Bonadio vs. Cristina, un duelo que puso en jaque a la ex presidenta Denuncias
El juez la procesó tres veces y ella lo denunció otras varias ante el Consejo de la Magistratura; historia de una relación irreversible
Absurdo, antojadizo, arbitrario, ilógico y descabellado. Autoritario, resume Cristina Kichner el proceder de su sombra negra dentro de Comodoro Py. El juez Claudio Bonadio podría responderle con “traición a la patria”, “asociación ilícita” y “administración infiel”, los delitos por los que procesó a la ex presidenta.
Un pedido de desafuero, tres acusaciones, varios allanamientos (incluso cuando todavía era presidenta), la detención de Julio De Vido y del contador Víctor Manzanares fueron los hechos más relevantes de esta intensa historia que puso a Cristina Kirchner frente a Claudio Bonadio.
Los “cara a cara” entre el juez y la ex presidenta se pueden contar con los dedos de una mano. Nunca existió siquiera diálogo entre ambos. Bonadio instruyó cuatro causas que incomodaron a la Presidenta: Hotesur, Los Sauces, dólar futuro y la denuncia de Alberto Nisman.
El caso Hotesur, en 2014, fue el punto de partida de una relación conflictiva. Después de que Bonadio ordenó el allanamiento de sus propiedades en Santa Cruz, la entonces presidenta logró desplazar al juez, con la complicidad de la Sala I de la Cámara Federal, integrada en ese momento, entre otros, por el camarista Eduardo Freiler.
Cristina Kirchner lo recusó en las cuatro causas, al señalar que el magistrado incurrió en distintas irregularidades procesales, pero también por “enemistad manifiesta”. No es la única que cuestiona sus resoluciones: fue uno de los jueces de Comodoro Py más denunciados ante el Consejo de la Magistratura en los últimos años.
La mayoría de las denuncias, sin embargo, fueron realizadas por el kirchnerismo. Cristina Kirchner, a través de su abogado, lo denunció por “prevaricato” ante la detención de su contador Manzanares y, también, por sus decisiones en la causa Hotesur. Las denuncias fueron desestimadas casi inmediatamente por consejeros del oficialismo.
“Es un autoritario. Más allá de sus idas y venidas, sus fallos nunca tuvieron un sustento jurídico. No es un juez, es una persona que se sienta en ese lugar”, definió Carlos Beraldi, abogado de Cristina Kirchner. Sus detractores en Comodoro Py remarcan sus modales de “comisario”.
Bonadio es el juez que más causas en trámite tenía entre los jueces federales porteños, según los datos que analiza el Consejo de la Magistratura para realizar una auditoría de la justicia federal. Varios abogados consultados por este diario aducen esa rigidez en el trato con las partes como un elemento que demora los procesos.
En el entorno de Cristina Kirchner recordaron, por ejemplo, cuando la ex presidenta tuvo que viajar de Santa Cruz a Buenos Aires bajo la amenaza de ser detenida, con el único objetivo de presentarse en el juzgado para que le tomaran las huellas dactilares. “Era un trámite que perfectamente podía hacerse en Río Gallegos, pero la hizo viajar 2500 kilómetros”, recordó Beraldi.
Cristina Kirchner viajó a Buenos Aires, pasó por su despacho, pero –como casi siempre– ni siquiera se lo cruzó. La relación ya es inviable. La última vez que se vieron, el pasado 26 de octubre, convivieron cinco minutos en la misma sala mientras la ex presidenta era indagada por la denuncia de Nisman. “Buenos días”, saludó Bonadio. Ella nunca le respondió. Cuarenta días después, el juez pidió su desafuero y detención.