Franco Espinoza. El joven jujeño que se “enamoró” del mar
MAR DEL PLATA.– Aquel adolescente jujeño tomó la decisión cuando terminaba los estudios secundarios y cambió las quebradas del norte por la costa, desde dondedurante estos últimos años zarpó en varias oportunidades para realizar ejercicios militares y misiones que le permitieron conocer varios países. Navegar es la pasión suprema del cabo principal Franco Javier Espinoza. “Un enamorado del mar”, lo define Alberto, su papá.
Con 33 años cumplidos, a mediados del mes pasado Espinoza se despidió de su esposa y su hija antes de poner proa rumbo al extremo sur del continente. Desde Ushuaia, última escala en tierra de la tripulación del submarino, avisó que todo estaba bien. Contó lo que disfrutó esos ejercicios navales al sur de Tierra del Fuego y los lindos paisajes que conoció en esta experiencia. Les prometió que en diez días, no mucho más, estaría de regreso en Mar del Plata. Alberto viajó este fin de semana desde Jujuy para esperarlo aquí. Por esta circunstancia recién pudo conocer la casa de su hijo. Recorrerla y conocer cómo y dónde vive cuando él no está en el agua, su segundo hogar. “Las esperanzas son cada vez menores”, admite luego de un nuevo parte oficial que recibe en la base naval, donde pasa cada día con familiares de otros tripulantes.
Vino con otra hija y una nieta. Con ellas y otras familias comparte oraciones y expresiones de fe en la base naval, donde mitigan esta larga y angustiante espera que les resquebraja el alma. “Tenemos confianza, pero las esperanzas se empiezan a ir con el tiempo”, admite.
Aquí, en pocas horas, pudo palpar de cerca el apoyo y la fuerza que llega hasta la base naval. “Estamos contentos con el apoyo de todos”, dice.