Negociar, un paso obligado para reformar
Carlos Pagni advirtió sobre las dificultades de un diálogo con una CGT “con Moyano adentro”
La política como un río: esa fue la metáfora que eligió Carlos Pagni, conductor del programa de LN+ Odisea Argentina, para explicar el escenario actual en el país. “Hay una corriente profunda que ordena el movimiento de los barquitos arriba y tiene que ver con las expectativas, que mueven la conducta y la economía”, describió, en diálogo con el secretario de Redacción de la
Sergio Suppo. nacion Las dinámicas de la superficie “son las que se refieren a esa Argentina un poco más tensa y obstructiva”, y que se relacionan con la estructura del poder de Cambiemos, que apuesta por la inversión privada para el crecimiento. Pagni detalló que para que esa premisa se dé tiene que haber una “reducción de costos” en lo fiscal y lo laboral. “Detrás de esos dos costos está el peronismo –lanzó–. No podés hablar de impuestos sin hablar con los gobernadores y no podés hablar del costo laboral sin el sindicalismo”.
Señaló que el Gobierno no puede hacer estas reformas sin colaboración del peronismo, que a la vez es el “principal afectado de estas reformas”. “El peronismo piensa: «Tengo que acordar, pero si miro mis intereses, tengo que entrar en tensión con el Gobierno»”, relató.
También sobre las reformas, agregó: “Pensemos que toda la operación práctica la hacen Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, que son dos personas que ingresaron grandes al Estado. Es un gobierno que tiene una alianza con la opinión pública por la identificación con la renovación, pero que por su falta de experiencia tiene enormes dificultades con el círculo rojo. Pasadas las elecciones, estas reformas son una operación con este círculo: tenés que negociar con los tipos que ejercen el poder en el sistema, como el Papa o el sindicalismo”.
Explicó cómo es la dinámica de la negociación, según su visión: cuando el Gobierno se sienta a negociar con 20 sindicalistas con nombre y apellido, ninguno de ellos le dice que le va a obstruir algo, pero luego les indican a sus diputados que observen los artículos para modificarlos. Con respecto a los Moyano, señaló que “tienen una estrategia política distinta de la de la CGT”, caracterizada por la confrontación.
“Lo que tiene que preguntarse el Gobierno, y tal vez ya sea tarde, es si no le hubiera convenido ser más astuto y provocar la división de la CGT –analizó–. Como está ahora, unificada, siempre el que pone el tono es el más extremo. No sé si se puede pactar con una CGT que tiene a Moyano adentro, hoy parece que no”.