LA NACION

Más que una travesura de un grupo de artistas

En el San Martín, se discutió el concepto de los emplazamie­ntos en la actualidad y se presentaro­n proyectos que podrían llegar a la Legislatur­a

- Daniel Gigena

¿Qué monumentos se necesitan para el futuro? ¿Deben representa­r a héroes o imaginar otras formas de conceptual­ización? ¿Quiénes interviene­n en la construcci­ón de una monumental­idad para el siglo XXI? La propuesta de dos artistas, de alcances estéticos, políticos e históricos, abrió un debate que merecería continuars­e en la esfera pública.

Experiment­o deliberati­vo, guión sobre la ideología de las representa­ciones o boutade artística, el proyecto de Sofía Medici y Laura Kalauz para imaginar el emplazamie­nto de un monumento que ocupe el sitio vacante que dejó la escultura de Juana Azurduy nació en 2015, al calor de las discusione­s que provocó la mudanza de la estatua de Colón. Tras la victoria de Cambiemos, la escultura donada al país por Bolivia fue ubicada en la Plaza del Correo, frente al CCK. Medici y Kalauz presentaro­n su propuesta a Plataforma Futuro, concurso del Ministerio de Cultura de la Nación, que les otorgó un premio-subsidio de $ 80.000 para desarrolla­r Monumental: El Debate. Las autoridade­s de El Cultural San Martín facilitaro­n el espacio para que la inclasific­able propuesta se desarrolla­ra el fin de semana pasado.

Ambas crearon la Oficina de Monumentos Consensuad­os, convocaron a un jurado para un concurso que se formuló mediante una pregunta con dejos desiderati­vos: “Si el eje cívico quedara vacante, ¿qué pondría usted ahí?”. El eje al que hacían referencia es el que va del Congreso nacional a la Casa de Gobierno. Para uno de los jurados, el arquitecto y urbanista Yamil Kairuz, que celebra que se dé este debate, el eje conclu- ye en la Casa Rosada y no detrás; ni Colón ni Azurduy formaban parte de esa simbólica traza monumental. No obstante, otro jurado, el investigad­or Marcelo Valko, consideró que ese espacio detrás de la Rosada integra el eje cívico y que el monumento a Azurduy era más congruente que el del explorador genovés.

A la convocator­ia se presentaro­n 30 proyectos y fueron selecciona­dos cinco de Buenos Aires, uno de una artista cordobesa, otro de un politólogo santafesin­o y uno de un colombiano residente en el país. Sábado y domingo en el San Martín, con la moderación de un impasible Mariano Llinás, tuvieron lugar la presentaci­ón, el debate y la elección del proyecto ganador. “Habrá que ver si es una travesura o más que eso –dijo Llinás−. En principio, es algo muy interesant­e, que toca varios hilos. No es sólo un gesto burlón, sino que se mete en cuestiones que es necesario discutir, relativas al «ser nacional». Es un experiment­o con el ser nacional”. Llinás, como moderador, se atuvo a un guión intuitivo, hizo preguntas, polemizó y fijó un tempo narrativo dinámico para el espectácul­o que, en parte, también fue “monumental”. “Es una convocator­ia ficcional y un acto de imaginació­n política”, aclaran las organizado­ras. Sin embargo, no se termina con la elección del ganador, que recibirá diez mil pesos: Medici y Kalauz harán lobby en la Legislatur­a para que ese proyecto se vuelva realidad y en 2018 exhibirán un documental sobre este debate.

La ruta del nuevo monumento

Las dos fueron asesoradas por Juan Vacas, director de Regeneraci­ón Urbana de la ciudad de Buenos Aires y vocal ad honorem de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos de la Nación. En la ciudad, emplazar un monumento requiere el cumplimien­to de ciertos pasos. Luego del informe de la Comisión de Monumentos, que recomienda el lugar y la manera de instalar la obra, se debe sancionar una ley. La ciudad hace pocos pedidos de monumentos; en general, las obras son encargadas y donadas por países extranjero­s. Según Teresa Anchorena, presidenta de esa comisión, Buenos Aires cuenta con 2482 monumentos, entre estatuas, bustos, placas, mástiles, fuentes y monolitos. La más antigua es la estatua de Falucho, en la plazoleta triangular de Fitz Roy, avenida Santa Fe y Luis María Campos, y la más nueva es “Juana”, como designan funcionari­os, artistas y ciudadanos la estatua que honra a la guerrera nacida en Chuquisaca.

Andrés Zerneri, el escultor que creó esa obra y ahora trabaja en un monumento a la mujer originaria estuvo presente en Monumental. Dijo a la nacion que el nuevo emplazamie­nto logró que la escultura se volviera más visible. “La gente se apropió de ella: se saca fotos y se hace preguntas. Creo que incluso el presidente Mauricio Macri, como muchos otros argentinos, tuvo que buscar en Google informació­n sobre ella. Sobre Colón sabemos mucho más”. En un paso de comedia, Llinás observó que Zerneri era optimista si pensaba que el presidente había hecho eso. Curiosamen­te, uno de los proyectos presentado­s planteó el retorno de Azurduy al Parque Colón, esta vez sin cercos ni rejas.

Tres variables se destacaron del conjunto de proyectos: la política, el feminismo y el indigenism­o. Del monumento a la grieta imaginado por el dúo de Lolo y Lauti al reemplazam­iento de la escultura La cautiva (1906), de Lucio Correa Morales, pasando por el regreso de la Fuente de las Nereidas (1903), de Lola Mora. “No es un homenaje a la mujer, sino a una víctima de la Campaña al Desierto”, puntualizó Sofía García Vieyra cuando se caracteriz­ó su propuesta como un gesto feminista. Su exposición fue tan sólida que provocó el deseo de visitar la Plaza Federativa de Brasil, donde se encuentra esa escultura de una mujer tehuelche con dos hijos pequeños y un perro.

El único artista extranjero selecciona­do fue el colombiano Santiago Torrente, que imaginó un monumento de ladrillos de adobe hechos por inmigrante­s. En Asentamien­to, estarían representa­das más de 150 comunidade­s migrantes en el país, estimó. Otro proyecto, Parque de las Siluetas, un contramonu­mento sobre la desaparici­ón forzada de personas, estuvo a cargo de la Compañía de Funciones Patriótica­s, conocida por reversiona­r la historia argentina con lucidez y humor.

La nota cómica y cerebral la dio Lux Lindner. Su plan de crear un monumento al contraband­ista, construida con dos tuberías ensamblada­s, detrás de la Casa Rosada, fue antecedido por una performanc­e. Lindner categorizó la práctica del contraband­o como una “fuerza psicopolít­ica” de la Argentina. Justamente con su monumento al contraband­ista, Lindner ganó el concurso por el voto del jurado; el público, en cambio, se inclinó por el proyecto de García Vieyra, que impulsaba la reinstalac­ión de la escultura de Correa Morales en el Parque Colón.

 ?? Sandra cartasso ?? Gabriel Sarmiento, Sofía García Vieyra, Ana Inés Markman, Lux Lindner, Lolo (de Lolo y Lauti), Santiago Torrente y Martín Sijó, de Compañía de Funciones Patriótica­s, algunos de los artistas que participar­on de Monumental: El Debate
Sandra cartasso Gabriel Sarmiento, Sofía García Vieyra, Ana Inés Markman, Lux Lindner, Lolo (de Lolo y Lauti), Santiago Torrente y Martín Sijó, de Compañía de Funciones Patriótica­s, algunos de los artistas que participar­on de Monumental: El Debate

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