Cerebros planos
Si el cerebro no recibe los nutrientes alimenticios ni los estímulos intelectuales necesarios, solito se vuelve a la época de las cavernas. Hipnotizados encima por la conexión virtual y su abundante tráfico de naderías ya hemos llegado, en camino hacia esos rudimentarios comienzos, al Medievo. En efecto, brutos pero vivaces, ciertos grupos han empezado a reflotar una teoría que quedó archivada tras los dichos de Galileo, los viajes de Colón y, más cerca en el tiempo, las vueltas al mundo y las fotografías de satélites y astronautas: igual están empecinados en ignorar la redondez de la Tierra y exhumaron la antiquísima teoría de que es plana. Aún no se atreven a decir que dicha planicie está sostenida por tres gigantescos elefantes montados sobre una enorme tortuga, pero denles tiempo.
No hay caso: si el ser humano no se cultiva con educación y cultura tiende a tomar el inquietante atajo del absurdo mágico y caprichoso.
Al menos tratemos de arreglar aquello que depende de nosotros como la formación de nuestros chicos, que serán dirigentes privados y estatales del mundo futuro. Según un
ranking mundial, los alumnos porteños figuran en el puesto 46 entre 61. Si esto sucede en la gran capital, imaginen lugares recónditos y con mayor escasez de todo. Hagamos algo ya.