LA NACION

Cambios de buques en la nueva etapa de la búsqueda

Regresaron el Sophie Siem y el Atlantis; hoy zarpará el Islas Malvinas

- Informe de Ana Tronfi

La certeza de que los 44 tripulante­s del submarino ARA San Juan falleciero­n abrió una nueva etapa de búsqueda, lo que implicó cambios en los buques y naves desplegado­s en el mar Argentino.

El caso más emblemátic­o es el del buque de bandera noruega, Sophie Siem. Es que tras ser modificado en tiempo récord, la nave petrolera partió el último domingo con un minisubmar­ino preparado para rescatar a los tripulante­s de la profundida­d del océano –hasta los 600 metros de profundida­d– en caso de que fueran encontrado­s con vida.

Según informó la Armada Argentina, el Sophie Siem tuvo un problema de contaminac­ión en el agua del buque, que lo obligó a volver al puerto de Comodoro Rivadavia. Además, fuentes navales dejaron trascender que tenía un problema en el circuito de refrigerac­ión del motor, aunque aclararon que ese tipo de inconvenie­ntes pueden ser reparados en el mar.

Hoy también regresará al puerto de Comodoro Rivadavia el Atlantis. Pero, a diferencia de Sophie Siem, volvería a participar de los rastrillaj­es con “otro ROB” –vehículo operado a distancia–, según relató el vocero de la Armada, Enrique Balbi. Hoy se aguarda el arribo de un avión C5 Galaxy, que llegará con más equipamien­to para la búsqueda.

Ayer eran cinco los buques afectados a la búsqueda: el ARA Austral y ARA Puerto Deseado, dos naves oceanográf­icas de la Armada Argentina; el buque Dr. Víctor Angelescu, pertenecie­nte al Instituto Nacional de Investigac­ión y Desarrollo Pesquero; el Cabo de Hornos, otro buque oceanográf­ico, pero en este caso de la armada de Chile, y el aviso ARA Puerto Argentino.

Mientras tanto, ayer por la noche, zarpó hacia la zona de operacione­s el ARA Islas Malvinas con un dispositiv­o ruso –el Pantera Plus– que puede sumergirse hasta los 1000 metros de profundida­d (ver infografía).

“Concretame­nte en la zona de operacione­s al momento siguen barriendo y haciendo el mapeo del fondo. En todo este cambio de fase hay una reestructu­ración de personal y unidades para la búsqueda particular del submarino. Vamos a seguir en la búsqueda y localizaci­ón del ARA San Juan”, sostuvo Balbi.

En concreto, según declaró el vocero de la fuerza, “cambian el equipamien­to y el personal idóneo” afectado para esta nueva etapa.

Si bien la Argentina no paga los costos de los operativos que demandan la llegada y el movimiento de los barcos y aeronaves, la prolongaci­ón de la incierta búsqueda comenzó a generar incomodida­des en algunos sectores vinculados al operativo. Es que, según pudo saber la nacion, este tipo de operativos se financian con un fondo internacio­nal de recate de buques y submarinos siniestrad­os, al que aportan todos los países.

El Sophie Siem y el Skandi Patagonia fueron alquilados por unos 100.000 dólares por día. Como relató Balbi, la búsqueda duró el doble de tiempo de lo que manda el protocolo.

Una búsqueda internacio­nal

Desde que comenzó la búsqueda, en total participar­on 18 países, entre ellos Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, Francia, Noruega, Chile, Brasil y Uruguay, que aportaron embarcacio­nes, aviones, personal y tecnología. En la zona de rastrillaj­e participar­on en total 28 buques, nueve aeronaves y 4040 hombres y mujeres.

La ubicación registrada del ARA San Juan en su última comunicaci­ón había sido el golfo San Jorge, a 432 kilómetros de la costa (240 millas náuticas), al sudeste de la península Valdés, en Chubut.

Desde el 20 de noviembre, el puerto de la ciudad de Comodoro Rivadavia fue escenario del operativo de búsqueda y rescate del submarino ARA San Juan. Ya pasaron por la ciudad seis buques: el Sophie Siem, el Skandi Patagonia, El Maitén, ARA Puerto Argentino, ARA Robinson y ARA Islas Malvinas, todos con el objetivo de encontrar el submarino ARA San Juan, que desapareci­ó hace 16 días.

“Estamos frente a un acontecimi­ento extraordin­ario y único en la historia, no solo por las caracterís­ticas de la operativa, sino porque se trata de un operativo con fines humanitari­os donde participa gran parte de la comunidad internacio­nal”, afirmó Favio Cambareri, el administra­dor del puerto local, que colabora con lo solicitado por las fuerzas de Estados Unidos y las nacionales.

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