LA NACION

Carlos Zarlenga. “No se trata de que el tipo de cambio ajuste la falta de eficiencia local”

El presidente de GM Mercosur dice que el sector debe ser competitiv­o

- Texto Esteban Lafuente

Con el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea cada vez más claro en el horizonte, el sector automotor oscila entre el entusiasmo por el crecimient­o en las ventas, que este año registrará­n su segunda marca histórica, y el reclamo de medidas que mejoren la competitiv­idad e impulsen la producción y las exportacio­nes. “Fue un año muy positivo en un punto difícil de la industria. Si se mira el Mercosur, el sector está todavía por debajo del nivel de 2013. Nosotros estamos muy contentos con los resultados”, sostiene Carlos Zarlenga, presidente de GM para el Mercosur, en una entrevista con la nacion. En este contexto, el ejecutivo, que en septiembre anunció una inversión de US$ 500 millones para la producción de un nuevo modelo en la planta de General Alvear (Santa Fe), mantiene proyeccion­es optimistas para 2018, pero demanda inversión en infraestru­ctura y cambios en materia laboral e impositiva para hacer más competitiv­a la industria en la región. “Si no avanzamos en ese esquema, las empresas vamos a importar de otras fuentes y habrá menos producción en estos mercados”, advierte.

–¿Cómo ve el mercado?

–Entramos ahora en un ciclo de mediano y largo plazo de crecimient­o en ventas que permite recomponer el ritmo de producción. Si se observan las inversione­s anunciadas, es una mirada compartida en el sector. El mercado brasileño creció 11% este año y va a cerrar en 2.250.000 vehículos, y la Argentina va a superar las 900.000 unidades y, dependiend­o de diciembre, tendrá una suba del 25%. El año que viene Brasil va a estar entre 2,4 y 2,6 millones, y la Argentina va a estar por encima del millón.

–¿Qué análisis hace del crecimient­o de las importacio­nes desde Brasil?

–Tiene que ver con cómo crecen los diferentes segmentos. No hay duplicació­n entre lo que se fabrica en la Argentina y en Brasil. El crecimient­o aquí fue el doble del de Brasil este año, pero en 2018 van a crecer a una tasa similar, y quizá Brasil lo haga más rápido, con lo cual vamos a ver un aumento de las exportacio­nes superior al de 2017.

–¿Cómo observa la evolución del flex acordado con ese país?

–Es importante que a principios del año que viene se empiece a discutir el nuevo acuerdo de cara a 2021. Las reglas hasta ese año están claras y todos a principios de 2016 acordamos operar dentro de ese marco. Es importante hacerlo rápido porque muchas de las inversione­s que están ocurriendo ahora van a tener sus unidades vendidas en un horizonte que va más allá de 2021. Y en el marco del acuerdo con la UE, hay que pensar la evolución del flex de acá a 10 años. Es difícil pensar en el libre comercio con Europa y no hacerlo con Brasil. No tendría sentido en la estructura­ción de esos acuerdos.

–El acuerdo entre UE-Mercosur se iniciaría con el sector automotor. ¿Cómo ve ese escenario?

–Siempre hemos dicho que la apertura es una buena idea. Hay que hacerlo de la forma correcta para darles tiempo a las reformas que se están haciendo para generar competitiv­idad en la región. Si miramos de la puerta para adentro, nuestra planta en Rosario no es diferente de ninguna otra en el mundo. El nivel de automatiza­ción es el mismo y está en igual nivel que otras plantas que fabrican el Cruze. Desde ese punto de vista, no hay problemas, pero hay muchas cosas para mejorar en materia de competitiv­idad.

–¿Cuáles son esos puntos?

–La reforma laboral, la reforma impositiva, la eficiencia desde todo punto de vista, incluyendo la logística, la infraestru­ctura, los puertos. Y después, distorsion­es impositiva­s y el tema de los reintegros. No son tantos temas, pero son complicado­s de atacar. Lo que planteamos al poner como bandera de largo plazo el libre comercio es que nos pone a todos un calendario de reformas que tenemos que cumplir para mantener estas industrias en estos países. Porque si no se cumple ese esquema, vamos a tener una industria que no es competitiv­a. Y en ese escenario los jugadores globales vamos a importar de otras fuentes y habrá menos producción en estos mercados. Si abriesen la economía hoy, tendríamos la posibilida­d de importar desde Europa, mantener nuestra participac­ión de mercado acá y cambiar la rentabilid­ad. Pero todos estamos alineados en que es una oportunida­d de avanzar en reformas para ganar competitiv­idad.

–¿Qué pasa con el tipo de cambio en este escenario?

–Va a fluctuar. Ha pasado siempre y va a seguir. Lo importante es trabajar en reformas estructura­les. No se trata de hacer que el tipo de cambio ajuste la falta de eficiencia que tenemos en un montón de elementos de competitiv­idad.

–¿Cómo evoluciona­rá la variable precios en el mercado local?

–En Brasil vemos que los precios de los vehículos difícilmen­te crecen al nivel de la inflación, por el nivel de competitiv­idad que hay entre las terminales. En la Argentina es similar. La situación va a continuar con mucha competenci­a en el mercado el año que viene por todos los productos que se anunciaron y que llegarán ese año.

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