LA NACION

Ingresos Brutos: el nivel de las tasas es sólo una parte del problema

- Fernanda Laiún PARA LA NACION Tributaris­ta, socia de Laiún, Fernandez Sabella y Smudt

Suele decirse que las tasas de Ingresos Brutos son altísimas y que, al ser un impuesto que se paga en todas las etapas, su impacto en los costos se multiplica. Ahora, en el contexto de las reformas planteadas por el Gobierno, se propone reducir estas tasas a niveles razonables y más parecidos a los históricos.

Sin embargo, el impacto en los costos argentinos del impuesto sobre los Ingresos Brutos proviene de una combinació­n entre la tasa, la falta de acuerdo en la forma de distribuir lo recaudado entre las jurisdicci­ones y la deficiente legislació­n de los sistemas de retención y percepción. Así, el desorden de las provincias se traslada al sector privado como un costo.

Es cierto que las tasas son altas si las comparamos con las vigentes en cualquier otro momento de la historia, pero si sólo fuera eso, sería simplement­e un dato a computar en la determinac­ión de los costos de cada actividad.

La verdadera incertidum­bre irrumpe cuando se trata de empresas o personas que deben seguir las normas del Convenio Multilater­al, un acuerdo firmado por todas las provincias donde se define, básicament­e, cómo distribuir los ingresos entre las jurisdicci­ones. Este convenio, que debería fijar criterios únicos, hoy resulta una fuente de criterios contradict­orios.

Cuando una empresa radicada en la ciudad de Buenos Aires vende un producto a un cliente de Córdoba, lo entrega en un flete de la provincia de Buenos Aires, que a su vez lo llevará a Entre Ríos. Y no encuentra en el convenio una norma que le indique si la venta debe asignarla a CABA (radicación de su depósito), Córdoba (domicilio del cliente), Buenos Aires (entrega de las mercadería­s) o Entre Ríos (utilizació­n de los bienes).

Cada provincia tiene, en las normas del convenio, elementos para reclamar la venta. No hay manera de asignarla en forma inobjetabl­e. Para peor, si se asigna a Córdoba y luego es reclamada por Entre Ríos, las provincias no se compensan entre ellas, sino que la empresa debe pagar en Entre Ríos y luego hacerle un juicio a Córdoba para que le devuelva los fondos, si es que Córdoba está de acuerdo en que la venta debía asignarse a Entre Ríos. Formas de recaudació­n No conforme con esto, hay que agregar que casi todas las provincias tienen regímenes de recaudació­n que obligan a las empresas a recaudar para el fisco, incluyendo percepcion­es y retencione­s. Otras, además, exigen un pago por cada camión que ingresa con mercadería­s. Así, hay que sumar costos de administra­ción de estos sistemas; también los costos financiero­s de poner a disposició­n de las provincias dinero que probableme­nte no se cobró. Y además, anticipar fondos que generan saldos a favor que pueden superar largamente el año de impuestos.

Más aún, lo habitual es que las provincias reclamen percepcion­es y retencione­s omitidas y, en vez de ir hacia quien debió haber pagado el impuesto, se lo piden al agente de recaudació­n. Entonces, es cuando las provincias cobran el mismo impuesto dos veces.

En conclusión, si se lanza la discusión sobre Ingresos Brutos no nos engañemos con pensar que es sólo la tasa lo que afecta el costo; igual de importante­s son la falta de reglas claras para la asignación de los ingresos entre las provincias, la inexistenc­ia de un mecanismo de compensaci­ón automática entre ellas y la deficiente legislació­n que provoca saldos a favor permanente­s que no son devueltos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina