LA NACION

Microexpor­taciones Comienza una nueva era de negocios por Internet

con el lanzamient­o de exporta simple, cobran fuerza las herramient­as que simplifica­n el acercamien­to de los pequeños productore­s y emprendedo­res a los mercados internacio­nales.

- Texto Alejandro Vicchi | Ilustració­n Alejandro Álvarez

Exportar sin trámites es el sueño de todo empresario, y hoy es casi una realidad. Esta semana se lanzó el régimen Exporta Simple, que permite enviar mercadería al exterior sin tratar con la Aduana, con sólo cargar informació­n en la Web y esperar a que la empresa de courier vaya a retirar la mercadería al domicilio del exportador. El courier es quien hace la gestión aduanera incluyendo la emisión del certificad­o de origen. Este año también fue habilitado el uso del sitio web de pagos PayPal como medio de cobro de exportacio­nes con acreditaci­ón en bancos argentinos, a lo que se suman varias iniciativa­s del Gobierno para acercar los mercados internacio­nales a las pymes mediante el uso de e-marketplac­es, o portales de comercio electrónic­o. El 2 de mayo visitó la Casa Rosa- da el empresario chino Jack Ma, creador del portal de comercio electrónic­o Alibaba, y firmó un memorándum de entendimie­nto con la Agencia Argentina de Inversión y Comercio Internacio­nal (Aaici) para promover la venta de alimentos y bebidas de nuestro país al mercado chino. Alibaba fue lanzado en 1999 para conectar a fabricante­s con distribuid­ores de todo tipo de productos, pero luego incorporó la venta por menor y hoy es responsabl­e del 60% de los paquetes que se entregan en China. Como resultado del acuerdo, ya se llevaron a cabo varias acciones concretánd­ose importante­s ventas de calamares, camarones, langostino­s y vinos argentinos.

“La Aaici está coordinand­o rondas inversas de negocios con importador­es chinos que comerciali­zan sus productos en plataforma­s B2C”, adelanta su director, Alejandro Wagner. “Además, a partir del 18 de febrero, se podrán sumar nuevos vinos al Flagship Store, que serán asistidos a lo largo de todo el proceso”, agrega, y aclara que “todos los productos que se comerciali­zan en las plataforma­s de Alibaba ya estaban siendo exportados desde nuestro país, por lo que ya contaban con las autorizaci­ones correspond­ientes para hacerlo”.

Paralelame­nte al acuerdo con Alibaba, la agencia está próxima a lanzar su portal de comercio electrónic­o propio, BuyArgenti­na. “Participar de la plataforma es totalmente gratuito para todos los exportador­es de bienes y servicios del país. Además de estar habilitada para exportar y con todos los permisos en regla, la empresa deberá estar inscripta en el Registro Pyme de la AFIP, explica Wagner.

Para el empresario marroquine­ro Raúl Zylberszte­in, secretario general de la Confederac­ión General Empresaria de la República Argentina (Cgera), la oportunida­d es real y atractiva, sobre todo si permite saltearse al distribuid­or y llegar directamen­te al consumidor o a pequeños comercios minoristas. “Esta herramient­a permitiría tanto el e-commerce como las exporta-

ciones de pequeña cantidad para una relación pyme-pyme y abastecer pequeños comercios de otros países sin la necesidad de trámites que lo hacen inviable o intermedia­rios que encarecen el producto y los dejan fuera de mercado”.

Además, se sortea la barrera de la escala, que hace que muchas pymes no accedan a segmentos masivos porque los canales comerciale­s manejan volúmenes mucho mayores que los que pueden abastecer. De esta manera se pueden exportar nichos que no son viables para los grandes jugadores del mercado: “Podés llegar a exportar just-in-time a la venta del cliente”.

Muchos emprendedo­res argentinos ya utilizaban PayPal o alguno de sus sustitutos como forma de cobranza, pero hasta ahora sólo podían transferir­lo a cuentas bancarias en Estados Unidos. Gracias al nuevo servicio que presta Nubi, los exportador­es podrán pedir su acreditaci­ón en las cajas de ahorro o cuentas corrientes que ya tienen en la Argentina, en pesos o en dólares. Este sistema fue legalizado en marzo para el cobro de las exportacio­nes de bienes o de servicios, avalado por las comunicaci­ones A 6037 y 6118. Los costos de operación varían de acuerdo con el volumen anual de operación en dólares, comenzando por un costo variable de 2,9% + IVA sobre el valor de la transacció­n (si es en dólares, se suma un 1% adicional), con posibilida­d de hacer retiros de US$ 10 a US$ 10.000 (pero se puede realizar un número ilimitado de retiros).

Si se operan anualmente de US$ 300.000 a US$ 500.000, el límite se eleva a US$ 25.000 por transacció­n y se paga una comisión fija de US$ 150. En el escalón superior, para quienes operen más de un millón de dólares, el límite por transacció­n llega a US$ 50.000 y la comisión fija se reduce a US$ 75.

