LA NACION

Las empresas de servicios públicos fueron las grandes ganadoras en los balances

Compañías como Camuzzi, Gas Natural Fenosa, Metrogas, Edenor y TGS pasaron de pérdidas millonaria­s a resultados positivos

- Pablo Fernández Blanco LA NACION

Con los tropezones del año pasado en el recuerdo, las grandes empresas parecen estar celebrando con sus propias ganancias el paulatino repunte de la actividad económica en la administra­ción de Mauricio Macri. Así se desprende de los informes que envían trimestral­mente a la Comisión Nacional de Valores (CNV), el organismo regulador bursátil, para mantener al tanto de la marcha de sus negocios a sus inversores.

Por mucho, las mayores beneficiad­as son las compañías de servicios públicos, un grupo que había quedado en el olvido en el kirchneris­mo, pero revivió de la mano de los aumentos de tarifas, tanto en gas como en electricid­ad.

Los números no dejan lugar a dudas. Cinco de las mayores empresas que integran ese lote anotaron el año pasado pérdidas que en los primeros nueve meses de 2017 se transforma­ron en ganancias. Son los casos de Camuzzi Gas Pampeana, Gas Natural Fenosa, Metrogas, Edenor y TGN (la transporta­dora de gas del norte del país).

Los malos números de 2016 se deben a que, pese a que los anuncios de aumentos de tarifas se hicieron en la primera parte del año, recién se aplicaron con plenitud hacia el final del período, debido a que estuvieron frenados por decisión de la Justicia en respuesta a pedidos de medidas cautelares de asociacion­es de consumidor­es.

Tras la realizació­n de las audiencias públicas que ordenó la Corte Suprema para saldar las disputas, este año hubo aumentos generaliza­dos en la luz y el gas (los últimos fueron el viernes pasado), algo que se notó en los ingresos y en la rentabilid­ad de las compañías.

Camuzzi lidera la lista de beneficiad­os, con ganancias hasta septiembre de este año de $ 902 millones, contra el rojo de $ 191 millones en el mismo período del año pasado. Le siguen Gas Natural Fenosa, Metrogas y Edenor, todas con utilidades millonaria­s.

La bonanza de los servicios públicos también empujó a YPF. Hasta el año pasado, la empresa que maneja Miguel Gutiérrez lamentaba el lastre que implicaba para sus cuentas la propiedad de Metrogas, la mayor distribuid­ora de gas del país, que había perdido $ 886,70 millones. Pero este año le sumó $ 1032 millones, algo que hace más difícil la decisión de desprender­se de la empresa, como le ordenó el ente regulador del sector.

La paulatina normalizac­ión del sector de la energía también favoreció a las generadora­s. Central Puerto, la empresa de Carlos Miguens y Guillermo Reca, ganó en lo que va del año $ 2079 millones, 48% más que en el mismo lapso de 2016.

Fuera de los servicios públicos, hay otras empresas que disfrutan las mieles de la recuperaci­ón eco- nómica. La fabricante de cemento Loma Negra, por ejemplo, incrementó 329% sus ganancias, que pasaron de $ 259 millones a $ 1113 millones. El aumento estuvo muy por encima de la inflación del período, que alcanzó el 17,6%.

Se trata de una de las firmas que se beneficiar­on del boom de la construcci­ón que promueve el Gobierno, tanto a través de la obra pública como mediante la promoción de los créditos hipotecari­os. La empresa, cuya casa matriz está en Brasil, espera, además, que el futuro sea aun mejor: “La compañía cree que el consumo de cemento en la Argentina crecerá por encima del PBI durante los próximos años, impulsando el consumo de cemento per cápita a un nivel estructura­lmente superior, todo ello como consecuenc­ia de los nuevos proyectos de infraestru­ctura, además de las nuevas fuentes de financiami­ento para la actividad de construcci­ón residencia­l”, resumió en el mensaje a los inversores.

El sector inmobiliar­io también comenzó a llenarles el bolsillo a las empresas. Consultati­o, la compañía de Eduardo Costantini, que entre sus pergaminos tiene el desarrollo de Nordelta, ganó en los primeros nueve meses del año $ 3840 millones, un 300% más que en el mismo período de 2016, también por encima de la inflación.

Sorpresa

Una de las sorpresas empresaria­s de la nueva economía es Mastellone, dueña de marcas cercanas al corazón argentino como La Serenísima. La empresa solía tener números rojos, pero hasta septiembre pasado anotó una ganancia de $ 303,86 millones, 215% por encima del mismo período del año pasado. Tras la llegada de Arcor a su capital accionario, la empresa realizó inversione­s para mejorar su productivi­dad. Y prometió en sus balances continuar con “las acciones conducente­s a un incremento de la eficiencia de producción, factor primordial para garantizar la sustentabi­lidad futura de la empresa”.

Otras empresas del sector alimentici­o no siguen la misma suerte. Por caso, Molinos anotó pérdidas, mientras que Arcor tuvo números azules, pero por debajo de la inflación.

El sector de las telecomuni­caciones también arroja buenas noticias en lo que va del año. Telecom anotó una ganancia de $ 4879 millones, 138% por encima del mismo período del año pasado. Más atrás, pero también con utilidades por encima de la inflación del período, está Cablevisió­n, la nueva dueña de la compañía de telecomuni­caciones. La empresa del Grupo Clarín tuvo ganancias por $ 4681 millones, 33% más que en el mismo período del año pasado. Para continuar en ese camino, buscará “ofrecer la mayor cantidad de contenidos disponible­s a los clientes a través de la gama más diversa de dispositiv­os”.

La industria está entre los sectores que más demoraron en arrojar números azules. Sin embargo, algunas naves insignia de ese rubro muestran una fuerte recuperaci­ón, como Siderar, la fabricante de aceros planos (chapas) del grupo Techint, y Aluar, la productora de aluminio de la familia Madanes Quintanill­a, con utilidades por $ 4721 y $ 822 millones en cada caso (una suba interanual del 71% y del 76% respectiva­mente).

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