Apoyos y críticas a los cambios impositivos
La decisión de no tocar las bebidas azucaradas enojó a los fabricantes de cerveza y bebidas blancas
Si algo está claro con la reforma tributaria que impulsa el Gobierno es que ha creado gran desconcierto entre distintos sectores de la economía: mientras algunos rubros salieron beneficiados, luego de idas y venidas, otros se posicionan directamente en la vereda de los perjudicados. Así, en el primer grupo están las bebidas azucaradas, la carne aviar, porcina y de conejo, y el vino, mientras que en el segundo se ubican la cerveza, los energizantes, los licores y el huevo.
Entre marchas y contramarchas, ayer se conoció la noticia de que, finalmente, no se le impondrá una alícuota de impuestos internos del 17% a las bebidas azucaradas, que seguirán gravadas con el 8%. Según informó la nacion, en el Gobierno confirmaron que se trata de una concesión al gobernador de Tucumán, Juan Manzur, con el fin de asegurar los votos de sus legisladores para la aprobación de las reformas tributaria y previsional.
Las críticas de gran parte de la industria de bebidas que se verán afectadas, que prefiere hablar en
off, son que no se tiene en cuenta la salud, el fundamento principal que debería tener un impuesto a las azucaradas, sino más bien se atiende a conveniencias políticas.
Entre las bebidas alcohólicas, en tanto, la palabra “discriminación” está a la orden del día. Eso es lo que sienten representantes de las industrias cerveceras, licorera y de energizantes, luego de comprobar que al vino finalmente se lo excluyó de la imposición de impuestos internos (en un momento iba a pasar de 0% a 10%), mientras que estos sectores siguen gravados.
Alejandro Berlingieri, director ejecutivo de Cerveceros Argentinos (la cámara que agrupa al sector), dejó en claro su posición. “El ministro [Nicolás] Dujovne explicó en la Comisión de Presupuesto que el vino y la cerveza son bienes de consumo sustitutos, y que aumentar el impuesto a la cerveza al 17% pero que el vino no tribute generaría un fuerte incentivo a favor del vino y en contra de la cerveza. Esto agravaría la distorsión ya existente en el mercado de bebidas con alcohol”, argumentó el directivo.
Baja del IVA en carnes
Por parte de los energizantes, Eric Pleticos, dueño de World Spirits, que comercializa el energizante RAD 60, dijo que si se concreta la aplicación de una alícuota del 8%, su sector se verá muy perjudicado. “Y la recaudación no crecerá mucho, porque se trata de un mercado chico”, advirtió.
Anteayer también se conoció otro de los cambios relevantes en la reforma tributaria: se trata de la baja del IVA del 21 al 10,5% para las carnes de pollo, cerdo y conejo, una idea que el Gobierno ya venía analizando desde 2016, que equiparará a esos productos con la carne vacuna.
Ante esta última decisión, los que se sienten discriminados son los productores de huevos. Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), dijo: “Desde marzo de 2016 estamos planteando las necesidades del sector. Ricardo Buryaile (ex ministro de Agroindustria) nos confirmó la rebaja del IVA al pollo y el huevo al 15,75% para fines de 2016. La idea era quitarles el impuesto a los dos productos en conjunto. Sólo se podía rebajar al 15,75% porque por decreto presidencial sólo se puede modificar hasta el 25% de la alícuota. Para reducirlo al 10,5% tiene que pasar por el Congreso. Había acuerdo, pero la decisión fue frenada por Alfonso Prat-Gay, entonces ministro de Hacienda y Finanzas”.