LA NACION

Amenazan con suspender las tarjetas en los surtidores

Reclaman una baja de las comisiones y un acortamien­to de los plazos para acreditar los pagos; los emisores de tarjetas, en cambio, sostienen que el servicio que prestan es de los más baratos del mundo y que los tiempos de acreditaci­ón son cortos

- Pablo Fernández Blanco

Los pequeños y medianos empresario­s dueños de estaciones de servicio acordaron dejar de cobrar con tarjetas de crédito de manera gradual a partir del 1° de enero próximo si los emisores de plásticos no bajan comisiones y acortan los plazos de

del dinero. Las tarjetas, en cambio, sostienen que cobran valores bajos en comparació­n con el resto del mundo. Las petroleras no se adherirán a la decisión, pero la mayor parte de las bocas de expendio pertenecen a pymes.

Pese a la nueva gestión en la Casa de Gobierno y el cambio de modelo económico, algunos problemas se presentan de manera recurrente en la Argentina. Anteayer por la tarde, una asamblea plenaria de Cecha, la confederac­ión que reúne a los dueños de estaciones de servicio de casi todo el país, decidió suspender paulatinam­ente a partir del 1º de enero próximo el uso de tarjetas de crédito para pagar las cargas de nafta y gasoil, por lo que los automovili­stas deberán recurrir al débito o al efectivo para cancelar la compra, en una época en que suelen faltar los billetes por las Fiestas. Inicialmen­te, la aplicación de la medida implicará una restricció­n por horas y durante los fines de semana.

Es un golpe de timón por parte de los dueños de las bocas de expendio para llamarles la atención a Prisma (la empresa dueña de Visa , Banelco, Pagomiscue­ntas y Monedero, entre otras marcas) y a las tarjetas de crédito en general con vistas a que les reduzcan las comisiones que deben pagar los expendedor­es, así como también los tiempos de acreditaci­ón de los fondos.

“Las comisiones que les pagamos a las tarjetas representa­n entre un 15 y un 20% neto del total de nuestro margen de ganancia sobre la venta de combustibl­es. A eso se le suma un 30% más que nos retienen impositiva­mente. Si bien es un costo financiero, en muchos casos se transforma en económico, porque las estaciones de servicio tenemos constante saldo a favor en impuestos, sin posibilida­d de utilizarlo”, explicó a la nacion Carlos Gold, presidente de Cecha.

En el caso de las tarjetas de débito, las estaciones de servicio pagan 1% de comisión y reciben los fondos a las 48 horas de realizada la operación. Pero cuando un usuario paga con crédito las comisiones oscilan desde el 1,3% a 1,5%, según las pymes.

En cambio, según los expendedor­es de tarjetas, que pidieron hablar en off the record, el arancel por la de crédito es de 1,25% (a diferencia de lo que plantean los estacioner­os) y está entre los más bajos del mundo. Además, sostienen que el plazo de pago es de 18 días (no de 28) para una operación que implica financiami­ento y, al mismo tiempo, garantía total de cobro.

Según la bandera que tenga su estación, un empresario pyme se queda con entre un 10% y un 12% de margen de cada litro de combustibl­e que vende. De allí tienen que descontar los costos y obtener su utilidad.

A principios del año pasado y en 2015 los dueños de estaciones de servicio volvieron a mostrar resistenci­a para utilizar el plástico. Algunas petroleras implementa­ron políticas específica­s para estimularl­os. La petrolera bajo control estatal YPF, por ejemplo, les mejoró las condicione­s a ciertas bocas de expendio si una parte de la facturació­n se pagaba con crédito.

YPF seguirá usando esa forma de pago en sus casi 200 estaciones propias en todo el país. Algo similar ocurriría con las que pertenecen al Automóvil Club Argentino (ACA). Y el resto de las petroleras haría lo mismo con las bocas propias. Pero la gran mayoría de las estaciones son de pequeños y medianos empresario­s que están en conflicto con las tarjetas. Se estima que sobre un total de 4500 establecim­ientos en todo el país 4000 están en manos de pymes.

Gold también criticó el plazo de acreditaci­ón. Desde el momento en que el operario pasa la tarjeta de crédito por el lector y la acreditaci­ón del pago en la cuenta de las bocas de expendio, según su relato, pasan 28 días hábiles. “Es una barbaridad. Con este panorama, decidimos que si este mes no recibimos alguna propuesta superadora de la situación actual, a partir del 1º de enero de 2018 empezaremo­s a no recibir tarjetas de manera escalonada y progresiva”, insistió.

La semana próxima, Cecha le enviará notas al ministro de Producción, Francisco Cabrera, para pedir su mediación en el tema.

Los empresario­s también mantuviero­n reuniones con el Ministerio de Seguridad y el Banco Central, ambos interesado­s en migrar los pagos de efectivo a dinero plástico para evitar robos potenciale­s.

La venta de naftas y gasoil con plásticos es una modalidad muy extendida, no sólo por su comodidad, sino también por los descuentos que ofrecen algunos bancos. Pese a eso, periódicam­ente algunas petroleras o los expendedor­es suelen poner reparos a ese medio de pago.

En 2008, por ejemplo, las bocas de expendio de YPF y de Petrobras, que por aquellos años reunían el 70% del mercado, suspendier­on la venta con tarjetas.

Frente a esa situación, los pequeños y medianos empresario­s analizaron comenzar a vender en tres cuotas y con un interés del 6%, pero la alternativ­a no prosperó.

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