Mapuches: el Gobierno teme una escalada
El obispo dijo que no vio a referentes de RAM en el lugar
Monseñor Juan José Chaparro, obispo de la Diócesis de San Carlos de Bariloche, se convirtió en un actor clave para conseguir una tregua pacífica tras los violentos episodios en el Parque Nahuel Huapi, donde un joven mapuche murió baleado el pasado sábado. Fue quien, autorizado por el juez federal Gustavo Villanueva, subió junto a referentes sociales al territorio del conflicto, en lo alto del bosque, y convenció a la comunidad Lafken Winkul Mapu de iniciar un diálogo con el Gobierno.
El resultado fue que ambas partes pudieronsentarseaunamismamesa, a cara descubierta, una foto novedosa en medio de la tensión. Chaparro es, por estas horas, quien le reporta al juez Villanueva el estado de situación de esa heterogénea reunión, como un mensaje para evitar que nuevas medidas judiciales alteren la delicada paz. En diálogo con LA NACION, Chaparro insistió en la necesidad del diálogo aunque admitió que “el camino no es fácil”, al tiempo que puso en duda que sea RAM la que se instaló en el terreno de Villa Mascardi. “No conozco rostros de RAM”, aseguró. –Culminó la segunda jornada de la mesa de diálogo. ¿Vislumbra un acercamiento? –Primero, que estemos sentados a una misma mesa y escuchándonos ya es un paso positivo. Estamos caminando, evidentemente recién en los inicios. Pero que podamos dialogar tranquilos y serenos ya es un paso importante. No es una situación nueva por estas tierras y sabemos que el camino no es fácil. Exige serenidad, racionalidad y corazón. Hay que poner toda la capacidad humana para resolver este conflicto.
–¿Cuál podría ser un punto de encuentro dada la inflexibilidad de ambas posiciones?
–Hay que tener en cuenta la ley, los reclamos, la historia. Aún es necesario que se termine de cumplir la ley 26.160 de los pueblos aborígenes, donde se debe realizar un relevamiento de todos los territorios. Ya hay experiencias de éxito, que es lo que tenemos que buscar nosotros. Esta situación es un emergente de la historia que lastimosamente cobra vidas. Insisto: es importante aclarar que nadie justifica la violencia de ninguna de las partes. Pero todas las autoridades, los distintos gobiernos de nuestra provincia y de nuestro país tienen que pensar en qué medida han estado en serio colaborando con que se generen estas situaciones, no solamente con declamaciones, ni con eslóganes, sino estando realmente al servicio de los más pobres, que en este caso es el pueblo mapuche.
–¿Hay una presencia del grupo RAM en Río Negro?
–Yo lo que conozco es una comunidad mapuche que no es RAM. Yo a RAM no lo conozco. Sí ha habido incidentes, como cuando se incendió el refugio de montaña del Club Andino Bariloche o la capilla San Francisco de Asís, y se le adjudica a RAM la responsabilidad. Pero yo no les conozco los rostros a los de RAM. RAM no se identifica con el pueblo mapuche aquí, que es mucho más grande y convive entre nosotros. Hay quienes están organizados, luchando por sus derechos, algo natural como cualquiera de los colectivos que tenemos en nuestra patria. La gran parte de las comunidades no están con la violencia.
–¿El grupo que fue desalojado el sábado por Albatros se defendió con armas de fuego?
–Lo ignoro. Es algo que hay que verlo y estudiarlo para saber si es así. Ahora hay un muerto por balas y hay dos heridos, un muchacho y una chica mapuche. No creo que sea un grupo guerrillero el que está ahí, pero no soy yo el más indicado para decir estas cosas.
–¿El juez va a mantener una tregua en el lugar del conflicto?
–No conozco las medidas que tomará el juez, pero sí he visto que ha sido considerado el domingo, cuando nos autorizó a ingresar al territorio a pedir una resolución pacífica y se logró. No sé si la mesa de diálogo es lo que está manteniendo la paz, pero es una ayuda.
–¿Los funcionarios del Gobierno tuvieron buena predisposición para saldar la situación?
–Vinieron y eso es lo importante. Es muy destacable que haya enviados del Ministerio de Justicia para evaluar la situación de los detenidos.