Microexportaciones Comienza una nueva era de negocios por Internet
con el lanzamiento de exporta simple, cobran fuerza las herramientas que simplifican el acercamiento de los pequeños productores y emprendedores a los mercados internacionales.
Exportar sin trámites es el sueño de todo empresario, y hoy es casi una realidad. Esta semana se lanzó el régimen Exporta Simple, que permite enviar mercadería al exterior sin tratar con la Aduana, con sólo cargar información en la Web y esperar a que la empresa de courier vaya a retirar la mercadería al domicilio del exportador. El courier es quien hace la gestión aduanera incluyendo la emisión del certificado de origen. Este año también fue habilitado el uso del sitio web de pagos PayPal como medio de cobro de exportaciones con acreditación en bancos argentinos, a lo que se suman varias iniciativas del Gobierno para acercar los mercados internacionales a las pymes mediante el uso de e-marketplaces, o portales de comercio electrónico. El 2 de mayo visitó la Casa Rosa- da el empresario chino Jack Ma, creador del portal de comercio electrónico Alibaba, y firmó un memorándum de entendimiento con la Agencia Argentina de Inversión y Comercio Internacional (Aaici) para promover la venta de alimentos y bebidas de nuestro país al mercado chino. Alibaba fue lanzado en 1999 para conectar a fabricantes con distribuidores de todo tipo de productos, pero luego incorporó la venta por menor y hoy es responsable del 60% de los paquetes que se entregan en China. Como resultado del acuerdo, ya se llevaron a cabo varias acciones concretándose importantes ventas de calamares, camarones, langostinos y vinos argentinos.
“La Aaici está coordinando rondas inversas de negocios con importadores chinos que comercializan sus productos en plataformas B2C”, adelanta su director, Alejandro Wagner. “Además, a partir del 18 de febrero, se podrán sumar nuevos vinos al Flagship Store, que serán asistidos a lo largo de todo el proceso”, agrega, y aclara que “todos los productos que se comercializan en las plataformas de Alibaba ya estaban siendo exportados desde nuestro país, por lo que ya contaban con las autorizaciones correspondientes para hacerlo”.
Paralelamente al acuerdo con Alibaba, la agencia está próxima a lanzar su portal de comercio electrónico propio, BuyArgentina. “Participar de la plataforma es totalmente gratuito para todos los exportadores de bienes y servicios del país. Además de estar habilitada para exportar y con todos los permisos en regla, la empresa deberá estar inscripta en el Registro Pyme de la AFIP, explica Wagner.
Para el empresario marroquinero Raúl Zylbersztein, secretario general de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera), la oportunidad es real y atractiva, sobre todo si permite saltearse al distribuidor y llegar directamente al consumidor o a pequeños comercios minoristas. “Esta herramienta permitiría tanto el e-commerce como las exporta-
ciones de pequeña cantidad para una relación pyme-pyme y abastecer pequeños comercios de otros países sin la necesidad de trámites que lo hacen inviable o intermediarios que encarecen el producto y los dejan fuera de mercado”.
Además, se sortea la barrera de la escala, que hace que muchas pymes no accedan a segmentos masivos porque los canales comerciales manejan volúmenes mucho mayores que los que pueden abastecer. De esta manera se pueden exportar nichos que no son viables para los grandes jugadores del mercado: “Podés llegar a exportar just-in-time a la venta del cliente”.
Muchos emprendedores argentinos ya utilizaban PayPal o alguno de sus sustitutos como forma de cobranza, pero hasta ahora sólo podían transferirlo a cuentas bancarias en Estados Unidos. Gracias al nuevo servicio que presta Nubi, los exportadores podrán pedir su acreditación en las cajas de ahorro o cuentas corrientes que ya tienen en la Argentina, en pesos o en dólares. Este sistema fue legalizado en marzo para el cobro de las exportaciones de bienes o de servicios, avalado por las comunicaciones A 6037 y 6118. Los costos de operación varían de acuerdo con el volumen anual de operación en dólares, comenzando por un costo variable de 2,9% + IVA sobre el valor de la transacción (si es en dólares, se suma un 1% adicional), con posibilidad de hacer retiros de US$ 10 a US$ 10.000 (pero se puede realizar un número ilimitado de retiros).
Si se operan anualmente de US$ 300.000 a US$ 500.000, el límite se eleva a US$ 25.000 por transacción y se paga una comisión fija de US$ 150. En el escalón superior, para quienes operen más de un millón de dólares, el límite por transacción llega a US$ 50.000 y la comisión fija se reduce a US$ 75.
En el primer mes de vigencia se sumaron más de 6000 exportadores, y hoy son 33.000 los usuarios acumulados; unos 11.500 tuvieron actividad el último mes. El monto transado por mes es de dos millones de dólares actualmente, y crece al 25% mensual.
