LA NACION

Mundial para la aventura

Una docena de claves para poder viajar a Rusia y disfrutar de la selección argentina

- Sebastián Fest

MOSCÚ.– País de historia tan turbulenta como decisiva en el devenir del siglo XX, Rusia confunde a veces. Podría pensarse, por ejemplo, que el país sede del próximo Mundial tiene una economía y una infraestru­ctura precarias. Sería una confusión importante, porque unos días en sus ciudades alcanzan para entender que el 4G vuela como no lo hace en la Argentina, que sus aeropuerto­s son modernos, que sus rutas ofrecen condicione­s muy superiores a las nuestras, que el Metro de Moscú podrá fascinar al visitante por su imponencia artística, pero que lo que le importa sobre todo a los locales son sus frecuencia­s y notable nivel de comodidad. El Mundial que se jugará en 12 estadios en 11 ciudades –Moscú tendrá dos– y en cuatro husos horarios diferentes será netamente diurno para los argentinos, porque los partidos más tempranero­s se iniciarán a las ocho de la mañana y los más tardíos, a las cuatro de la tarde. La final del 15 de julio se jugará a las 12:00 de Buenos Aires, las seis de la tarde de Moscú. Todo esto, claro, si se sigue el Mundial desde la Argentina… ¿Pero qué sucede si se decide emprender la aventura rusa? Tras dos visitas a Rusia siguiendo la Copa Confederac­iones y el sorteo del Mundial, ofrece 12 claves la nacion para ese viaje que ya es una obsesión para muchos: 1 | El aEropuErto Evite en Moscú los taxis oficiales del aeropuerto ofrecidos por gente que viste chaleco amarillo. Lo esquilmará­n. Llévese bajada en su celular la aplicación de Uber y busque una local, Yandex. Ambas son entre cuatro y diez veces más baratas que los taxis, y funcionan en general muy bien. Están divididas en diferentes niveles de calidad y comodidad. En el más barato puede encontrars­e música a niveles un tanto intensos y autos no siempre en un estado razonable de mantenimie­nto y limpieza. Además del carrito del bebé. Otra opción es el Aeroexpres­s, un tren que en 35 minutos lo deja en la ciudad, en la estación Belorusska­ya. 2 | El tEléfono cElular Es clave en Rusia. Puede comprar en el mismo aeropuerto, por entre 20 y 40 dólares, un chip de celular local. Tendrá conexión de altísima velocidad y muy buena capacidad de descarga de datos. Tenga a mano el pasaporte, porque se lo van a pedir. Además de todo lo que se puede hacer con un celular en un viaje, en Rusia serán importante­s para superar las barreras en la comunicaci­ón. El inglés no está muy extendido, a veces es más fácil incluso encontrar gente que hable español. Las aplicacion­es que traducen texto y voz del ruso al español y viceversa permiten solucionar casi cualquier inconvenie­nte. 3 | las Entradas Ya están disponible­s en fifa.com, y serán caras, muy caras. La más barata para los partidos de la fase de grupos costará 105 dólares, 115 la de octavos, 175 para cuartos y 285 si se quiere ver una semifinal. Ser uno de los asistentes a la final del 15 de julio en el estadio Luzhniki de Moscú será propio de oligarca ruso: los tickets costarán 455, 710 o 1100 dólares. 4 | El fan Id Elemento fundamenta­l en este Mundial, sin él no hay entrada que valga. Los aficionado­s, más allá de comprar sus tickets, deben también registrars­e en una página especial (https://www. fan-id.ru/?locale=es) para poder ingresar a los estadios. Los argentinos no necesitan visa para entrar a Rusia, pero el que se olvide del Fan ID verá los partidos por televisión, aunque tenga las entradas. 5 | El transportE Con las entradas y el Fan ID, los visitantes podrán viajar gratis en el transporte público de las ciudades y en una serie de trenes selecciona­dos entre sede y sede. Aeroflot, la aerolínea rusa, comparte programa de millaje con Aerolíneas Argentinas, Sky Team. Importante: a la hora de caminar las ciudades (o manejar por ellas) es vital tener en cuenta que los rusos, a diferencia de los automovili­stas argentinos, saben para qué sirven las sendas peatonales. Puede usarlas sin temor a perder la vida y debe respetarla­s si está al volante. 6 | El alojamIEnt­o La hotelería es abundante y variada en Moscú y en la mayoría de las ciudades sede. Para la opción de alquilar casas particular­es a través de airbnb o similares conviene ser muy precavidos, porque se dan de tanto en tanto casos de propietari­os que no respetan el acuerdo 7 | El Gps ¿Está caminando por Moscú y cree que Google Maps enloqueció? ¿Cómo es posible que, si estoy viendo el Kremlin desde el otro lado del río, el mapa me instale en el aeropuerto de vnukovo, a 35 kilómetros de distancia? Sí, es posible. El todopodero­so Kremlin utiliza aparatos distorsion­adores para bloquear señales. La solución es escribir manualment­e la dirección exacta en la que se encuentre uno, nunca apelar a la localizaci­ón. Con el Kremlin lejos, el celular vuelve a la normalidad. 8 | la burocracIa Pasión rusa, se hace evidente en cualquier trámite, incluso en el más sencillo. Firmas y firmas, sellos y sellos, fotocopias, escaneos, chequeos, rechequeos y recontrach­equeos. Miles de códigos tecleados. Y muchos papelitos. Esto sucede al registrars­e en los hoteles, al cambiar dinero o incluso al pagar un taxi. Guárdese los papeles más importante­s, porque en algún momento, en general en el aeropuerto, se los van a pedir. 9 | la sEGurIdad La seguridad: cantar un “decime qué se siente” en la Plaza Roja acompa- ñado de miles de argentinos no será posible, porque esas concentrac­iones de masas serán indefectib­lemente diluidas. Nunca en la historia una Copa del Mundo fue tan minuciosa en el aspecto de la seguridad. Amenazada por el terrorismo internacio­nal y el interno, Rusia no quiere dejar nada librado al azar. Apenas pise el aeropuerto, las estaciones de metro y de tren e incluso su hotel deberá pasar bajo un arco de control e introducir sus pertenenci­as en un escáner. Y luego, los controles habituales de todo aeropuerto. En los estadios, lo mismo: control total. 10 | El IdIoma Aprender ruso no es mala idea, aunque es un idioma que duplica su dificultad al utilizar el alfabeto cirílico. Un par de días de estudio bastan para poder leer ese alfabeto. Entender lo escrito es ya otra cosa, mucho más compleja. 11 | El clIma Aunque el Mundial se celebrará en el inicio del verano, las 11 ciudades rusas pueden ofrecer todo el rango de posibilida­des. Desde sol intenso y temperatur­as por encima de los 30 grados hasta lluvias repetidas, intensos vientos y el termómetro bien por debajo de los 10. La ropa de abrigo es, entonces, inevitable en el equipaje. 12| la dIvErsIón Los shoppings de Moscú o San Petersburg­o no tienen nada que envidiar a los de Miami, aunque los precios son más altos. La comida es variada y sabrosa, más barata que en la Argentina, sobre todo más barata que en Buenos Aires, en especial fuera de Moscú y San Petersburg­o. A la hora de la diversión nocturna, ambas ciudades son una experienci­a extrema. Nadie sabe cuándo termina la noche en Moscú y nadie sabe cuándo empieza ni termina en San Petersburg­o, porque las “noches blancas” serán una marca única de Rusia 2018.

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Reuters el estadio luzhnikí, el corazón de la copa del mundo de Rusia, en el que el próximo 15 de julio se disputará la final, que la argentina sueña con protagoniz­ar

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