La odisea de llegar al Bajo
Cantidad de productos, plazos de desgravación arancelaria y compras públicas siguen en discusión; debaten el lugar del anuncio
Por la mañana, caos de tránsito y filas de hasta tres cuadras para ingresar en Puerto Madero. Por la tarde, una postal distinta del Bajo, con calles desiertas, sin autos ni peatones. La conferencia de la Organización Mundial del Comercio (OMC) revolucionó ayer la ciudad, y el Metrobus y la bicicleta (e incluso el home office) fueron las mejores opciones ante las estrictas medidas de seguridad que convirtieron la zona en una virtual fortaleza. En la reunión, Estados Unidos planteó discrepancias con los tratados multilaterales, y el fundador de Alibaba, Jack Ma, pidió desregular el e-commerce.
En el Hotel Hilton de Puerto Madero, donde se desarrolla la 11ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), todas las cabezas están puestas en otro lugar. Las expectativas que el Gobierno generó sobre la posibilidad de cerrar el acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) se posaron ayer en el Palacio San Martín.
Luego de las reuniones del domingo con los comisarios de Comercio, Cecilia Malström, y de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, dos pesos pesados de la UE, desde ayer los jefes de ambas delegaciones mantuvieron reuniones técnicas para ir detallando, según contaron fuentes oficiales a la na
cion, un posible acuerdo. “Estamos bien. Hay posibilidades de las partes de ir puliendo el acuerdo”, contó un funcionario que participó del encuentro. “Estamos buscando puntos de equilibrio”, agregó.
Los temas que dilatan un acuerdo son los mismos que hace una semana: el tamaño de la oferta de productos, las canastas con plazos de desgravación (la UE quiere que para la mayoría de los productos sean anteriores a los 10 años, mientras que el Mercosur pretende una camino más gradual de 15 años), temas de propiedad intelectual que afectan a varios sectores (fundamentalmente laboratorios y agroquímicos, donde se piden años de exclusividad), las indicaciones geográficas de los productos y las compras públicas, entre otros.
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, fue enfático ante la nacion: “El acuerdo es positivo para nuestros productores de bienes y servicios. Nos da un marco de mayor calidad institucional, impulsa las exportaciones y genera más oportunidades para las inversiones. Todo gradualmente. Mientras Europa desgrava de manera inmediata los productos del Mercosur, nuestro bloque tiene varios años de previsibilidad para adecuarse. Y durante ese período vamos a trabajar desde Producción con la industria local, como venimos haciéndolo, para mejorar sus condiciones de competitividad y potenciar las oportunidades”.
En la reunión a nivel técnico, según contaron en el Gobierno, se buscó “ir limpiando los textos, encontrando soluciones a los problemas y fórmulas de redacción” que contenten a todos. Lo interesante, admitieron, es que en el bloque aparecen ya algunas grietas sobre los tiempos del anuncio. La Argentina pone el barco a todo vapor para apurar un anuncio antes del cierre de la OMC, pasado mañana, mientras que Brasil, que tiene la presidencia pro tempore del Mercosur, pretende aprovechar la reunión del bloque que se hará en Brasilia el próximo jueves 21. “La verdad es que estamos viendo si llegamos a un acuerdo político sin que Brasil congele la mano y dilate todo. Queremos la foto”, admitió un funcionario.
Mientras tanto, el Gobierno tiene intención de anunciar el inicio de las negociaciones de un tratado de libre comercio con Canadá. El cierre del acuerdo entre el Mercosur y ese país sería, según fuentes oficiales, en enero o febrero. De la misma forma se trabaja con Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur. Para el Gobierno, los beneficios esperados de un acuerdo con Canadá incluirían la diversificación de las exportaciones, un mayor movimiento de personas, la eliminación de barreras sanitarias y fitosanitarias y el aumento del comercio electrónico.