LA NACION

Comparan a Los Monos con los carteles colombiano­s

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ROSARIO.– El ministro de Justicia de Santa Fe, Ricardo Silberstei­n, se mostró molesto y lanzó duras críticas contra el tribunal que enjuicia a la banda Los Monos, luego de que los jueces avalaron un reclamo de los líderes de la organizaci­ón que se niegan a permanecer en calabozos en el subsuelo del edificio donde se realizan las audiencias.

Anteayer comenzó el juicio contra esa banda narcocrimi­nal y se citará a 280 testigos.

“Si los imputados deciden sobre dónde estar alojados, hay un paso a un crimen organizado que construye su propia cárcel, como en Colombia”, aseguró Silberstei­n. El ministro no lo recordó, pero no es la primera vez que ocurre algo similar en la causa de Los Monos.

La frase del funcionari­o caló hondo. Y tuvo una respuesta inmediata de los abogados defensores de la banda que está siendo sometida a un juicio por asociación ilícita y por cinco homicidios. Carlos Varela cuestionó los dichos de Sil- berstein al señalar: “Como persona del derecho me indigna que un ministro de justicia quiera llevar contra el alambrado a un tribunal para que varíe su decisión.

El 26 de enero de 2016 la nacion publicó una crónica en la que el comisario Rubén Pereyra, alias “Gula Gula”, quien forma parte de los 25 imputados en el juicio, se construyó su propio calabozo en la Unidad de Seguridad Zona Rural, situada en la ruta 21 y la AO12, a unos 10 kilómetros esta ciudad.

“Me construyo mi propio calabozo”, le propuso Pereyra al juez de instrucció­n Juan Carlos Vienna, quien había ordenado su detención por considerar­lo un infiltrado de la banda Los Monos en la Secretaría de Delitos Complejos, del Ministerio de Seguridad.

“Para no compromete­r a mis compañeros instalé rejas en las puertas y las ventanas y cerré todo. Todo salió de mi bolsillo”, se jactó ese comisario en diálogo con la nacion.

“Siento una enorme preocupaci­ón. El Ejecutivo estableció un mecanismo de seguridad planifican­do los lugares que son mucho mejores que las celdas de Piñero y, sin embargo, sólo por haberse desnudado logran imponer el lugar de detención estas personas a las que se está juzgando por amenazar jueces y a testigos e incluso por matarlos”, sostuvo Silberstei­n.

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