El aumento de los operativos, motor de una mayor tasa de detenciones
Muchos procedimientos son en casas particulares donde se vende droga
MENDOZA.– Los cambios en la política de persecución penal relativa a la problemática de las drogas es, según las autoridades provinciales, uno de los motivos en los que estriba el aumento exponencial en la cantidad de detenidas por venta y distribución de estupefacientes en la provincia.
El director del Servicio Penitenciario de Mendoza (SPM), Eduardo Orellana, dijo a que la nacion hubo “un crecimiento exponencial” en cuanto a operativos y detenciones “en los que el narcotráfico ha sido protagonista y ha tenido una importancia relevante”.
“Las mujeres que ingresan por estos delitos han sido, en su mayoría, detenidas en operativos y allanamientos de «cocinas» de drogas o puntos de venta. Estos muchas veces tienen la particularidad de tener aspecto de una casa de familia; es allí donde generalmente están las mujeres presentes y es allí donde se las aprehende”, indicaron a este diario desde el Ministerio de Seguridad provincial.
“Vemos cada vez más chicas que caen por vender drogas y que al poco tiempo logran volver a sus casas para cuidar a sus hijos o porque, curiosamente, quedan embarazadas. Algunas vuelven a caer al poco tiempo, pero el negocio no se detiene”, contó a la nacion un agente penitenciario.
Para Orellana se trata de una realidad compleja. Señaló: “El aumento de ingresos producidos en las cárceles resulta una problemática para el servicio penitenciario, y más aún si son mujeres, ya que esto conlleva un trabajo distinto al que se hace con los hombres porque en estos casos interviene mucho su relación familiar. Mantener el vínculo entre madres e hijos para minimizar el impacto que genera para la familia una madre privada de libertad es una prioridad. Esa situación tratamos de abordarla a través de políticas internas y mediante la intervención de otras instituciones”.
Se da una situación especial y, en ocasiones, reiterativa, que es el beneficio de la prisión domiciliaria al que acceden una buena porción de las detenidas, ya sea por embarazo o por tener que cuidar a sus hijos, lo que les permite continuar con el negocio desde el hogar, tal como dio a conocer este diario en 2015 en el artículo titulado “Ser madre en la cárcel”. De hecho, hoy se encuentran detenidas en sus domicilios casi el mismo número de mujeres que permanecen alojadas en un penal.