Deportaciones polémicas
Desde la ONU y la CIDH manifestaron su preocupación al gobierno argentino
Gran malestar internacional porque se les impidió ingresar al país a un activista noruego y a una periodista británica que venían a la cumbre de la OMC.
El Gobierno deportó esta semana a dos activistas extranjeros que querían ingresar a la Argentina para participar de la reunión de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La decisión, además, se había extendido la semana pasada, cuando la Argentina rechazó la acreditación para ingresar a la cumbre de 64 miembros de organizaciones internacionales.
El primer deportado fue el noruego Petter Slaatrem Titland, miembro de la Asociación por la Tasación de las Transacciones Financieras y por la Acción Ciudadana (Attac). Titland era una de las personas a las que el Gobierno había avisado que no les permitiría ingresar al país durante la conferencia de la OMC, que se desarro- llará la semana próxima. El noruego fue deportado en un avión rumbo a Brasil en la madrugada del viernes.
Las autoridades también deportaron el viernes a Sally Burch, periodista británica, que quería ingresar al país como activista de una OnG. Fue retenida durante algunas horas en el aeropuerto de Ezeiza y luego fue enviada a Ecuador.
El conflicto se desató luego de que la Cancillería revocó las acreditaciones a 60 miembros de 18 organizaciones civiles que, según el equipo de seguridad a cargo de la reunión, estaban asociadas “propuestas disruptivas” y podían provocar protestas violentas, como la que ocurrió en Hamburgo durante la cumbre del G-20.
Tras la decisión, la Cancillería notificó a las embajadas. Varios países europeos intervinieron a favor de las organizaciones, y Cecilia Malmström, la jefa de comercio del bloque, envió una carta al canciller Jorge Faurie para expresar su “preocupación” y dejar en claro que para el bloque era muy importante que “todas las voces se escucharan” en la cumbre.
El Gobierno revió revocaciones de activistas de Holanda y Finlandia, según fuentes oficiales. Y un reclamo del gobierno de noruega confirmado a la nacion por la cancillería noruega llevó a revisar también el caso de Titland, líder de Attac, una organización internacional crítica de la globalización.
Fuentes del Palacio San Martín indicaron que Attac fue una de las organizaciones detrás de las protestas violentas de Hamburgo, pero Titland dijo a la nacion que sólo participaron de la manifestación pacífica, y, además, él no estuvo.
“no participé de las protestas en Hamburgo, estaba de vacaciones en noruega, así que es extraño. Deberían haber elegido otra cosa porque no estaba ahí físicamente. Attac en Alemania sólo organizó la protesta pacífica”, afirmo Titland, quien aguarda una decisión final en Florianópolis, Brasil. Titland dijo que, durante la cumbre, Attac dijo explícitamente que no respaldaban las protestas violentas.
El caso desató reclamos de gobiernos europeos, y críticas de funcionarios de la Unión Europea, las naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que pidieron respetar la pluralidad de voces.
Los máximos funcionarios a cargo de la defensa de la libertad de expresión en las naciones Unidas y la CIDH, David Kaye y Edison Lanza, dejaron su reclamo en Twitter. Lanza se contactó con el gobierno argentino por la deportación de la periodista británica Burch. “Sería grave impedirle cubrir cumbre OMC por su línea editorial o sus opiniones críticas hacia la organización del comercio mundial”, indicó Lanza, antenoche.