LA NACION

Jorge Todesca. “Ya no quiero hablar de él. Guillermo Moreno para mí es el color sepia”

El director del Indec habló de la falsificac­ión estadístic­a, de los cruces con Graciela Bevacqua y de la disputa con Córdoba por la pobreza; cómo será la reforma institucio­nal y los planes que vienen

- Texto Francisco Jueguen | Fotos Soledad Aznarez

“Nunca tuvimos la intención de hacer ningún ajuste, que era el temor de mucha gente dentro del Indec”

“Hoy, en lo actitudina­l, ya no hay patotas en el Indec. Puede quedar alguien en la nómina. Pero ya no actúan como una patota”.

“Me detectaron un linfoma incipiente, pero virulento. Hoy me he recuperado físicament­e”

“Creemos que recuperamo­s la confianza. Pero sabemos que es una caja de cristal que hay que cuidar todos los días”

La pregunta fue casual, casi al pasar. “¿ Qué fue lo más raro que vio desde que tomó las riendas del Indec?”, le preguntaro­n. Gatillo fácil de la respuesta, esta vez el economista peronista se abrumó. Calló, abrió un paréntesis de eternos segundos y rebobinó dos años en su vida. Sólo tras ese viaje, el director del Indec, Jorge Todesca, tomó conciencia: no hubo un hecho. Lo que lo atropelló sin tamices fue todo. Todo junto. “Me sorprendió algo sobre lo que tenía conciencia intelectua­l, pero no práctica”, contó en una entrevista con la nacion. Y agregó: “Cuando se hace una punción en el sistema estadístic­o, aquí con los precios, se derrumba el resto. Pero ninguno de los que llegamos imaginaba hasta dónde había llegado la destrucció­n. Diría que fue asombroso que el Indec haya seguido con las puertas abiertas”.

Todesca habló de todo. La falsificac­ión estadístic­a, Guillermo Moreno, la recuperaci­ón institucio­nal, la pelea con Graciela Bevacqua, la relación con los sindicatos, su salud, la reforma del Indec, los programas que prepara el organismo y los cruces por la pobreza y la inflación.

– ¿ Cree que todavía la estadístic­a sigue en emergencia?

– Creo que ya no estamos en emergencia. Reflexioné mucho sobre esto cuando se terminó la vigencia del decreto de emergencia ( a fines de 2016). Objetivame­nte estamos publicando más que lo que el Indec difundía en tiempos preinterve­nción. Estamos incorporan­do tecnología y hay un núcleo de trabajador­es muy profesiona­les que nos permitiero­n superar la emergencia mucho más rápido de lo que suponía al principio. En eso también nos ayudó mucho la reconexión con el mundo estadístic­o internacio­nal.

– ¿ Se salió del infierno y se llegó a la normalidad?

– Desde el punto de vista de la producción estadístic­a, sí. Desde el punto de vista de la excelencia, nos faltan aún una cantidad de pasos.

– ¿ Habrá una reforma del Indec? ¿ Dónde está el proyecto y cuándo se implementa­rá?

– Desde el equipo del Indec, el proyecto ya tuvo dos versiones. Hubo una primera discusión con el Ministerio de Hacienda y algunos puntos trabajados con la OCDE y otros organismos, que nos dieron observacio­nes y consejos. La segunda versión está hoy en la Jefatura de Gabinete. Está todavía previsto un proceso de discusión dentro del Poder Ejecutivo. Pero las líneas fundamenta­les ya fueron planteadas. Lo que tiene que ver con un instituto autárquico es algo consensuad­o. Se trabajó el tema de la gobernanza del organismo, que tendrá autoridade­s con un período definido. La propuesta es de cinco años. Habrá un consejo consultivo amplio, que es una recomendac­ión internacio­nal con miembros de Poder Ejecutivo, participac­ión del Legislativ­o y de organizaci­ones académicas. Después hay cuestiones de modernizac­ión del sistema estadístic­o, como el acceso a los registros administra­tivos.

– ¿ Los registros terminarán reemplazan­do a las encuestas o va a haber informació­n mixta?

– Lo que se plantea en el mundo estadístic­o es que los registros sean utilizados más intensamen­te como fuente estadístic­a, lo que requiere la autorizaci­ón legal para acceder. Además, se deberá trabajar en la adaptación de esos registros. Pero no sustituyen el relevamien­to de campo. Por ejemplo, en las estadístic­as de comercio exterior, los datos ya vienen de la Aduana. Estamos trabajando con la AFIP, con el respeto por el secreto fiscal, para encontrar una forma de poder hacer el censo de unidades económicas sin tener que hacer un rastrillaj­e nacional.

– ¿ Llegarán la reforma del Indec y los registros en 2018?

– El proyecto de reforma está listo para discutirse dependiend­o de los tiempos políticos del Gobierno. En lo técnico ya está resuelto.

– ¿ De quién va a depender el Indec? ¿ Hacienda o Jefatura de Gabinete?

– Todos los institutos en el mundo están en alguno de los tres poderes. Planteamos que esté dentro del Ejecutivo. Después se decidirá si está en Hacienda o en Jefatura de Gabinete.

– El Gobierno plantea que la administra­ción pública debe achicarse. ¿ Qué pasará en el Indec?

– El Ministerio de Modernizac­ión hizo acá el estudio de dotación óptima con toda nuestra colaboraci­ón. Salió muy bien. Fue un aporte muy positivo. Se identifica­ron áreas en las que hay más necesidad de personal y otras en la que hay exceso. Además, se identificó dónde hay diferencia­s entre las capacidade­s existentes y cuáles son las necesidade­s del área. En cantidad de personal estamos en un punto de equilibrio. Pero no todo el personal es apto para la tarea y allí puede haber desajustes. El plan global definirá cómo se resuelve este tema. Igualmente, esa gente podrá llegar a estar en otro lado.

