Suspenden las tareas de rescate del submarino y ya no buscan a los tripulantes
la Armada anunció que seguirá el operativo para localizar la nave, aunque no encontró evidencias del naufragio; familiares de los 44 marinos reclaman que los esfuerzos continúen
La posibilidad de encontrar sobrevivientes del submarino ARA San Juan quedó definitivamente trunca con la decisión de la Armada y el Ministerio de Defensa de dar por finalizadas las tareas de rescate de los 44 tripulantes.
“Se ha extendido a más del doble la cantidad de días que determinan las posibilidades de rescate de la dotación. A pesar de la magnitud de los esfuerzos realizados, no ha sido posible localizar el submarino”, reveló ayer el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi, tras 15 días de intensos esfuerzos en la búsqueda, con más de 4000 efectivos, 28 buques y nueve aeronaves de 18 países. El operativo para localizar el navío continuará.
La explicación de Balbi llegó al cabo de una jornada plena de rumores sobre el alejamiento de algunos barcos extranjeros de la zona de búsqueda, lo que llevó a sucesivas postergaciones del parte a la prensa.
En silencio y entre lágrimas, los familiares de los tripulantes expresaron su desazón en la Base Naval Mar del Plata. “Queremos que los sigan buscando, que encuentren los cuerpos; los necesitamos para iniciar nuestro duelo”, exclamó a
Yolanda Mendiola, madre la nacion del suboficial jujeño Leandro Cisneros.
El vocero de la Armada explicó que pese a la integración de los recursos disponibles en el plan de búsqueda y salvamento, ejecutado bajo las siglas SAR, no fue posible encontrar “evidencia alguna del naufragio en las áreas exploradas”. Se dieron por terminadas las tareas de rescate a las 16.20 de ayer.
Con ese magro resultado, quedó flotando en sectores de la Armada y de las otras fuerzas militares una sensación de frustración por no poder avanzar en la localización del submarino, que según las propias autoridades navales sufrió una explosión bajo el mar tres horas después de su último contacto con las bases navales, el 15 de noviembre último, a 432 km de la costa.
Balbi dijo que con las unidades áreas y navales se barrieron unas 557.000 millas náuticas cuadradas de exploración visual y más de un millón de millas náuticas cuadradas de exploración radar y no se pudo lograr contacto con el submarino ni con sus balsas salvavidas. Enviaron buques, aeronaves y equipos de búsqueda y rescate de alta tecnología las autoridades civiles y militares de Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia, Noruega, Chile, Brasil y Uruguay, entre otros.
El vocero naval confirmó que “se recibió información de dos fuentes diferentes de organismos internacionales que dan cuenta de una anomalía hidroacústica en proximidades de la última posición conocida del submarino ARA San Juan, y posteriormente confirmada con un evento consistente con una explosión”.
Se refirió a la explosión que habría surgido en el submarino por la entrada de agua de mar al tanque de baterías número 3 por el sistema de ventilación, lo que habría provocado un cortocircuito y posterior incendio.
Levantan el secreto
El ministro Aguad, en tanto, pasó toda la jornada de ayer en el Edificio Libertador, donde coordinó en tiempo real con el comité de crisis y la Presidencia la redacción del ya famoso comunicado Nº 50, en el que la Armada informa sobre el cierre de la fase de rescate.
Voceros del ministro de Defensa dijeron a la nacion que, además de facilitar el levantamiento del secreto militar de las operaciones, como había pedido la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, Aguad tiene decidido presentarse a dar respuesta a los pedidos de informes que surgieron en el Congreso.
También el jefe de Gabinete, Marcos Peña, garantizó que el Gobierno hará “todo lo que sirva para avanzar con la investigación” de lo sucedido con el submarino ARA San Juan, al confirmar el relevo del secreto militar. “Se hará todo lo que sirva para avanzar en la investigación y facilitar la absoluta transparencia”, sostuvo, en diálogo con TN.
La incierta ubicación del submarino, con sus 44 tripulantes a bordo, se da en momentos en que el presidente Mauricio Macri instruyó al ministro de Defensa, Oscar Aguad, para poner en marcha un plan de reestructuración de las Fuerzas Armadas que incluye el relevo de los jefes de las fuerzas, especialmente el comandante de la Armada, almirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, que no habló públicamente sobre la tragedia del ARA San Juan en los quince días de la intensa búsqueda.
Fuentes del ministro Aguad incluso dejaron trascender en los días iniciales su malestar por no haber sido informado de entrada por Srur y la conducción de la Armada de algunas circunstancias de la desaparición del buque, como el reporte de un problema eléctrico y posterior incendio en el circuito de baterías y los siete intentos de llamadas atribuidos inicialmente al submarino que luego fueron descartados.
La tragedia del ARA San Juan puso al desnudo, además, el avanzado deterioro de las unidades y el equipamiento de la Armada, además de las denuncias de irregularidades en el proceso de reparación de media vida al que fue sometido el submarino entre 2008 y 2014, con probables direccionamientos en la compra de las baterías y deficiencias en la reparación.
Desde la desaparición del submarino ARA San Juan, Balbi fue el único vocero de la Armada durante las inciertas jornadas de búsqueda. Sus explicaciones, muchas veces técnicas y ajustadas a la nomenclatura oficial, dejaron en evidencia la ausencia y el silencio de las autoridades navales, admitían anoche en distintas fuentes castrenses.
Mientras tanto, a pesar del repliegue en el plan de rescate, continuaron ayer los preparativos en el puerto de Comodoro Rivadavia, donde el ARA Islas Malvinas cargó los equipos de búsqueda enviados por Rusia para facilitar rastrillajes a mayor profundidad. Hoy se espera, incluso, el arribo de un avión C-5 Galaxy norteamericano con equipamiento para mantener los intentos de localización. Pero no hay aportes para intentar tareas de rescate.