Para resolver la emergencia, habría que encarar obras integrales
Es la sugerencia de un trabajo efectuado por el INTA Marcos Juárez
CÓRDOBA.– El trabajo realizado por la Estación Agrometeorológica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Marcos Juárez da cuenta de que en la última década, las napas freáticas en la zona sur de esta provincia subieron de 11 metros a menos de uno. El mismo problema, con distintas magnitudes, se registra también en diversas áreas de Santa Fe, Buenos Aires, La Pampa y San Luis.
Pablo Bollatti, Mercedes Bodrero y Fernando Escola, integrantes del Grupo Napas Marcos Juárez, son los autores del informe que plantea que en el ascenso de las napas inciden diversas causas, como la topografía (las tierras ubicadas en zonas deprimidas reciben aportes de agua por escurrimiento superficial y, aunque en menor medida, subsuperficial y la napa presenta más sensibilidad); ocupación y contenido hídrico del suelo (la presencia de vegetales consumiendo agua del suelo durante la mayor parte del año genera espacio para almacenar la de las lluvias que se infiltra), y profundidad de la napa.
Bollatti explicó a que la nacion por los datos que registra la localidad de Colazo (que no es medida
por el INTA Marcos Juárez), en el área urbana las bombas están “haciendo su trabajo” mientras que el 1,60 metros de la zona rural “marca que no están consumiendo la cantidad de agua que sería necesario, deberían profundizar con cultivos de invierno”.
Advirtió que en casos como este, el objetivo tiene que ser la construcción de la red cloacal. “Tener un pozo negro es como inyectar agua debajo de una casa a diario. Si el suelo impermeable está a 40 metros no pasa nada, pero si todos los vecinos hacen lo mismo, la napa que subía 40 centímetros al año lo hará dos metros y el problema será visible”, ejemplificó el investigador.
El reporte señala que no puede atribuirse el aumento del nivel de la napa freática de largo plazo a aumentos en las precipitaciones, aunque sean un elemento clave. “La solución debe ser integral; hay que abordarla desde todos los ángulos”, agregó Bollatti.
El planteo integral de sistematización, canalización y alcantarillado de una cuenca permite la evacuación ordenada de los excedentes hídricos en superficie. Esto reduce el anegamiento permanente y el deterioro de los suelos, así como los problemas que se registran tanto en las rutas como en las áreas urbanas, pero también se requieren cambios en la participación de los cultivos.
El incremento de la participación de gramíneas invernales y pasturas perennes conlleva a un aumento del consumo de agua, en la búsqueda de un equilibrio con los aportes de las precipitaciones en la región.