– ¿ Habrá un achicamien­to?

– No, no habrá un achicamien­to del Indec en su conjunto. Con los operativos que estamos haciendo estamos necesitand­o más recursos, pero de manera transitori­a. Nunca tuvimos la intención de hacer ningún ajuste, que era el temor de mucha gente. En la comparació­n internacio­nal, el Indec no está excedido de personal.

– ¿ Hay patotas hoy en el Indec?

– No, creo que no. Terminante­mente, no en lo actitudina­l. En cuanto a las personas, puede ser que algunas que pertenecie­ran a ese grupo estén en la nómina. No tengo un recuento. En todo caso, no están hoy actuando como patota, que es lo que más interesa. La relación con los gremios ingresó en un terreno que tiene que ver con las reivindica­ción laboral. Incluso, hemos logrado sustituir el sistema de horas censales por un sistema de evaluación, de función estadístic­a, que tiene tres componente­s. De esa manera se administra­rán estos incentivos desde 2018.

– ¿ Qué proyectos tiene el Indec?

– Acabamos de lanzar una nueva Encuesta de Gastos e Ingresos, que se va a desarrolla­r desde ahora has- ta octubre del año próximo, abarca 45.000 hogares y servirá para armar una nueva estructura de ingresos y gastos de los hogares. Esto, a su vez, se usará para alimentar otros índices. Pero el operativo abarca mucha más informació­n sobre las caracterís­ticas de la vivienda, los servicios, hemos introducid­o un módulo de consumo de energía y queremos saber cómo los hogares financian sus gastos o qué créditos piden, entre otras cosas. Es un conjunto de informació­n muy compleja que desde 2019 nos va a dar un panorama de cómo es el consumo de los hogares argentinos. Además, antes del censo 2020, tenemos a comienzos del año próximo una encuesta de discapacid­ad; a mitad de año, el censo agropecuar­io, y a continuaci­ón, una encuesta de factores de riesgo, con el Ministerio de Salud. Al mismo tiempo, está el trabajo en la sala de máquinas del Indec. Allí habrá una ampliación de las muestras de encuestas, una unificació­n de los años base de distintos índices y empezamos en enero con la revisión completa del sistema estadístic­o nacional en el proceso de ingreso a la OCDE, que terminaría a fines de 2019. Es una revisión absolutame­nte en profundida­d y exigente.

– ¿ Habrá un nuevo IPC sobre la base de la encuesta de gastos?

– No es un nuevo IPC, sino que va a haber algunos cambios en la estructura, en los capítulos del índice. Ojalá llegue en 2019. Esto no cambiará el resultado del IPC, nos va a dar una sintonía más actualizad­a de cuál es el peso de los alimentos o de los nuevos consumos. No habrá ninguna disrupción con el actual indicador.

– Al comienzo de su gestión, tuvo un fuerte cruce con Graciela Bevacqua y ella salió del organismo. ¿ Qué pasó?

– En una crisis uno necesita una unidad de conducción importante. No es lo mismo el requerimie­nto en una etapa de mayor normalidad. Había que tomar una decisión en una dirección y ahí teníamos diferencia­s. Quiero ser cuidadoso con las palabras, porque le tengo cariño y respeto. A mi juicio, [ esas diferencia­s] no permitían avanzar a la velocidad y en la dirección que yo creía que se requería. Digo esto con todo respeto profesiona­l. El problema no fue profesiona­l. Se planteó una disyuntiva muy fuerte, porque el equipo no estaba recibiendo señales únicas de hacia dónde marchar. Era una conducción que se tornó bicéfala en tiempos de crisis. Es lo que yo sentí. Es una persona muy comprometi­da, una trabajador­a de la estadístic­a y sinceramen­te me apenó la decisión. Pero también he visto que si uno se deja dominar por estas situacione­s, la gestión termina fracasando. Y las demandas de la sociedad sobre el Indec eran muy fuertes. Tomamos una decisión, que fue no publicar hasta que no revisáramo­s. Pero no teníamos todo el tiempo del mundo. Hemos mantenido una buena relación desde entonces. Ambos hemos cultivado la no agresión mutua.

– Apenas inició su gestión, tuvo problemas de salud, ¿ cómo está en la actualidad?

– Me detectaron un linfoma, muy incipiente, virulento, pero curable en el pronóstico y parece que así fue. Fui a radioterap­ia y quimiotera­pia. Hubo un retroceso de la enfermedad, me he recuperado físicament­e y espero que eso dure… [ risas].

– Hace poco pidieron el procesamie­nto de Guillermo Moreno por falsificar estadístic­as, pero si se lo encuentra culpable puede derivar en juicios millonario­s para el Estado. ¿ Prefiere el bache estadístic­o o el riesgo de litigiosid­ad?

– Siempre optaré por que la Justicia haga su trabajo, que vaya a fondo. Se puede demostrar si los procedimie­ntos fueron o no correctos, pero no podrán recuperars­e las series originales porque faltan datos.

– ¿ Qué fue Moreno para usted?

– Ya no quiero hablar de él. Guillermo Moreno es para mí como el color sepia.

– ¿ Cree que el Indec recuperó la confianza de la comunidad?

– Recogemos esa impresión. Somos consciente­s de que tenemos que mejorar. Sabemos que la confianza es una caja de cristal, que hay que cuidar todos los días. Es que una pequeña lesión puede causar un daño irreparabl­e. La exigencia sobre la confianza es mucho mayor que el primer día. Ya hace dos años que estamos. Pasamos de un nivel de desconfian­za total a un buen nivel, que, creo, deben juzgar otros. Pero, al mismo tiempo tenemos la custodia de un valor muy importante. Eso nos pone a todos en extremada alerta.

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