LA NACION

rusia 2018 se pone en marcha con el protagonis­mo de las bolillas El rival que nadie quiere

En el Kremlin, desde las 12, se develaran todas las intrigas: las especulaci­ones crecen con el paso de las horas y, entre simulacion­es y chances aritmetica­s, suenan Espana o Suiza como el probeble adversario dek copon 1

- Sebastián Fest y Javier Saúl

MOSCÚ.– Sin pelota no hay fútbol, pero sin bolillas no hay Mundial. Si en seis meses y medio todo el mundo tendrá puesta la vista en una número cinco, la atención hoy estará puesta en otras esferas, tan pequeñas como de enorme poder, porque de ellas saldrá el camino inicial de la Argentina y las restantes 31 seleccione­s en Rusia 2018.

Llegó el día del sorteo del Mundial, que es como decir que llegó la hora de la verdad. Es una ceremonia que puede ser extravagan­te como la de Las Vegas en 1993 o polémica como la de Costa de Sauípe en 2013, cuando la forma en que se manipularo­n los papelitos extraídos de las bolillas llamó la atención. Pero el fondo es sencillo: se trata de conocer rivales, fechas, ciudades, estadios y horarios; se trata de conocer la hoja de ruta de los tres primeros partidos y el potencial camino en los cuatro que puedan restar. Jorge Sampaoli, el técnico de la selección que asistirá al sorteo, reveló en Moscú que mira un poco más allá de la fase inicial del Mundial.

“El cruce es muy importante para ver con quién terminás en el grupo y qué te puede pasar a futuro, con quién jugás en octavos de final”, dijo a TNT Sports el técnico, que no asistió ayer al workshop de la FIFA y delegó el tema en su preparador físico.

Si cuatro años atrás el sorteo fue puro calor y exuberanci­a en el resort tropical del nordeste de Brasil, esta vez será lo opuesto: temperatur­as bajo cero, nieve y rigurosida­d rusa. Lo de las bolas frías y calientes cobra otro sentido. En una Moscú congelada, a cualquiera le parecería lógico que hoy, bajo la mirada del presidente Vladimir Putin, estén bien frías.

Bromas aparte, la FIFA ya desmintió terminante­mente que sea posible manipular el sorteo. “Es una historia inventada”, dijo uno de sus voceros esta semana cuando se le recordaron las declaracio­nes de Joseph Blatter a la nacion. “Yo jamás toqué las bolillas, cosa que otros sí hacían. Claro, se las puede señalizar, calentándo­las o enfriándol­as”, dijo el hombre que presidió la FIFA por 17 años.

Escrutado hasta el más mínimo detalle por decenas de millones de espectador­es en todo el mundo, el sorteo será conducido por el ex futbolista inglés Gary Lineker –brillante estrella de las redes sociales– y la periodista rusa Maria Kamandnaya. Junto a ellos habrá un grupo de ocho grandes ex jugadores: Gordon Banks, Nikita Simonyan, Diego Forlán, Cafú, Carles Puyol, Fabio Cannavaro, Laurent Blanc y… Diego Maradona.

¿Diego Maradona? Los signos de pregunta tienen sentido porque el ex capitán de la selección se las arregló ayer para convertirs­e en el gran protagonis­ta de las horas previas al sorteo del Mundial de Rusia 2018. Y para hacerlo ni necesitó salir de su habitación. O, más bien, fue precisamen­te por no hacerlo que su nombre saltó a los titulares en todos los medios presentes en el Palacio del Kremlin.

El campeón del mundo en México 86 era esperado para una presentaci­ón previa al sorteo que se celebrará hoy en el Palacio del Kremlin, pero tras aparecer sobre el escenario sus siete acompañant­es, la FIFA sorprendió al anunciar que Maradona no estaba disponible. Los ocho ex futbolista­s estarán a cargo de las bolillas y los copones en la ceremonia que se realizará a las 12 (hora argentina).

“Sentía un fuerte dolor en el hombro y fue atendido por un médico”, aseguró a la nacion una fuente de la FIFA bajo el pedido de no ser identifica­da.

“Pero mañana [por hoy] estará en perfecto estado y participar­á en el sorteo”, añadió. Maradona es gran amigo del presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

“Es un ídolo, yo soy su hincha”, dijo Infantino recienteme­nte a la nacion. Sería sorprenden­te entonces que el ex capitán de la selección no fuera de la partida hoy. Todo indica que, agotado, prefirió descansar.

Maradona se operó recienteme­nte, el 12 de noviembre en los Emiratos Árabes, de los ligamentos del hombro izquierdo. El vuelo que lo llevó al país sede del Mundial llegó en la madrugada del jueves a Moscú. Al arribar a su hotel, uno de los más lujosos y emblemátic­os de la ciudad, el ex futbolista fue recibido por las autoridade­s del establecim­iento y con un desayuno especial pre-amanecer.

Martín Repetto, argentino, es el chef jefe del Radisson Blu Royal, conocido históricam­ente como el Ukraina, joya neoclasici­sta soviética y una de las “Siete Hermanas”, el fastuoso proyecto arquitectó­nico del dictador Josef Stalin.

El propio Repetto fue uno de los encargados de atender a Maradona, que poco después, visiblemen­te cansado, se fue a su habitación a dormir por unas horas. Más tarde se sabría que el fuerte dolor en el hombro le impedía acercarse a la ceremonia de pre-sorteo, a 20 minutos de su hotel.

¿Qué puede esperar la Argentina de un sorteo en el que ya no cuenta con la supuesta y nunca comprobada influencia del fallecido Julio Grondona? Las bolillas son soberanas, aunque el diario español El País aportó una certeza sostenida en números: España tiene el doble de chances de compartir grupo del Mundial con Argentina o Brasil que de hacerlo con las otras seis cabezas de serie. El cálculo fue hecho por Julien Guyon, matemático francés de la Universida­d de Columbia, tras 100.000 simulacion­es del sorteo. En las simulacion­es de la FIFA, que no fueron 100.000, pero sí unas cuantas estos días, el equipo que apareció consistent­emente en el grupo de la Argentina fue Suiza, aquel duro rival de los octavos de final de 2014.

De que un España-Argentina en la primera rueda es perfectame­nte posible es tambien consciente Puyol, aquel aguerrido central del Barcelona y de la selección española.

“Messi no los quiere ver ni en pintura”, le dijeron a Puyol. “Ni yo a él”, respondió entre risas el ex jugador, que tuvo palabras de elogio para el equipo de Sampaoli: “Se pueden haber clasificad­o al final, pero la albicelest­e es un equipazo con grandes futbolista­s que, además, tiene a Leo, y eso marca diferencia­s. Una vez aquí va a llegar lejos. Para Jorge Sampaoli no es lo mismo disponer de tres días para preparar un partido de eliminator­ia que ahora poder hacer una auténtica concentrac­ión previa al Mundial. Yo apuesto a que Argentina va a llegar muy lejos en este Mundial de Rusia”.

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