Tres emprendedores demuestran que no todo estaba inventado
En la moda, el ejercicio y las tablas de snowboard había espacio para innovar
Tres emprendedores que rompieron el molde dijeron presente en el encuentro de innovación. Sebastián Rosenfeld, cocreador de Nairoby, busca crear tablas de snowboard personalizables y reciclables. Valentina Sielecki, cofundadora de Rockcycle, quiere transformar el indoor cycling. Y Augusto Mustafá, creador de Elepants, irrumpió con sus “pantalones de pijama” en la escena de la moda con un estilo descontracturado y joven.
Rosenfeld y su socio desarrollaron un compuesto que permite hacer tablas personalizadas en pocos días – que pueden encargarse en línea– y que, cuando el producto cumple su ciclo, se recicla y pasa a ser parte componente de un nuevo producto.
Los socios se inspiraron en el modelo de la economía circular, un término asociado a “tres erres”, reducir, reutilizar y reciclar, y que busca pasar de un modelo en el que los recursos se usan y se descartan a uno donde los materiales se reaprovechan. Mezclaron la circularidad con la personalización. “Creemos que la experiencia personal es tendencia y está sucediendo, no solamente en lo que es equipamiento deportivo”, opinó.
Sielecki decidió traer a la Argentina un concepto que conoció en Nueva York: spinning motivacional. Así lo explicó la emprendedora: “Roc- kcycle es una clase de indoor cycle que une tres pilares: que sea intenso, eficiente y, además, un trabajo motivacional importante”. Las clases de la disciplina incluyen luz de velas, frases inspiradoras en pantallas y música que acompaña el ritmo del pedaleo coreográfico.
“Es un cambio de estilo. La gente busca ejercicios más eficientes y que combinen las tecnologías que hoy existen. De ahí salen estas modas que van revolucionando la ida al gimnasio tradicional”, detalló Sielecki, quien además de ser “RockFounder”, como se define ella, es médica y residente de cirugía general. ¿ Es sustentable llevar una “doble vida”? Por ahora no tiene problemas, dijo, y añadió que le demostró a su familia que estaban equivocados cuando le decían que estaba loca por emprender dos proyectos a la vez.
De un producto fuerte a la diversificación: ese fue el camino de Mustafá, que comenzó con $ 10.000 para crear “pantalones de pijama” que vendía en su casa. La prenda fue exitosa y lo ayudó a construir una marca: hoy en sus 30 locales pueden encontrarse jeans, remeras y trajes de baño, entre otras cosas.
La empresa tuvo un ascenso rápido: hoy trabajan más de 60 personas que tienen un promedio de edad de 27 años y que vienen de diferentes industrias. Según su fundador, Elepants “va a ser una marca argentina para el mundo”. El primer paso será Estados Unidos, donde la compañía ya está armando un equipo. Además, el socio de Mustafá se mudó al país norteamericano para planear el lanzamiento.