El 90% de los usuarios son individuos (monotributistas o autónomos); el resto, sociedades. El 80% exportan servicios (turismo, consultoría, servicios online). “De los que exportan mercancías (principalmente productos artesanales), casi el 100% las envían por courier; el cliente de Nubi es un típico usuario de Exporta Simple –dice Martín Borchardt, CEO de Nubi–, por lo que a las pymes que usen ese régimen vamos a darles descuento en comisiones y aumento de límites”.
Mientras que el cobro se vio facilitado con esta novedad, para quienes venden productos físicos aún quedaba pendiente la cuestión logística y aduanera, que ahora se abre mediante el régimen Exporta Simple.
Se basa en el Exporta Fácil, un sistema de exportación simplifi- cado que nació en Brasil en 1999 y se fue expandiendo a otros nueve países latinoamericanos, impulsado por la Unasur y el BID. En la Argentina, hay organismos que empezaron a estudiarlo diez años atrás, pero inexplicablemente recién se está activando ahora.
Las principales ventajas del régimen Exporta Simple argentino son que, mientras sus ventas al exterior sumadas no superen los US$ 600.000 al año, el exportador no necesita inscribirse en la Aduana ni contratar un despachante para tramitar la salida del país de la mercadería, pero igual podrá cobrar los mismos reintegros que el Estado paga a los exportadores en el régimen general por alrededor del 8% del valor del producto. En 2016, el 36% de quienes exportaron –totalizando 14.000 operaciones– lo hicieron por debajo de ese monto, por lo que de ahora en adelante podrían utilizar el nuevo sistema.
Además, Exporta Simple se puede utilizar con mercaderías que superan los topes que actualmente rigen para los envíos postales y los servicios postales expresos, en los cuales el exportador se perdía el reintegro. Hoy, el Correo Argentino sólo permite enviar hasta 20 kg por encomienda, y los couriers privados tienen en nuestro país un límite de 50 kg o US$ 1000 de valoración por envío, mientras que con Exporta Simple el valor del envío puede alcanzar a US$ 15.000 y 300 kg de peso. Inicialmente el peso total del envío tendrá que ser distribuido en tres bultos de hasta 100 kg cada uno. En otros países, Exporta Fácil admite valores por operación que van entre los US$ 50.000 de Brasil y US$ 2000 en Chile, y les ofrece tarifas promocionales a cargo del correo estatal. Sin embargo, en la Argentina por el momento sólo funciona con los cuatro
couriers líderes del mercado, que fijarán libremente sus tarifas; desde la Secretaría de Comercio esperan que el Correo Argentino se sume en una segunda instancia.
El costo del envío es el aspecto clave para llegar realmente al segmento micro. “Si querés mandar una cartera de cuero, el courier cuesta el doble que el producto, pero China te manda cosas de menos de 10 dólares free-shipping por correo común”, dice Raúl Zylbersztein.
El Gobierno espera que el costo logístico se reduzca, ya que este régimen elimina la necesidad de hacer un trámite aduanero por cada paquete y se facilita la comparación de tarifas porque los couriers habilitados con el régimen Exporta Simple se pueden contactar en la misma plataforma; para quienes han participado de las primeras pruebas del sistema, los costos aún son muy elevados.
En parte se debe a que el sistema sólo está habilitado para envíos por carga aérea; por eso, una posible solución para bajar los costos es la que ofrece el Centro de Despachantes de Aduana. “Lo que nosotros estamos planteando es que el despachante pueda ser una alternativa al courier”, dice su vicepresidente, Marcelo Newton. “Así, si una carga no necesita viajar en un servicio rápido, el exportador podría usar la vía marítima o la terrestre, por medio del despachante”. Para ello, “sólo habría que darle al despachante la misma potestad y los mismos privilegios que Exporta Simple le da al courier, de declarar por cuenta y orden del usuario”.
Más allá de eso, los interesados en utilizar esta herramienta deben recordar que como todos estos regímenes son adoptados unilateralmente por cada Estado nacional, para que se pueda prestar un servicio puerta a puerta la operación debe encuadrarse dentro de las limitaciones que estipulan tanto el país de origen como el de destino.
El abanico de productos que podrían exportarse por Exporta Simple es enorme. Basta pensar en todo lo que los argentinos compran por Internet, y también puede ser una alternativa válida para enviar repuestos en el caso de fabricantes que exportaron una máquina y deben reemplazarle a su cliente una pieza.
Con estas novedades, 2017 puede marcar un hito histórico para la microexportación, acercando los mercados internacionales a decenas de miles de pequeños productores y emprendedores y superando los obstáculos más frustrantes que enfrentan los exportadores argentinos: los que fija el propio Estado.