Prisión perpetua para el asesino de un colectivero
La víctima fue atacada durante un intento de robo de un automóvil
Un hombre fue condenado a prisión perpetua por el crimen de un colectivero que en 2014 fue asesinado de un balazo en la cabeza delante de sus padres y sus hijos cuando intentaron robarle el auto frente a su casa en la localidad bonaerense de Wilde, informaron ayer fuentes judiciales.
La sentencia fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 8 de Lomas de Zamora y recayó en Christian Esper, de 38 años, quien fue hallado responsable del “homicidio criminis causa” de Ricardo Javier Blanco, de 35.
Los jueces Nicolás Amoroso, Gustavo Ramilo y Alejandro Sgarlata también condenaron en el mismo debate a otros dos hombres a penas de hasta seis años de prisión por el robo con armas del vehículo que fue utilizado durante el homicidio de Blanco, ya que no se pudo probar su participación en el asesinato del colectivero.
Las penas coincidieron con las que había pedido en su alegato el fiscal Sebastián Bisquert, según indicaron las fuentes. “Estamos conformes con la sentencia. Ahora falta realizar el juicio a un menor que también fue detenido por el hecho y que detengan a su hermano, que está prófugo”, dijo a Télam Rosa Blanco, hermana de la víctima.
También agradeció a la Unidad de Victimología del Ministerio de Justicia de la Nación por el apoyo que le dieron durante estos últimos años en la contención de la familia y para lograr que el caso llegara a juicio.
El hecho ocurrió el 12 de enero de 2014, alrededor de las 2, en la calle General Heredia al 5900 de Wilde, partido de Avellaneda.
Blanco, que trabajaba como chofer de la línea de colectivos 98, llegaba a su casa junto a sus padres y sus hijos de 6 y 7 años a bordo de un Peugeot 207 y tenía previsto guardar el auto en el garaje de la vivienda.
Según se dio por acreditado en el juicio, cuando apagó las luces del vehículo, al menos cinco hombres que circulaban en un Ford Sierra blanco robado y pasaban por el lugar, frenaron y dos de ellos descendieron para interceptar a Blanco.
Aparentemente luego de que el colectivero diera marcha atrás, Esper efectuó varios disparos, uno de los cuales le dio en la cabeza a Blanco, que quedó mortalmente herido en el lugar, delante de sus familiares.
Sobre la base de datos aportados por testigos y cámaras de seguridad, Esper fue detenido poco después del hecho en su casa y debajo del colchón de su hijo se halló una pistola 9 milímetros. Los peritajes establecieron que esa arma coincidía con la utilizada para matar a Blanco.