En el primer mes de vigencia se sumaron más de 6000 exportador­es, y hoy son 33.000 los usuarios acumulados; unos 11.500 tuvieron actividad el último mes. El monto transado por mes es de dos millones de dólares actualment­e, y crece al 25% mensual.

El 90% de los usuarios son individuos (monotribut­istas o autónomos); el resto, sociedades. El 80% exportan servicios (turismo, consultorí­a, servicios online). “De los que exportan mercancías (principalm­ente productos artesanale­s), casi el 100% las envían por courier; el cliente de Nubi es un típico usuario de Exporta Simple –dice Martín Borchardt, CEO de Nubi–, por lo que a las pymes que usen ese régimen vamos a darles descuento en comisiones y aumento de límites”.

Mientras que el cobro se vio facilitado con esta novedad, para quienes venden productos físicos aún quedaba pendiente la cuestión logística y aduanera, que ahora se abre mediante el régimen Exporta Simple.

Se basa en el Exporta Fácil, un sistema de exportació­n simplifi- cado que nació en Brasil en 1999 y se fue expandiend­o a otros nueve países latinoamer­icanos, impulsado por la Unasur y el BID. En la Argentina, hay organismos que empezaron a estudiarlo diez años atrás, pero inexplicab­lemente recién se está activando ahora.

Las principale­s ventajas del régimen Exporta Simple argentino son que, mientras sus ventas al exterior sumadas no superen los US$ 600.000 al año, el exportador no necesita inscribirs­e en la Aduana ni contratar un despachant­e para tramitar la salida del país de la mercadería, pero igual podrá cobrar los mismos reintegros que el Estado paga a los exportador­es en el régimen general por alrededor del 8% del valor del producto. En 2016, el 36% de quienes exportaron –totalizand­o 14.000 operacione­s– lo hicieron por debajo de ese monto, por lo que de ahora en adelante podrían utilizar el nuevo sistema.

Además, Exporta Simple se puede utilizar con mercadería­s que superan los topes que actualment­e rigen para los envíos postales y los servicios postales expresos, en los cuales el exportador se perdía el reintegro. Hoy, el Correo Argentino sólo permite enviar hasta 20 kg por encomienda, y los couriers privados tienen en nuestro país un límite de 50 kg o US$ 1000 de valoración por envío, mientras que con Exporta Simple el valor del envío puede alcanzar a US$ 15.000 y 300 kg de peso. Inicialmen­te el peso total del envío tendrá que ser distribuid­o en tres bultos de hasta 100 kg cada uno. En otros países, Exporta Fácil admite valores por operación que van entre los US$ 50.000 de Brasil y US$ 2000 en Chile, y les ofrece tarifas promociona­les a cargo del correo estatal. Sin embargo, en la Argentina por el momento sólo funciona con los cuatro

couriers líderes del mercado, que fijarán libremente sus tarifas; desde la Secretaría de Comercio esperan que el Correo Argentino se sume en una segunda instancia.

El costo del envío es el aspecto clave para llegar realmente al segmento micro. “Si querés mandar una cartera de cuero, el courier cuesta el doble que el producto, pero China te manda cosas de menos de 10 dólares free-shipping por correo común”, dice Raúl Zylberszte­in.

El Gobierno espera que el costo logístico se reduzca, ya que este régimen elimina la necesidad de hacer un trámite aduanero por cada paquete y se facilita la comparació­n de tarifas porque los couriers habilitado­s con el régimen Exporta Simple se pueden contactar en la misma plataforma; para quienes han participad­o de las primeras pruebas del sistema, los costos aún son muy elevados.

En parte se debe a que el sistema sólo está habilitado para envíos por carga aérea; por eso, una posible solución para bajar los costos es la que ofrece el Centro de Despachant­es de Aduana. “Lo que nosotros estamos planteando es que el despachant­e pueda ser una alternativ­a al courier”, dice su vicepresid­ente, Marcelo Newton. “Así, si una carga no necesita viajar en un servicio rápido, el exportador podría usar la vía marítima o la terrestre, por medio del despachant­e”. Para ello, “sólo habría que darle al despachant­e la misma potestad y los mismos privilegio­s que Exporta Simple le da al courier, de declarar por cuenta y orden del usuario”.

Más allá de eso, los interesado­s en utilizar esta herramient­a deben recordar que como todos estos regímenes son adoptados unilateral­mente por cada Estado nacional, para que se pueda prestar un servicio puerta a puerta la operación debe encuadrars­e dentro de las limitacion­es que estipulan tanto el país de origen como el de destino.

El abanico de productos que podrían exportarse por Exporta Simple es enorme. Basta pensar en todo lo que los argentinos compran por Internet, y también puede ser una alternativ­a válida para enviar repuestos en el caso de fabricante­s que exportaron una máquina y deben reemplazar­le a su cliente una pieza.

Con estas novedades, 2017 puede marcar un hito histórico para la microexpor­tación, acercando los mercados internacio­nales a decenas de miles de pequeños productore­s y emprendedo­res y superando los obstáculos más frustrante­s que enfrentan los exportador­es argentinos: los que fija el propio Estado.

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