Los republicanos buscaban su primera victoria en el Congreso
El oficialismo debatía anoche la reforma fiscal de Trump, con recortes para empresas y particulares
WASHINGTON.– El esfuerzo republicano para la lograr la aprobación de una amplia legislación tributaria en el Senado se encaminaba anoche a una dramática conclusión, mientras los líderes del oficialismo buscaban acuerdos tras bambalinas para alcanzar el primer triunfo legislativo del presidente Donald Trump al cabo de casi un año de gobierno.
La mayoría republicana en el Senado se mostraba unida con la filosofía de la reforma tributaria, que contiene fuertes rebajas de impuestos y simplifica las normas y trámites fiscales. La meta declarada es aliviar a la clase media y estimular el crecimiento de la mayor economía del mundo. Para los demócratas, en cambio, es una concesión a las corporaciones y a los ricos a costa de los trabajadores.
El paquete mezcla de hecho generosos recortes para las empresas y otros más modestos para los individuos. Las empresas verían reducida la tasa impositiva del 35% al 20% y sus dueños deducirían hasta el 20% de sus ingresos. Los recortes para los individuos regirían sin embargo hasta 2026, mientras que los recortes corporativos serían permanentes.
“Está claro que el efecto neto del proyecto para nuestra economía sería positivo”, dijo el influyente senador republicano John McCain. El ex candidato presidencial dio su visto bueno a la reforma impositiva luego de desbaratar meses atrás la derogación del sistema de salud del gobierno anterior, el Obamacare, que Trump tenía entre ceja y ceja y ya desde la campaña prometía disolver a toda costa.
“No es un proyecto perfecto, pero brindará una reforma que nuestra ley fiscal necesita, hará crecer la economía y permitirá a los norteamericanos conservar más del dinero que ganan con duro esfuerzo”, agregó McCain.
Los republicanos reconocen que el fracaso para lograr la aprobación de un proyecto de ley impositivo podría poner en riesgo su control del Senado y de la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas de 2018.
Con los comicios de medio término en la mira, los líderes republicanos intimaban ayer hasta último momento a sus tropas a tirar todos para el mismo lado y no hacer fracasar la reforma por cuestiones de detalle, ya que está en juego la mayoría partidaria.
“Cincuenta y dos personas queremos comprar un auto. Quizás no todos estemos de acuerdo en el color o en el modelo, pero si no compramos el auto todos deberemos andar a pie. Y la mayoría de la gente prefiere tener un auto antes que andar a pie”, graficó el senador Lindsey Graham.
Los analistas estimaban ayer que el texto se sancionaría con apenas uno o dos votos de diferencia y se esperaba que la votación se realizara esta madrugada.
No obstante, nadie podía asegurar que los 52 senadores republicanos votarían a favor del proyecto. Varios legisladores se inquietan al ver a compañeros de partido apartarse de la ortodoxia presupuestal que defendían en la era de Barack Obama, ya que la reforma puede aumentar el endeudamiento de Estados Unidos en un billón de dólares en diez años.
Según estudios independientes, todos los niveles de ingresos ganarán poder de compra con la reforma impositiva propuesta, pero el 5% de los hogares más adinerados será el más beneficiado.
Y hacia 2027, cuando cesen los recortes previstos para los particulares, el 50% de los contribuyentes pagarían más impuestos que en la actualidad.