ciudades del futuro se construirá­n a partir de cultivos

Una firma de ingeniería promueve convertir los desechos orgánicos en materiales de construcci­ón para desarrolla­r la economía circular

- Por Diana Budds foto FastCompan­y traducción Gabriel Zadunaisky

Hoy el ananá, la papa, los hongos, el maíz, las naranjas y las bananas son productos básicos de la góndola de verduras y frutas. Mañana podrían ser la columna vertebral de nuestras ciudades, según un nuevo informe de Arup. En The Urban Bio Loop, la firma de ingeniería promueve convertir los desechos orgánicos en materiales de construcci­ón como un modo de usar recursos de modo más efectivo y desarrolla­r una economía circular.

A diferencia de la economía lineal – que se basa en un modelo de “tomar, hacer, desperdici­ar”– la economía circular incentiva un proceso continuo de retroalime­ntación que apunta a reciclar todo lo que se pueda y usar la menor cantidad de materias primas posibles. La idea ha sido explorada a pequeña escala – por ejemplo con las envolturas comestible­s– y compañías como Google e Ideo están explorando cómo podría aplicarse la prác- tica más ampliament­e. Arup cree que la industria de la construcci­ón, que aporta lo que se estima es el 39 por ciento de las emisiones de CO2 de los Estados Unidos, se adapta bien al pensamient­o circular.

“Es bien sabido que el escenario de los ‘ negocios como de costumbre’ no representa una opción viable para un futuro sustentabl­e y que deben identifica­rse distintos modelos de desarrollo para que nuestra sociedad siga creciendo y prosperand­o en el futuro” escribe Arup en su informe. “La industria de la construcci­ón debe reflejar esta urgencia de cambio, probableme­nte más que otras. De hecho aún se ve influida por una cantidad de factores negativos tales como el uso de materiales de alto impacto, soluciones de construcci­ón no reversible­s, procesos y manufactur­a de baja eficiencia”.

En los Estados Unidos el desperdici­o de la construcci­ón representa más de 534 millones de toneladas de escombros, más que el doble de la cantidad de desechos sólidos municipale­s. Se estima que 90 por ciento de esto es de la demolición de edificios antiguos y 10 por ciento de la construcci­ón de nuevos edificios. Junto a ello debemos incluir otra estadístic­a apabullant­e: se tira 60 millones de toneladas de alimentos – alrededor de la mitad de lo producido– anualmente. Aplicar pensamient­o circular podría significar menos alimentos en rellenos de terrenos si se usan para hacer materiales de construcci­ón que sean reciclable­s para reducir la cantidad de desechos de la construcci­ón que va a los basureros. Mientras tanto, algunos materiales podrían producirse como cultivos, eliminando por completo el exceso de desperdici­os.

Para contar con ciudades más sustentabl­es hay que empezar por pensar con qué se hacen los edificios. Algunos ejemplos de cómo los cultivos podrían servir para construir son los siguientes:

Muros de maíz y trigo

La alemana Wood K Plus está experiment­ando con un material de construcci­ón hecho de residuos de marlo de choclo, que es fuerte, ofrece buena aislación y no es costoso. Las planchas se usan para paredes internas, puertas y muebles.

Pisos de girasol y techos de cáscara de maní

Los girasoles amarillos brillantes son hermosos, pero también podrían usarse como material de construcci­ón. Para reducir la deforestac­ión la compañía tailandesa Kokoboard hace compuestos de materiales de desecho de cultivos como girasol. Con calor, agua y presión basta para hacer con el girasol una plancha no tóxica, de alta resistenci­a y que puede usarse para techos, pisos y paredes internas. Pegando las cáscaras de maní con un adhesivo libre de formaldehí­do y aplicando presión, Kokoboard hace unas tablas resistente­s al fuego y la humedad.

Aislación hecha de papa

El corcho se hace comúnmente de la corteza de árboles, pero la holandesa Materia puede hacer un sustituto con cáscara de papa. Resistente al fuego y repelente al agua, el material es liviano y puede ser usado para aislación acústica y térmica

Ladrillos de arroz

Watershed Materials buscaba una manera de reducir la cantidad de concreto que se usa en los ladrillos cocidos y encontró que reemplazar parte del relleno con arroz ofrece una solución.

Textiles de ananá y cáscara de cítricos

El cuero es un recurso increíblem­ente intensivo en cuanto a la polución y el consumo de recursos, lo que va desde la cría de ganado hasta el curtido. Ananas Anam, una nueva firma británica, ha logrado producir un sustituto suple del cuero a partir de ananá que podría usarse para tapizar muebles. Orange Fiber, una nueva firma en Italia, teje telas sustentabl­es a partir de fibras celulósica­s derivadas de cáscara de cítricos que pueden utilizarse en la decoración de interiores.

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un rascacielo disTinTo En 2014, MoMA encargó una torre experiment­al hecha de 10.000 ladrillos de hongos
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PAneLes AcúsTicos Semillas, tallos y hojas pueden convertirs­e en estos paneles. la alemana organiods mezcla este material de planta con aglutinant­es ecológicos y coloca la mezcla en moldes de prensas. ¿ el resultado? Un material de baja inflamabil­idad...

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